Sindicatos policiales de Melilla ponen en duda la colaboración marroquí

UFP cree que los delincuentes se sienten impunes y SUP critica que la buena relación no se note en la frontera.

La tan llevada y traída colaboración marroquí con España vuelve a estar en el punto de mira de los sindicatos policiales de la ciudad, que no creen que sea tan buena como dicen los políticos locales y de los ministerio del Interior y Exteriores.
A raíz de que ayer un delincuente común agrediera a un guardia civil, hiriera a un policía en el paso fronterizo de Barrio Chino y se refugiara en Marruecos ante la pasividad de las autoridades del país vecino, la Unión Federal de Policía (UFP), el sindicato local más activo en Twitter, mostró inmediatamente su apoyo a los agentes y criticó a través de la red social que el autor del botellazo se haya refugiado del lado marroquí de la frontera “ante la atenta y pasiva mirada, como siempre, de la Policía marroquí”.
Además, la UFP llamó la atención de los políticos preguntándoles “hasta cuándo tenemos que soportar” agresiones como la ocurrida ayer en Barrio Chino. “¿Qué tiene que pasar? Ya está bien de poner buena cara”, ‘tuitearon’.
Por su parte, el secretario de Organización de la UFP en Melilla, José Cámara Guerrero, señaló en declaraciones a El Faro que “los acuerdos con Marruecos no tienen que ser sólo para las obras de Beni Enzar. Los acuerdos que de verdad tienen que alcanzar las autoridades del Ministerio de Exteriores deben ir encaminados a que haya colaboración en la frontera”, dijo.
Guerrero se refiere a la información revelada por El Faro sobre una reunión que mantuvieron autoridades españolas y marroquíes en abril del año pasado para consensuar las obras del principal paso fronterizo de la ciudad.
Para el portavoz de UFP este tipo de convenios beneficiaría a todos, a marroquíes y a melillenses, porque tal y como están ahora las cosas, “los delincuentes se sienten impunes... hasta el día que los cojamos”, recalcó a este periódico.
Guerrero destacó, además, que no es la primera vez que un guardia civil y un policía resultan heridos en la frontera. “Lamentamos lo que ocurre, sea guardia civil o policía. Venimos advirtiendo de que un día de éstos una pedrada impactará sobre un agente o ciudadano. Hay que llegar a acuerdos a través de los ministerios de Exteriores de los dos países para evitarlo”, concluyó.

Juego sucio de Marruecos
Para el responsable del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Melilla, Jesús Ruiz Barranco, el incidente de ayer en Barrio Chino es “otro más” y se debe, explicó, “a la falta de autoridad. Ante cualquier cabreo, nos apedrean. Se ha convertido en algo habitual y no tiene por qué ser así”, señaló.
Para Barranco, la actuación de ayer de la Policía marroquí “deja mucho que desear. “La Policía española actuaría de otra manera. ¿Por qué no detuvieron al autor del botellazo del lado marroquí?”, subraya.
El portavoz de SUP destaca también que la zona española de la frontera es de tránsito, mientras que la marroquí siempre está llena de gente y se pregunta nuevamente por qué ésto es así.
En su opinión, las buenas relaciones con Marruecos no son más que “palabrerías” de los políticos. “En el día a día es donde tiene que verse esa colaboración y no se ve. Es cierto que hay buenas relaciones institucionales en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, pero en la frontera estas buenas relaciones no se ven”, insistió.
De hecho, Barranco insinuó que quizás los agentes marroquí hacen la vista gorda a caso hecho. “No sabemos si hay juego sucio por parte de la Policía de Marruecos. Lo que sí sabemos es que en ese país no se mueve nada sin que su rey sepa cómo está funcionando la cosa. Creo que mirar para otro lado es una táctica que están empleando con Melilla”, afirmó.
Según comentó Barranco a este periódico, el nuevo jefe territorial de Operaciones de la Policía Nacional en Melilla, Javier Nogueroles, se comprometió con los sindicatos policiales, en la reunión que mantuvieron esta semana, a intentar que la frontera de Melilla sea más transitable y segura. “Esperemos que consiga resolver este problema e implicar en ello a las autoridades marroquíes”, indicó.

“No puede ser que Chramti aparezca y tengamos que sacar los cascos”

El responsable del Sindicato Unificado de Policía en Melilla, Jesús Ruiz Barranco, lamentó ayer que el alborotador marroquí Said Chramti se pasee por la frontera, apedree a las fuerzas españolas y las autoridades de Marruecos le sigan permitiendo acercarse a la ‘tierra de nadie’. “No puede ser que cuando Chramti esté rondando por la frontera, la única opción de los agentes de la UIP (Unidad de Intervención Policial) sea sacar los cascos” para protegerse de pedradas y botellazos, ante la pasividad de Marruecos, comentó.
Fue más o menos lo que ocurrió el pasado viernes cuando el alborotador apareció por la ‘tierra de nadie’ en torno a las seis o las siete de la tarde.
Barranco está convencido de que Chramti está protegido por “alguien en Marruecos” y él cree que podría ser el senador Yahya Yahya. “De lo contrario, la Policía marroquí haría algo”, dijo.
El portavoz del SUP también cree que Chramti paga algo de dinero a los alborotadores que lo acompañan en ‘tierra de nadie’. “Esa gente no actúa por ideología”, sentenció.

Las obras de Beni Enzar, con retraso y “muy baratitas”

El secretario de Organización de la UFP en Melilla, José Guerrero Cámara, aplaudió ayer que se hayan adjudicado ya las obras de remodelación del paso fronterizo de Beni Enzar, pero criticó que se haya hecho con tanto retraso. “Se tenía que haber hecho con tiempo para que terminen antes de la OPE porque este año vamos a tener un caos”, dijo.
Guerrero está convencido de que las obras servirán de poco porque Marruecos no pondrá de su parte. Aunque se felicita de que se hagan obras en la ‘tierra de nadie’, lamentó que nadie les haya enseñado los planos o el proyecto de lo que se quiere hacer.
Al portavoz del SUP, Jesús Ruiz Barranco, le ha llamado la atención que las obras de Beni Enzar hayan pasado de 2 millones a 1,1 millones. “Muy baratitas van a salir”. Por eso teme que se trate sólo de “un maquillaje barato”, afirmó.