La oposición insiste en que el Gobierno local debe rebajarse los sueldos para cooperar en la superación de la extrema crisis económica que hemos terminado padeciendo y que ha llevado al Ejecutivo de Zapatero a imponer recortes en las clases medias y bajas de este país sin parangón en nuestra actual historia democrática. Además, sostiene la oposición que eliminando algunas Consejerías también se ahorraría dinero y, por ende, se combatiría igualmente la crisis.
Sorprende que esa misma oposición no precise qué Consejerías eliminaría y también que cuando gobernó no predicara con el ejemplo sino que desplegara una estructura de Gobierno muy similar a la del actual Ejecutivo que preside Juan José Imbroda.
Asimismo, sorprende que las medidas que se soliciten al Ejecutivo local sean tan de escaparate, aptas para la polémica fácil e idóneas para avivar una iracundia ciudadana que, no lo olvidemos, parte de las medidas del Gobierno Zapatero y de su inoperancia política.
El Gobierno local hace bien en comprometerse a bajarse los sueldos pero esto no nos va a sacar de la crisis ni, en ningún caso, al exigirlo, la oposición cumple con su cometido de proponer alternativas reales a la actual gestión de los recursos de nuestra Ciudad Autónoma. Se está jugando, simple y llanamente, a una barata política de escaparate.