La entidad social más antigua de la ciudad autónoma, el Centro Hijos de Melilla, cerrará en “tres o cuatro meses” según su presidente, Feliciano Palomo, si no recibe una subvención del Gobierno local durante ese tiempo.
El Centro, que nació en 1961, por lo que va a cumplir 63 años, no se puede seguir sosteniendo sin subvención, ya que no hay manera de hacer frente a los gastos de alquiler, luz y demás pagos, que ascienden, según Palomo, a más de 20.000 euros anuales. Hay que tener en cuenta que son 200 socios que pagan tres euros mensuales, lo que da 600 euros al mes (insuficiente siquiera para pagar el alquiler del local) y 7.200 euros al año, un tercio de la cantidad que se precisa. Y hay que recordar también que, recientemente, se efectuaron algunas reformas en el local.
Durante este tiempo, algunos socios han estado aportando más de lo estipulado, pero ya han decidido no seguir sacrificándose. “Ni yo ni nadie vamos a poner un duro más de nuestro bolsillo, que ya estamos aguantando demasiado”, ha rematado el presidente del Centro.
Anteriormente recibían una subvención de 15.000 ó 16.000 euros que sí les permitía llevar adelante el local, situado en la calle Castelar, y realizar varias fiestas al año. Este domingo, de hecho, los socios no pudieron festejar el Día de Melilla como suelen, porque, según Palomo, ha preferido aguantar con lo que tienen hasta final de año, al menos.
En cualquier caso, y dado que ha subido el precio del alquiler y de la luz, Palomo tiene la intención de, si es recibido por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, solicitar un aumento del dinero que recibía la asociación y que lleva casi dos años sin obtener porque no se realizó convenio de colaboración con la Consejería de Presidencia y Administración Pública del anterior Gobierno.
También le gustaría al presidente del Centro Hijos de Melilla hablar con Imbroda para proponerle que sea directamente la Ciudad Autónoma la que se haga cargo directamente de los gastos de alquiler y de luz. De esa manera, no dependería de quién esté al frente del Ejecutivo para cobrar una cantidad anual. “Tendría que estar sufragado siempre”, ha añadido el presidente del Centro, quien considera que, si esto fuera así, ellos podrían “ir tirando” con las cuotas de los socios y de las ayudas puntuales como las que recibían de la Viceconsejería del Mayor.
Tal es el despropósito que ve Palomo que lamenta que, desde la Dirección General de la Consejería de Presidencia y Administración Pública, se le ha pedido que justifique la subvención de 2022 aun sin haberla recibido como requisito para percibir la correspondiente a este año. Pese a que hasta en “tres o cuatro ocasiones” se le ha pedido hacer rectificaciones e incluso aportar documentos que él no puede aportar, por el momento no ha llegado la subvención correspondiente a este año.
Preguntada sobre este asunto, la portavoz del Gobierno, Fadela Mohatar, ha asegurado que desde el Ejecutivo local están al corriente de la situación y que "el presidente también lo sabe y lo va a recibir estos días para tranquilizarlo" e indicarle que están intentando resolver el problema.
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