“Serrat está en nuestra vida”

Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943), cantautor, compositor, escritor, poeta y guitarrista, premio Princesa de Asturias de las Artes 2024 por un "trabajo de honda raíz mediterránea, se aúna el arte de la poesía y la música al servicio de la tolerancia, los valores compartidos, la riqueza de la diversidad de lenguas y culturas, así como un necesario afán de libertad". Conversamos con Ángel Castro Maestro, profesor de Historia y dirige el Centro Asociado de la UNED en Melilla.

-Usted tuvo la suerte de conocer a Serrat... ¿Qué recuerdos tiene?

-Él mismo dice, en una de sus canciones que los recuerdos, suelen contarte mentiras. Y es cierto. Lo que uno vive luego lo va endulzando y adornando con otras cosas ciertas o inventadas, los va acomodando, y lo que nos queda no es exactamente como uno lo vivió. Yo tuve la suerte de conocerlo cuando era un adolescente, porque su voz siempre me llamó la atención y sus letras todavía más. Aquella Cançó de matinada, me llegó al corazón, yo la escuché sobre el año 69 pero la había compuesto hacía cuatro años.

-Es uno de los pioneros de la Nova cançó... pero a finales de los sesenta

empezó a cantar en castellano y, algunos de sus seguidores pasaron a considerarlo un traidor. Serrat siempre decía que su madre era aragonesa (de Belchite) y, con ella hablaba castellano (es pues el castellano su lengua materna). También tuvo presiones para presentarse al festival de Eurovisión representando España, algo que al final no hizo, sería Masiel con su La la la...

-Serrat, antes del conflicto con Eurovisión, había tenido conflictos en Cataluña contra los puristas de la Nova cançó, precisamente porque se empeñaba en cantar muchas canciones en castellano.

-"De vez cuando la vida nos besa en la boca", dice la letra de una de sus canciones. Una vida muy intensa íntimamente ligada a momentos históricos fundamentales de España. Una España que se despertaba...y que quería vivir de otra manera. España maduraba políticamente y Serrat podría ser la música de fondo de esos momentos. ¿Es merecido el premio Princesa de Asturias Serrat?

-Por supuesto, muy merecido. A Serrat le debemos todos ser uno de los mejores y de los más decisivos contribuyentes a la banda sonora de nuestra vida. Esa música que está asociada a nuestros momentos -los de

todos/as- más significativos. Por tanto es muy justo y muy merecida tan notable distinción.

-Y, además, si nos fijamos en los comentarios que el jurado del mencionado premio expone para su concesión, reconocemos que son ciertas todas y cada una de las ideas: con sus canciones, trasciende la música para ser un referente cívico. "Para la libertad, sangro lucho y pervivo..." dice la letra de una canción.

-Sus letras son siempre de un contundente contenido moral. Los valores en que se basan son los valores que hay que difundir y asumir... y nunca ha rehuido el compromiso con la sociedad... incluso en los momentos más duros del famoso procés, puso siempre una gran dosis de sentido común y naturalidad diciendo algo así como que tener dos lenguas es una riqueza sólo si una de ellas no amenaza y quiere anular a la otra. Los que hayan visto a Serrat en directo saben que si está fuera de Cataluña, antes de comenzar una canción en catalán, traduce y explica la letra, porque así, como él dice, si no nos gusta, no será porque no la entendemos.

-"Cada loco con su tema, contra gustos no hay disputas, artefactos bestias hombres y mujeres, cada uno es como es, cada quien es cada cual, y baja las escaleras como quiere. Pero puestos a escoger soy partidario de las voces de la calle más que del diccionario, que me privan más los barrios que el centro de la ciudad, y los artesanos más que la factorías. La razón que la fuerza el instinto que la urbanidad...". Desmenuzando las palabras del jurado del premio leemos: "(...) su obra tiene fuerza de himno colectivo con voluntad universal". ¿Qué nos podría decir de esta idea?

-Es una magnífica definición y síntesis de sus canciones. Mediterráneo fue declarada la mejor canción de los últimos cincuenta años... y todos los que hemos nacido en las orillas de este mar, hemos presumido alguna vez, precisamente de eso, de haber nacido entre Algeciras y Estambul. La canción Para la libertad, sobre un poema de Miguel Hernández, es un verdadero himno en el mundo entero... y si hubiera alguna duda, dos ejemplos más. Uno que hace más universal aún a don Antonio Machado con ... golpe a golpe, verso a verso... y otro de su cosecha propia, el de Hoy puede ser un gran día...

-El jurado sigue diciendo: "(...) acercó con su voz a poetas como Antonio Machado, Miguel Hernández, compartiendo los valores de tolerancia en un momento histórico concreto".

-Pues completamente cierto: El disco que extendió la obra de Machado es de 1969 y el que trajo a España -sin duda- a Miguel Hernández, cuando ni siquiera estaba publicada su obra en nuestro país (sus libros se editaban en Argentina) es de 1972... en la mente de todos está cómo era la situación política en España, gracias a que la sociedad era ya de otra manera que la política. Pero esos no son los únicos poetas a los que Serrat ha contribuido decisivamente a extender. Hay canciones y discos hechos sobre poemas de Benedetti, Ernesto Cardenal, León Felipe, Rafael Alberti, José Agustín Goytisolo, Cernuda, Joan Barril, Josep Palau, Joan Salvat... y muchos más.

-Aúna el arte de la poesía y la música, la riqueza de la diversidad de lenguas. Catalán y castellano, dos lenguas que ha fomentado y ayudado a progresar, lejos de los enfrentamientos, desde un equilibrio natural como vehículos de concordia y entendimiento. "Prefiero los caminos a las fronteras ", dice una de sus canciones. ¿Qué le parece?

-En dos lenguas ha cantado y nadie se ha ofendido de los que han llenado sus conciertos. Por eso el jurado del Princesa de Asturias dice: es, además representante de la riqueza lingüística y cultural de España”. “Y esta representación le ha costado no pocos disgustos y no solo en España. Tiende puente entre países y generaciones”... (son también palabras pronunciadas el jurado al concederle el premio). Los argentinos presumen de que todos se saben todas las canciones de Serrat. Y los mejicanos, cubanos, chilenos, uruguayos, peruanos, paraguayos, costarricenses, neoyorkinos, californianos... pero ninguno nos gana a los que tienen una edad parecida a la que yo tengo, que además nacer en el mediterráneo, hemos vivido sus comienzos, sus aciertos, sus dificultades, su madurez e incluso su retirada... el concierto de retirada titulado El vicio de cantar, que pude disfrutar con mi familia en la plaza de toros de Granada en septiembre del 22 y efectivamente, como sigue diciendo el jurado del premio, Serrat tiende puentes entre países y generaciones.

-Serrat en directo gana...

-He tenido la suerte de ver sus conciertos en muchas ocasiones, alguna vez (creo que dos) en nuestra ciudad incluso y en todas, cualquiera puede apreciar lo que gana en directo, porque habla, le cuenta al público la intrahistoria de muchas de sus canciones, los motivos... recuerdo que hace años no paraban de pedirle que en los bises cantara Penélope, y él se resistía -la música es de Augusto Algueró- por algún motivo no quería cantarla y contestaba: "La pobre Penélope está en el asilo, con Algueró".

Todos los que asistíamos a los conciertos nos sabíamos todas las letras, claro, y las canturreábamos bajito muchas veces, sin molestar, porque lo importante era ver y escuchar a ese que habíamos oído tantas veces en los vinilos o en las cintas de cassette que tan importantes fueron para nosotros. Siempre se ha rodeado, además de excelentes músicos que le han acompañado. El maestro Ricard Miralles, el inmenso Josep María Más “Kitflus”, Josep María Bardagí y Alberto Amargós por nombrar unos cuantos... por cierto que en la gira de despedida, llevaba al violín a la hija de éste último, Úrsula Amargós, que cantó con él aquella canción titulada Es caprichoso el azar, con una voz magnífica. El sonido en directo siempre estuvo cuidadísimo y fue de excepcional calidad.

-Algún recuerdo especial que pudiera contarnos de algún concierto del cantante catalán...

-Recuerdo cuando vino a presentar a Melilla el disco Para Piel de Manzana, debía ser el año 1976, que la escenografía era un carrusel de feria, un cacharrito de esos de feria donde hay caballitos, coches de bombero, de policía, motos... donde por tres pesetas los niños podrían ser bomberos voluntarios. La canción se llamaba El carrusel del Furo, que según explicaría mucho más tarde, era el apodo de su abuelo, donde podías sacar el billete a tres pesetas y dos boletos por un duro. Con ese tema y el son de feria, comenzaba el concierto.

-Un poeta. Mi fruto, mi flor, mi historia de amor, mis caricias, mi humilde candil, mi lluvia de abril, mi avaricia, mi trozo de pan, mi viejo refrán, mi poeta, la fe que te di... Unas letras que penetran...

-Para nosotros, los que hemos crecido acompañados por su voz y sus canciones, los que hemos ido conformando nuestra vida con su música, los que hemos podido escucharlo con atención, estamos convencidos que él si que es un verdadero poeta porque sus cuidadísimas letras, sus metáforas y sus historias ya forman parte de la literatura española y están en el acervo colectivo. Nosotros, sus seguidores, tenemos en nuestra memoria y en nuestra vida sus versos y hasta a veces, nos atrevemos a tararearlas así, bajito, cuando nadie nos ve ni nos oye. Por cierto que en el concierto de despedida, él deja que el público cante Aquellas pequeñas cosas, la que comienza con: “uno se cree que las mató el tiempo o la ausencia”... Deja que el público la cante entera y yo creo que se emociona del alma que le pone todo el público al cantar, que le encanta escucharla así con los miles de devotos cantándola lo mejor que saben. Se queda mirando a toda la concurrencia y mueve la mano derecha emocionado, como diciendo, que bien lo habéis hecho... y luego apenas puede pronunciar palabra.

-Cantautor. Contador de historias... Una época sin redes sociales, donde una canción te cuenta una historia...

-A Serrat le bastan treinta y seis versos, en una canción, para contarte una novela de trescientas páginas. Puedes hacer la prueba con cualquiera de las canciones, En Qué va a ser de ti, te cuenta el drama de un padre que descubre que su hija se ha ido de casa, lo mismo que en Muchacha típica, a base de esdrújulas te retrata una familia de la buena sociedad madrileña, con su hija de buena familia, o en Poco antes de que den , retrata el eterno juego de los engaños de la hija al padre que quiere controlar y no la deja llegar más tarde de las diez de la noche, pero si quieres de verdad una historia entera de muchos años, escucha la canción Entre un hola y un adiós del disco de 1994 Nadie es perfecto. Resumir así, con esos detalles determinantes y esa manera de contarlo es propio de un maestro de las letras, de un verdadero escritor con oficio y con muchos recursos. Imagina al pobre ese que ponía los discos si ella quería bailar, y que jamás llegó a tocarla, porque vivió siempre entre un hola y un adiós.

-"Prefiero amar a querer", dice una canción suya. Toda una lección de sentimientos. El cantante impregna nuestra memoria. ¿Es así verdad?

-Es una de las figuras más destacadas de la canción moderna. Joan Manuel Serrat forma parte de la vida de todos los que tienen más de veinte años y hablan nuestra lengua, los que llevamos el recuerdo de sus canciones y de su música y echamos mano de ellos y de ella cuando más los necesitamos, ya sea porque viene la tormenta de la melancolía, el incendio de la tristeza o la admiración de la ternura. Tiene ochenta años y se ha retirado del vicio de cantar, recogerá en unos días el premio Princesa de Asturias de las Bellas Artes y también un poco, los que lo veamos, sentiremos que el cantante, el poeta, el músico es una parte de nosotros, que hemos estado toda, toda la vida tarareando sus cosas y oyéndolo cantar.