El Ministerio de Educación y Formación Profesional anunció esta semana que trabaja para que el próximo curso de 2020/2021 el número del alumnado en las aulas sea de un máximo de 15 a fin de poder garantizar la distancia de seguridad. Sin embargo, las ratios de alumno por aula son elevadas en muchos territorios autonómicos, sobre todo en Melilla, cuya ratio es de las más altas de todo el país. Esto plantea que se hagan turnos de mañana o tarde, o por semanas o días, e incluso que la formación se imparta de forma presencial para unos y también telemática para otros, ya que hay escasez de centros educativos y se tendría que doblar la plantilla de docentes.
Todo esto son también dudas que se plantean sindicatos de Educación en la ciudad, los cuales ven “inviable” e “imposible de planificar” cómo se pretende proceder a dar clases presenciales y reducir el número de niños y niñas en las aulas cuando Melilla tiene las ratios más altas de todo el país y carece de centros educativos suficientes. Además, la dimensionalidad de numerosas aulas están por debajo de lo que está estipulado por ley, señaló el secretariado del sindicato SATE-STEs. Estas cuestiones impiden que en la ciudad se cumpla esa exigencia de la distancia de seguridad, además, también consideran que “es imposible impedir determinados comportamientos de riesgo en niños y niñas de edades tempranas cuando están en grupo”, ya que no es lo mismo tratar a un niño de forma individual.
Para Ricardo Jimeno, secretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras las últimas declaraciones de la ministra de Educación podrían tener dos interpretaciones: la primera, que se trata de un “globo sonda” para ver cómo reacciona la sociedad, el profesorado y el alumnado; sin embargo, la segunda, es que “siendo realistas la propuesta de la ministra demuestra un desconocimiento tan grande y absoluto de lo que es la realidad de las aulas; y que es absolutamente inviable, en Melilla y en cualquier sitio”.
Por otra parte, desde ANPE señalaron la dificultad que habría que añadir con la conciliación de las familias y la organización de las actividades extraescolares de muchos niños y niñas.
Desde CSIF Educación señalaron que en el caso del reinicio de las clases presenciales en septiembre es realizar test masivos para el alumnado, el profesorado y el personal de los centros, y que el uso de mascarilla debería ser obligatorio. Además, las organizaciones sindicales indican que se deben realizar desinfecciones diarias en los centros educativos. CSIF indicó que esto debería hacerse al menos dos veces al día y al terminar cada turno de clases, y además, que las entradas y salidas deben realizarse de forma escalonada para evitar aglomeraciones.
De hacerse el desdoble de clases al que hizo referencia la ministra de Educación, Isabel Celaá, esto es que existan turnos de un máximo de 15 niños, que por ejemplo podrían asistir a clase por la mañana o por la tarde, también debería haberse un contrato de docentes interinos, aseveraron desde CSIF Educación.
Su vicepresidente local, Sergio Ramírez, dijo que la Administración debería invertir para contratar a más docentes, pese a la la crisis financiera que se aproxima después del inicio de la pandemia, va a ser difícil.
Otra razón por la que la Administración lo tendrá difícil, indicó Ramírez, es que anteriormente “no ha hecho su trabajo”, ya que si lo hubiera hecho la ciudad tendría varios colegios de Educación Primaria y otros tantos de Secundaria que además habrían ayudado en el problema estructural que suponen las ratios del alumnado. Jimeno, de Comisiones Obreras, también cree que hay que esperar a ver cómo se dan las contrataciones del próximo curso y aventuró que no se podrá hablar de cómo se producirán esas contrataciones “porque seguiremos igual”.
Para Ricardo Jimeno, secretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en Melilla, es imposible que se pudiera tener a 15 alumnos por aula y desconoce en función de qué podría hacerse el reparto por turnos y cómo se decide que unos niños tengan educación presencial y otros de forma telemática. “En todos los comentarios que hemos oído desde que lo dijo la ministra, de todos los sindicatos, docentes y padres de alumnos, es que consideran la idea como una ocurrencia extravagante, sin fundamente y sin tener una idea de lo que es la educación. Absolutamente inviable”, aseveró.
Por su parte, el secretariado de SATE-STEs también considera que las plantillas actuales de docentes “son escasas y absolutamente insuficientes para atender de un modo paralelo la enseñanza presencial y por otra parte la enseñanza online”. Asimismo, sostuvo que la modalidad telemática “exige unas jornadas laborales prácticamente muy por encima de lo que deben ser por parte de los docentes”.
El próximo viernes los docentes tienen una reunión telemática con el director provincial del Ministerio de Educación en Melilla, Juan Ángel Berbel, después de tres meses. Ramírez, de CSIF, sostiene que desde que comenzó la pandemia ni la ministra a nivel nacional, ni el director provincial a nivel local, ha mantenido reuniones con los responsables de organizaciones sindicales. “Lo que no queremos son los globos sonda de ‘ahora hoy a hacer esto, ahora voy a hacer esto otro’: vamos a sentarnos y vamos a ver. Nos tienen que llamar y negociar, lo que no puede ser es que nos enteremos or el señor Berbel o con la ministra de Educación con CSIF nacional por la prensa”, dijo.
El viernes podrán hablar de cuestiones generales de Educación y además de las medidas de protección a tomar ya que también se reunirán con el Comité de seguridad y Salud de la Dirección Provincial. Los sindicatos coinciden también en que retomar las clases a finales de mayo "no merece la pena” y que es una decisión arriesgada por el momento ya que aun nos encontramos en las fases críticas de la desescalada y se desconoce su evolución.
“Hoy consideramos que no podemos contar con los medios materiales y humanos que garanticen una correcta y diaria desinfección de las aulas”, apuntaron desde el secretariado de SATE-STEs. Además, indicaron hay determinadas enseñanzas como la Educación Infantil o la Enseñanza Especial que exigen una proximidad y un contacto físico directo y por el momento se desconoce si a los docentes se les iba a dotar de los EPIS homologados y seguros, e incluso de una formación que como docentes no han recibido puesto que no son personal sanitario. Las altas ratios son un problema de la educación en Melilla que los sindicatos llevan años denunciando, y la propuesta del Ministerio es difícil de realizar.
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