Hemos puesto punto y final al tercer trimestre del año con un mes de septiembre repleto de acontecimientos, que ha tenido noticias de mucha importancia para la ciudad, como el anuncio de la reapertura de la aduana comercial para el próximo mes de enero, según ha afirmado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una comunicación desde Nueva York que tampoco es que sonara muy contundente y que su homólogo marroquí ni siquiera quiso comentar.
Pero empecemos por el principio y por los festejos en honor de la Patrona Coronada de Melilla, Nuestra Señora de la Victoria, que se celebraba por primera vez después de dos años de prohibición por la pandemia.
Al margen de que los melillenses asistimos emocionados al encuentro con la Virgen, que no se veía en la calle desde hacía años por la climatología además del covid, se puede afirmar que fue una Feria muy digna, con un buen cartel de actuaciones, que también tuvo su reflejo tanto en la caseta de los jóvenes como en la de los mayores. Y un detalle muy interesante fue la ausencia de incidentes reseñables, tal y como confirmaron en su momento tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Policía Local.
Fue precisamente durante el comienzo de los festejos cuando supimos que la exministra de vivienda del PSOE con Rodríguez Zapatero, María Antonia Trujillo, hablaba de Melilla y Ceuta en términos de “vestigios antiguos” y abogaba por una solución política de cara al futuro. Como cabía esperar, las reacciones fueron inmediatas y en contra de un posicionamiento equiparable a las ansias anexionistas de Marruecos. Todo el arco político del país, desde Vox a Podemos, se pronunció en contra de Trujillo. El PSOE, partido de la exministra, se desmarcó totalmente de sus declaraciones y sentenció que estaban muy alejadas del planteamiento real del partido. De hecho, María Antonia Trujillo fue declarada persona non grata en ambas ciudades y con el apoyo decidido de los socialistas.
En el plano político cabe destacar, asimismo, la celebración del XIII Congreso Regional del PP el día 24, un cónclave de gran importancia y que movilizó como nunca a una militancia que tuvo que decidir entre dos candidatos para la Presidencia Regional: Juan José Imbroda y Javier Lence. El día 6 se presentaron las credenciales de uno y otro y ya entonces se adivinó que Imbroda tenía todas las papeletas para encabezar de nuevo la organización popular en Melilla. De hecho, consiguió más del doble de los avales que Lence, algo que se confirmó el día 12 cuando quedó proclamado candidato único al obtener por encima del 58% del apoyo de los militantes censados.
Despejada la incógnita de quién ocuparía el puesto (en el Congreso logró algo más del 98% de los apoyos) toda la atención se centró en saber hasta qué punto se produciría una renovación en la dirección del partido. Inicialmente, de las 22 personas que fueron designadas por Imbroda de cara a la asamblea de los afiliados, el 50% eran caras nuevas.
En este sentido habría que señalar que el nuevo Comité Ejecutivo cuenta con casi cien personas y que no ha habido renovación en los cargos importante del partido, que vuelven a quedar en manos de Miguel Marín (secretario general), Sofía Acedo (coordinadora de Organización) y Manuel Ángel Quevedo (coordinador de Proyectos y Programas). Junto a ellos se sitúa también Fadela Mohatar, que pasa a ocupar la portavocía y la secretaría de comunicación de los populares.
Fue un Congreso que buscó desde su convocatoria ilusionar a la militancia y a los melillenses bajo el eslogan “Preparados para ganar”, que es el gran objetivo establecido por Imbroda, quien recibió el apoyo y el respaldo de Madrid a través del propio líder nacional de la organización, Alberto Núñez Feijóo.
Políticamente otro de los grandes titulares de septiembre ha sido la admisión a trámite de la demanda presentada por CpM contra la Delegación del Gobierno por entender que ha actuado con arbitrariedad en la aplicación de normas que regulen el régimen de viajeros en Melilla. La polémica entre PSOE y CpM no se hizo esperar y el enfrentamiento entre ambos partidos sigue agrandando la brecha que mantienen desde hace largo tiempo a pesar de compartir responsabilidades de Gobierno. El último episodio en esta disputa, todavía está por escribirse.
Y como decía al comienzo de esta crónica del mes, septiembre ha sido la fecha escogida para trasladar a la opinión pública cuándo se abrirá la aduana comercial. En principio, el ministro ha anunciado que será en enero pero la noticia se ha acogido con cautela en la ciudad, salvo en el caso de las socialistas Gloria Rojas y Sabrina Moh, que inmediatamente aplaudieron en Twitter que el Gobierno hubiera cumplido con el compromiso adquirido con los melillenses a ese respecto. Todos los demás representantes políticos han sido cautos o han comentado que esa reapertura debía de haberse producido mucho antes.
Por cierto que sigue sin aclararse qué quiso decir el ministro con una apertura “ordenada y gradual” de la aduana, algo que ha motivado especulaciones y que llevó al PP a comentar la posibilidad de que, al final, los marroquíes no dejen pasar nada que no haya sido fabricado en Melilla.
La ciudad, por su parte, cumplió 525 años de historia, una fecha redonda que, sin embargo, no motivó actos especiales por parte del Gobierno. En esta ocasión todo se redujo a la jornada del día 17 con un espectáculo de helicópteros a cargo de la patrulla Aspa y de la unida canina de Ingenieros, y por la tarde el acto de homenaje a Estopiñán y entrega de Medallas de Oro, que recayeron en Javier Imbroda (póstuma) y el artista Carlos Baeza.
El discurso del presidente De Castro para la ocasión no pudo ser más nefasto. Aprovechó el acto institucional y la entrega de las medallas para agredir verbalmente a la oposición popular y, muy concretamente, a su líder, Juan José Imbroda, precisamente hermano uno de los galardonados.
Y un apunte político más. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo en el Congreso que la actuación de la Guardia Civil en la valla durante el 24 de junio fue “firme, serena y proporcionada”. La comparecencia de Marlaska permitió que el presidente Sánchez no tuviera que hablar a los diputados en Madrid sobre este asunto.
Y como es habitual, en septiembre se inició el curso escolar. Más de 17.000 alumnos volvieron a las aulas en una situación que no ha sido del agrado de los profesores, cuyos representantes sindicales denunciaron la elevada ratio que sigue existiendo en la ciudad.
Con el inicio del curso también conocimos las agresiones que sufrieron hasta tres alumnas en el instituto Leopoldo Queipo y que han sido denunciadas ante las autoridades competentes.
Fue en septiembre también cuando Melilla recibió el mayor crucero de cuantos arribarán a nuestro puerto en todo el año y cuando La Legión conmemoró su 102 aniversario, además de darse por concluida definitivamente la Operación Paso del Estrecho y anunciarse la llegada del patrullero Infanta Cristina muy próximamente en misión de vigilancia de la soberanía marítima.
No puedo terminar esta crónica de septiembre sin mencionar la pérdida de José Manuel Calzado, que fuera director provincial de Educación, para consternación de toda la ciudad.