LA GRAN Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo ha avalado las llamadas devoluciones en caliente. Considera legal la postura que adoptó España en el año 2014 de entregar a Marruecos a dos subsaharianos que habían cruzado la valla de Melilla, porque dice, básicamente, que accedieron a territorio español de forma irregular. Es una sentencia que crea jurisprudencia y permite avalar cualquier tipo de entrega de inmigrantes llegados a Melilla y Ceuta por sus vallas, algo que hasta la fecha se había puesto en el ojo del huracán de las ilegalidades. La sentencia dota de legalidad estas prácticas ordenadas por el Gobierno y ejecutadas por guardias civiles. Aunque lo hace con argumentos que no se sostienen, al indicar que los inmigrantes pueden acceder a territorio español por el puesto fronterizo, sin tener que elegir las vías irregulares de las vallas. Estrasburgo parece no conocer la arquitectura de las fronteras de Melilla y Ceuta y, por tanto, la imposibilidad para un subsahariano de llegar hasta las oficinas de asilo puesto que deberían cruzar un filtro marroquí imposible. La justificación sobre la que fundamentan parte de este aval es incongruente. La Gran Sala avala una forma de proceder que ordenaban los gobiernos del PP y del PSOE pero eran ejecutadas por guardias civiles. Y ejecutadas significa que, de haber alguna denuncia, eran estos agentes los que terminaban acusados en sede judicial. Por eso no vale solo una sentencia para que la Guardia Civil se sienta respaldada en su función en los perímetros fronterizos de ambas ciudades hermanas. Urge, tal y como de manera unánime han reclamado las asociaciones de la Benemérita, que se instaure un protocolo claro que dé seguridad a los agentes y garantice que todas las acciones encomendadas por sus superiores tendrán el respaldo necesario ante un juez. Esto, hoy por hoy, no es así. Existiendo denuncias contra agentes por llevar a cabo actuaciones que provocaban, de poder dar pie a una condena, la huida de la misma clase política que la encomendaba. Esto es una asignatura pendiente.