Melilla es una de las pocas ciudades de España –al menos, de las que tienen cierto tamaño y población- sin servicio de radio taxi. Y, por ahora, va a seguir igual. Pese a que en 2010 la Ciudad Autónoma ya habló de fomentar el servicio y de que el nuevo reglamento del sector establecía ponerlo en funcionamiento antes de 2025, por ahora va a seguir así.
Después del esfuerzo de los taxistas por cambiar sus vehículos a híbridos o eléctricos, el colectivo no puede afrontar un esfuerzo económico que supondría unos 60.000 euros al año si se hace a través de Unitaxi Málaga. Si se llevara a cabo en Melilla directamente, el coste ascendería aún más, ya que habría que contratar a cuatro teleoperadores más un informático para cubrir todas las franjas horarias.
De esta forma, como ha repetido en varias ocasiones el presidente de Unitaxi Melilla, Mohamed Lamrani, aunque la Ciudad Autónoma está mostrando su predisposición para ayudar al colectivo a instalar radio taxi por medio del director general de Movilidad y Sostenibilidad, Diego Giner, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza, si no adelanta el dinero, nada se puede hacer al respecto. Por mucho que el Gobierno local se comprometa a devolverlo luego, los aproximadamente 60 taxistas de la ciudad no disponen a día de hoy del capital suficiente para hacer frente a tamaña inversión.
Lamrani recuerda que se trata de una demanda de los ciudadanos en general y también de los taxistas en particular, pero que, si “la casa grande” –en referencia a la Ciudad Autónoma- “no se pone las pilas”, no se puede hacer más. “La Ciudad se presta a ayudarnos, pero el problema es que tenemos que adelantar nosotros el dinero y nosotros no podemos adelantar lo que no tenemos”, ha reiterado una vez más el presidente de Unitaxi Melilla.
Un radio taxi es una empresa intermediaria de servicios de taxi que se encarga de coordinar las solicitudes de los clientes con los conductores de taxi disponibles. Para optimizar esta tarea, es preciso contar con un programa específicamente diseñado para ello y conocido como software de gestión de despachos o de gestión de flotas de taxi.
Los clientes se ponen en contacto con la central para solicitar un taxi a través de llamada telefónica, aplicaciones móviles, servicios en línea como la página web del radiotaxi o bien WhatsApp y también pueden ser atendidos por la operadora virtual.
El cliente proporcionará la dirección de recogida. Si desea una estimación de precio deberá facilitar la dirección de destino, así como cualquier servicio adicional o condiciones especiales que deba cumplir el vehículo que se le asigne e incluso el conductor.
La central de radiotaxi, entonces gracias al software de gestión, asigna al cliente de manera totalmente automática, el taxi disponible más idóneo según su ubicación y requerimientos solicitados.
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