El sueño europeo, roto al tercer intento

El joven que falleció este jueves en el puerto se llamaba Hecham, tenía 26 años y vino desde Orán. Antes de llegar a Melilla, intentó ir a la península en patera y desde Ceuta

Este jueves volvió a perder la vida un joven que trataba de colarse a un barco como polizón. Su nombre era Hecham. Tenía 26 años. Llevaba menos de 20 días en nuestra ciudad. De ellos, estuvo diez como residente del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Melilla fue la tercera ruta desde la que trató de llegar a Europa. Ya había probado suerte antes subiendo a una patera y también desde Ceuta. Esta vez estuvo a punto de conseguirlo. Falleció al caer del camión en el que iba escondido, cuando ya estaba accediendo a la bodega del buque de Armas con destino a Motril.

Una de las primeras personas a las que Hecham llamó al aproximarse a la frontera de Beni Enzar fue a Amin. Los dos huyeron del mismo barrio de la ciudad de Orán, en Argelia. “Me puse muy contento al saber que estaba aquí... Éramos vecinos desde hace unos quince años, hemos crecido juntos”, afirma a El Faro este residente del CETI.

Según asegura Amin, quien lleva unos seis meses en la ciudad, Hecham no pasó ni una sola noche en el CETI. “Todos los días que estuvo en Melilla intentó colarse en un barco, era su prioridad”, sostiene. El argelino estaba impaciente por establecerse en algún país que no tuviera nada que ver con el suyo, como Francia o Alemania, explica su amigo. Quería empezar una nueva vida lo antes posible.

Era hijo único

“Yo siempre le pedía que no hiciera ‘riski’, le decía que era muy peligroso y que aguantara hasta la salida”, se lamenta Amin. Según comenta, cuando el jueves por la mañana escuchó que un chico había fallecido en el puerto, le vino en seguida a la mente la imagen de Hecham: “Tuve el presentimiento de que era él. Ojalá me hubiera equivocado”.

Con pesar, Amin explica a este diario que Hecham era hijo único. El mismo día de su muerte, cuando todavía no había asumido la noticia, se armó de valor para llamar a la madre del joven. “No podía ocultar algo así a la familia, no tuve otra opción que contar lo que pasó... fue muy duro”, comparte el argelino antes de enmudecer.

Según confiesa, la madre de Hecham le había pedido varias veces al teléfono que convenciera a su hijo para que desistiera en sus intentos de llegar por la vía rápida a Europa poniendo en peligro su vida. “Lo intenté, pero no pude hacer nada para evitarlo”, musita Amin.

Buscando un futuro

En este momento hay cerca de 90 personas de nacionalidad argelina que residen en el CETI, afirman fuentes próximas al centro. Según relata Amin, tanto él como su amigo querían dejar atrás un país en el que sentían que no había ninguna posibilidad de prosperar. “Vinimos buscando un futuro, para trabajar de forma honrada y formar una familia, sin robar ni traficar con drogas”, resume el residente del CETI. Según incide, sólo pretenden vivir en paz.

Amin y otros residentes de Argelia lamentan que las personas de esta nacionalidad tardan mucho más en recibir la salida a la península que otros residentes. “Tenemos que esperar cerca de dos años”, apuntan. “Nadie quiere pasar tanto tiempo aquí, con la vida paralizada”. En el caso de Amin, asegura que en Melilla se siente “como si estuviera encerrado en una jaula”.

Por otro lado, fuentes solventes explicaron a El Faro que no hay una fecha fija para que los residentes del centro obtengan la salida. En el caso de los argelinos, es cierto que tardan más que, por ejemplo, las personas procedentes de Siria, puesto que no vienen de un país en guerra.

“Estuvo conmigo por la noche, se marchó feliz porque le dije que iba a lograr llegar a Europa”

La muerte de Hecham ha conmocionado el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), a pesar de los pocos días que el joven estuvo en la ciudad. Muchos residentes no llegaron a conocerlo, pero también les ha impactado la trágica noticia. Una de las personas a las que ha afectado su fallecimiento es Elyas, quien asegura que pasó con Hecham la que fue su última noche con vida.

Según relata, aquella madrugada el joven trató de hacer ‘riski’ en dos ocasiones. “Lo encontré en Melilla La Vieja y los dos nos fuimos al puerto para colarnos en los camiones”, declara. Accedieron al recinto saltando la valla y, una vez dentro, se ocultaron sin éxito, ya que fueron descubiertos por la policía portuaria. “Esa noche me comentó que tenía muchas ganas de vivir en Alemania”, afirma Elyas. Tras este primer intento, se quedaron en el Parque Hernández, donde estuvieron fumando junto a otro argelino al que encontraron por la zona.

“Cuando estábamos hablando se levantó y nos dijo que se iba al puerto otra vez”, rememora el residente del CETI. “Le deseé suerte y se marchó feliz, con una sonrisa, porque le dije que en esta ocasión iba a lograr llegar a Europa”, relata Elyas. Él pasó la noche durmiendo en la calle y se enteró del desenlace del joven cuando regresó al centro de inmigrantes por la mañana. La muerte de Hecham ha supuesto un duro golpe para él. “Todavía no me lo creo, no puedo asumirlo”, manifiesta.

Ayer se practicó la autopsia al cuerpo del joven fallecido

Fuentes consultadas por El Faro aseguraron ayer que ya se ha terminado de practicar la autopsia para esclarecer las causas concretas que provocaron la muerte de Hecham después de que cayera de los bajos del camión en los que se había escondido. Sin embargo, apuntaron que el informe forense todavía no había llegado a manos de la policía encargada del caso.

Por otro lado, el presidente de Pro Derechos de la Infancial (Prodein), José Palazón, informó de que que, en memoria del joven fallecido, ayer se colocó una pequeña ofrenda con velas y flores en el puerto de la ciudad, donde el argelino perdió la vida tratando de ver cumplido su sueño europeo.

(Este trabajo se ha realizado con la colaboración y traducción de Abdessamad Benamar)