Situación inédita en la Mezquita Central de Melilla

El Consejo manifiesta que los espacios de culto en España gozan de inviolabilidad conforme a la Ley 26/1992 del 10 de noviembre, según la cual se aprobó el Acuerdo de Cooperación entre el Estado y la Comisión Islámica de España.

Denuncia

En la denuncia se da cuenta de que el vigilante de seguridad impidió el acceso al imán, quien en calidad de jatib se encarga de pronunciar el sermón o jutba cada viernes en la Mezquita Central, en un horario de entre las 14:00 a 15:00 horas. A su llegada al templo, fue interceptado por el vigilante, quien le comunicó que tenía "órdenes expresas" de no permitirle el paso a la mezquita. La denuncia recoge que el trabajador de seguridad no facilitó ninguna justificación adicional ni expresó de quien eran las órdenes de no dejar pasar al clérigo.

El imán asegura que la actuación del vigilante trató de restringir la libertad religiosa de este individuo, no sólo creando así un "peligroso precedente para la libertad religiosa de la comunidad"; sino que también quebrando de este modo un derecho recogido en el artículo 16 de la Constitución Española y en el Título I, dedicado a los derechos fundamentales y libertades públicas.

Asimismo, la denuncia recoge que el vigilante de seguridad accedió al interior de la sala de rezos, calificando la actitud del trabajador como "intimidatoria".

"Esta actuación, más allá de ser un exceso en sus funciones, constituye una amenaza directa contra el compareciente, impidiéndole desarrollar su labor religiosa en un ambiente de paz y respeto".

El imán destaca en el escrito que esta actuación vulnera el artículo 523 del Código Penal, el cual tipifica como delito cualquier tipo de acción que impida o interrumpa el ejercicio de la libertad religiosa.

Por otro lado, la denuncia menciona que el imán de la Mezquita Central ha interpuesto en anteriores ocasiones varias querellas por amenazas o delitos similares en la Jefatura de Policía. Dichas denuncias se han presentado debido a incidentes de "acoso y coacción en su contra".

Por todo ello, el imán solicita en la denuncia la apertura de las Diligencias de Investigación que sean pertinentes para esclarecer los hechos anunciados.

Además, demanda que se tome declaración al vigilante de seguridad que se encontraba de servicio en la Mezquita Central el pasado viernes. Una vez que el denunciante no conoce el nombre de este trabajador, se solicita a la Policía Nacional para que, a través del Departamento de Seguridad Privada, se informe acerca del contrato de prestación de servicios de la empresa Sureste Seguridad. El objetivo es indicar la identidad del vigilante, además del contenido de las instrucciones que se impartieron para la prestación de dicho servicio.

La denuncia recuerda que los contratos de seguridad privada deben ser visados por el Cuerpo de Policía Nacional. Algo que hace que esta autoridad sea la adecuada para proporcionar los datos necesarios para la investigación.

En definitiva, se impone la toma de declaración en calidad de investigado tanto al vigilante de la Mezquita como a las personas que dieron la orden de impedir el acceso del imán al templo. Por ello, se exige que se realicen las averiguaciones pertinentes para identificar al vigilante.

Asimismo, se conmina a la Comisión Islámica de Melilla (CIM) a informar sobre la relación laboral o de colaboración que mantiene con el imán. Se trata de aclarar si existen antecedentes similares en el desarrollo de sus funciones.

Por parte de la CIM, se ha anunciado que mañana se publicará un comunicado en el que se recogerá la versión de estos hechos. Sin embargo, fuentes de esta entidad adelantaron a este medio que se han pronunciado muchas mentiras en este caso.

Jatib

Este medio se ha desplazado hasta la Mezquita Central, donde varios fieles dieron una versión distinta a la recogida en la denuncia. Estos aseguraron que el jatib de este templo no reside en Melilla, sino que se desplaza cada viernes desde el país vecino hasta nuestra ciudad.

Por otro lado, fuentes cercanas a la Mezquita Central manifestaron a El Faro que el jatib no cuenta con la acreditación correspondiente para pronunciar los sermones en la mezquita. Un hecho que le habría valido la apertura de un expediente en Marruecos.

Por contra, en la denuncia también se ha presentado la certificación de la función de jatib que desempeña el imán de la Mezquita Central, avalada conforme a la normativa vigente.

El jatib es el encargado de pronunciar el sermón o jutba durante el Eid o en la oración de los viernes después del mediodía o yumu'ah.

Pese a que normalmente el imán hace la función de jatib, ambas funciones pueden ser ejercidas por personas diferentes.

Sureste

Este medio ha contactado con la empresa Sureste, la cual es la concesionaria del servicio de vigilancia en la Mezquita Central de nuestra ciudad.

Desde esta empresa manifiestan que, ante la gravedad de los hechos denunciados, prefieren mantenerse a la espera de que la CIM se pronuncie al respecto.

"Nos parece lo más prudente en estos momentos. La Comisión es la que debe informar sobre este hecho".

Por otro lado, este medio contactó con el Comité de Empresa del Grupo Sureste, el cual afirmó no tener conocimiento de los hechos denunciados por el imán.

Grupo Sureste es un holding integrado por cuatro empresas, todas ellas relacionadas con el mundo de la seguridad, tanto de inmuebles y personas, como a través de sistemas electrónicos y digitales.

Esta es una de las 171 empresas nacionales que cuenta con más de 5.000 empleados distribuidos por toda la geografía española, la tercera del sector de seguridad y la primera no cotizada.

Especializada en infraestructuras críticas, tales como servicios hospitalarios y ferroviarios, somos el segundo proveedor de AENA y el único proveedor del Ministerio de Defensa.