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Siete máscaras hechas con impresora 3D llegan al Comarcal

Alertados por la falta de recursos de los hospitales, en los que muchas veces se están utilizando vendas para las heridas para sujetar bolsas de plástico como protección ante el coronavirus, dos ciudadanos melillenses, Pablo López y Gabriel Valleuve, decidieron ponerse dar uso a sus impresoras de 3D para hacer fabricar máscaras protectoras desde su casa y así poder poner su granito de arena ante esta crisis, sobre todo para los médicos, enfermeras y demás personal sanitario cuya protección estos días ya está siendo muy precaria. Este fin de semana estuvieron elaborando algunas máscaras las cuales siete las pudo utilizar el personal del Hospital Comarcal del turno nocturno del lunes. Al parecer la iniciativa ha tendido muy buena aceptación entre las enfermeras, por lo que las impresoras de estos dos melillenses continúan trabajando e imprimiendo a destajo para surtir a todo el personal que puedan con estas máscaras. “Hace ya muchos días estábamos buscando una forma para ayudar a la gente, a los sanitarios, sobre todo y a toda esta gente que tiene familiares enfermeras, sabemos que están faltos de protección y que en el hospital se está protegiendo con bolsas de basura, con láminas del colegio de los niños; es decir, que no tienen muchos recursos materiales”, explica Pablo. Vieron que en hospitales de Málaga, Madrid o Sevilla están utilizando este tipo de máscaras por lo que decidieron hacerlas aquí también viendo que tenían posibilidad de hacerlo. Pablo cuenta que hay mucha gente con ganas de participar y que tiene este tipo de impresora en casa, pero esperaban a que se diera alguna luz verde para hacerlo. Pero Pablo y Gabriel creen que no debería haber más demora y se pusieron manos a la obra ya que la situación de alerta sanitaria lo requiere. Por eso, empezaron a pedir material a la gente. El material con el que las elaboran es PLA, ácido poliláctico; es biodegradable y se puede lavar con lejía, alcohol, jabón o cualquier cosa. Ellos las imprimen desde cero, tan solo lleva esa pieza de PLA, donde se sostiene una lámina de acetato, que se compra en cualquier papelería, y luego le colocan una coma de costura con el din de que se puedan ajustar a la cara. De esta forma se consigue la protección del rostro. Es polivalente, sostiene Pablo, de modo que puede adaptarse a cualquier tamaño de cabeza. “Las enfermeras saben que es un material que se puede limpiar”, sostiene. La idea de esta iniciativa, cuenta, es que la gente pueda ayudar. Hay negocios locales que se han ofrecido para donar material, pero por el momento están utilizando el que tienen en casa y el que pueden comprar de su propio bolsillo. Aunque en las papelerías de Sparza y Comamel, la del Colegio Enrique Soler, al decirles para lo que era decidieron donarles material sin dudarlo. También muchos de los gastos corren la cuenta de Pablo y Gabriel ya que son quienes están poniendo en funcionamiento sus impresoras. Por ello, quieren hacer un llamamiento a que todo aquel que tenga una impresora 3D y tenga ganas de colaborar, no dude en ponerse a fabricar esas máscaras. “Es cuestión de imprimirlo, que lo use el personal sanitario”, señala. Tanto Pablo como Gabriel conocen la situación del hospital y saben que se están poniendo cintas para las heridas con un plástico en la cara porque no tienen más material. También tiene más familiares en el sector sanitario y sabe que lo están pasando mal y se juegan la vida con bolsas de basura. “Es normal, hay mucha crisis sanitaria y está la cosa muy parada”, dice. Por eso, quieren ayudar. Además, sin haberlas terminado, ya le han pedido de estas máscaras trabajadores del CETI y otros compañeros de empresas de seguridad. “Usarse se van a usar, eso te lo puedo garantizar”, asegura, ya que ha visto muchas fotos de enfermeros y médicos de hospitales de Málaga que están usando este tipo de máscaras porque no tienen más medios. El diseño que están sacando es parecido. Esta es una iniciativa totalmente solidaria, que no tiene ningún ánimo de lucro que nace como respuesta inmediata a lo que está aconteciendo. Así que quieren ayudar a esos enfermeros, técnicos y médicos“. Para taparte con una bolsa de basura mejor algo que se ha hecho con impresión en 3D, que se ha hecho con un material biodegradable que se puede limpia , se puede usar en lejía se puede usar en alcohol, se puede reutilizar”, comenta. Estos melillenses han querido agradecer a todos los que han colaborado con ellos y han cedido material, y esperan que así se pueda crear un efecto llamada para que aquellos que puedan y posean una de estas impresoras, las hagan desde casa. Además, muchos organismos se han puesto en contacto con ellos para seguir ofreciendo toda la ayuda que pueden. Todos aquellos que estén interesados en poner también su granito de arena y quieran saber cómo colaborar con esta iniciativa, pueden ponerse en contacto con ellos a través del correo pa********@gm***.com.

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