Son cerca de 160 y entraron en la Unión Europea por Melilla o Ceuta, a través de Marruecos.
Un parque a las puertas de París acoge desde hace más de tres semanas a cerca de 160 sirios, entre los que hay 80 menores, que han huido de la guerra civil de su país y confían en obtener en Francia el derecho de asilo.
Su periplo es compartido por muchos de sus compatriotas, que antes de pisar suelo francés pasaron por el Líbano, Egipto, Argelia, Túnez, Marruecos y España. La mayoría entró en la Unión Europea a través de Melilla y Ceuta.
“Hemos dado vueltas por todos los países árabes, esperamos conseguir una solución en Europa”, cuenta Yhayha, un protésico dental de 44 años, que llegó en coche a la capital gala junto a su mujer y sus cuatro hijos.
Éste fue el camino que siguió también Aliz, padre de seis hijos y originario de Homs, que dejó atrás varios comercios y diez apartamentos en su ciudad natal para instalarse en el parque de Edouard-Vaillant, de Saint-Ouen, en la periferia de París.
La cadena de solidaridad que hizo de los jardines el punto de encuentro de esa pequeña comunidad, según cuenta, empezó con la ayuda de otros árabes que encontraron en la mezquita y que les ayudaron con comida y dinero.
Cada familia se organizaba para pasar la noche: Algunos contaban con recursos para dormir en un hotel. Otros pernoctaban dentro de vehículos o en la calle.
Apoyo de una ONG
Hace una semana, la asociación Revivre, dedicada a ayudar a refugiados sirios, se enteró del caso y decidió contribuir a pagar el alojamiento en hoteles, explica su secretario general, Étienne Marest, que matiza que todavía no han conseguido hospedarlos a todos.
Las autoridades reaccionaron más tarde. La alcaldía del municipio aportó el martes pasado 1.200 euros para financiar parte de los gastos de la asociación y la prefectura está agilizando los trámites para la concesión del asilo.
A la espera de que se decida su situación, la vida diurna de los exiliados pasa primero en el parque y, desde su cierre el miércoles pasado “por motivos de seguridad”, según un portavoz de la prefectura, en las zonas aledañas.
Frente a los jardines, cerrados ahora a cal y canto, los niños juegan en la calle, por la que apenas circulan coches, mientras que los adultos se agrupan en corros. Algunos se sientan en el suelo e intentan aclararse con la burocracia para conseguir el derecho al asilo.
Para ello, cuentan con la ayuda de voluntarios de la asociación como Mohamed Taha, un sirio residente en París que decidió acudir a este lugar para colaborar con los trámites administrativos.
La prefectura ha empezado con las familias más vulnerables y espera poder alojar a todos los afectados durante esta semana.
“Nos parece raro que hayan cerrado el jardín”, dice Yhayha, que tiene en las bolsas y maletas depositadas en la acera el reflejo de la incertidumbre en la que viven, con un alojamiento provisional.
Su historia y la de Aliz ponen rostro a los refugiados sirios en Francia. “Algunos de ellos fueron torturados al inicio de las revueltas contra el régimen de Bachar al Assad”, explica Martin Makinson, vocal de la asociación Revivre.
Y, pese a la barbarie que impera actualmente en Siria, la mayoría tiene esperanzas en volver a su lugar de origen, que abandonaron para enfrentarse en Europa al limbo legal que precede al reconocimiento de su derecho al asilo.
Francia les da una ayuda de 300 euros
Sólo con presentar la documentación necesaria, sin necesidad de esperar a la resolución del expediente de petición de asilo, los 120 sirios que han acampado en un parque de París se podrán beneficiar de una ayuda económica, de unos 300 euros, y de un alojamiento, pagado por el Estado, aunque probablemente fuera de la región parisiense.
Según datos de la Oficina Francesa de Protección de los Refugiados y Apátridas, en 2013 Francia acogió a 1.300 nuevos refugiados de este país y, en total, hay 1.900 ciudadanos sirios con dicho estatus.
No hay que olvidar que muchos de los ciudadanos sirios que han pasado por Melilla han comentado a El Faro su intención de seguir camino hacia París, donde muchos aseguraban tener familiares esperándoles.
En 2013 llegaron a Melilla 250 sirios. La mayoría de ellos (216) salió hacia la península tras montar un campamento de protesta primero en la Plaza de España y luego en la mezquita del cementerio musulmán.
En lo que llevamos de 2014 ya han arribado a Melilla cerca de medio millar de sirios.
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