Según CEME, tras el cierre aduanero el comercio ha bajado de un 30% a un 40%

El presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) José Reyes, declaró ayer que el cierre de la aduana ha provocado un descenso del comercio en la ciudad de “aproximadamente de un 30% a un 40%”. Existen datos oficiales al respecto, pero según comentó Reyes, “no son muy fiables porque también hay que tener en cuenta que en contrapartida a este cierre, el comercio transfronterizo ha crecido”, aseguró.

Por ello, recordó que este es un balance difícil de cuantificar, pero sí se mostró más tajante cuando aseguró que “aunque se estén generando pérdidas importantes en algunos sectores, no se ha cortado todo el comercio, solo el paso por carretera”, dijo.

Además, el presidente de CEME, comentó que se están llevando a cabo conversaciones por parte de las autoridades aduaneras de Marruecos y España en las que “puede que se solucione algo”. Sobre este tema, Reyes añadió que, aunque este tema se lleve de un forma un tanto secreta, “nosotros, desde la Confederación de Empresarios de Melilla hemos solicitado que se nos incluya en esas conversaciones” al considerar que son un aparte involucrada.

Cierre unilateral

Asimismo, Reyes también criticó la decisión del cierre por parte de Marruecos. “Esto de que el país vecino estime de forma unilateral que el paso de mercancías documentadas se ha acabado es injusto”, comentó. Reyes no comprende las justificaciones que se dan desde el otro lado de la frontera cuando explican que estas importaciones afectaban a los comerciantes de Beni Enzar pero el presidente ironiza cuando se pregunta si “la mercancía que entra por el puerto de Nador también le hará el mismo daño”. Y al respecto, Reyes añadió que “Melilla, diga lo que diga Marruecos, está dando de comer a de 30.000 a 50.000 marroquíes y existen unos acuerdos comerciales desde hace casi cien años que no se pueden romper de la noche a la mañana porque a alguien se le ocurra que le estamos haciendo daño, cosa que no es cierta”.

Comercio atípico

Respecto al tema del comercio atípico, Reyes explicó que sí funciona correctamente y matizó que ellos prefieren denominarlo como “fronterizo”. “Es un comercio que está regulado y que por consiguiente no es ilegal, puede que Marruecos sí lo considera así pero la mercancía que pasan por el Barrio Chino está documentada, los porteadores tienen sus tickets de compra y pueden enseñarlos si se les exigiese”. Una de las soluciones que se barajó hace tiempo para paliar esta situación fue el proyecto de construcción de un centro de intercambio de mercancía. Según Reyes, “es muy buena idea, porque llegarían las furgonetas y se haría el intercambio de mercancías allí mismo, con lo que la ciudad no se vería afectada y el tránsito por la frontera sería más fluido de lo que es en la actualidad”. De momento, el proyecto está paralizado, aunque CEME sigue reivindicándolo, pero depende de que Marruecos consienta, pero lo ve complicado ya que ellos siempre “hacen actuaciones de forma unilateral”.

Sin embargo, Reyes quitó presión a la ciudad por el impacto económico que ha tenido el cierre de la aduana y explicó que es un buena oportunidad para otear nuevos horizontes para seguir creciendo desde otro lugar. “El cierre solo afecta a una parte de la ciudad, porque Melilla no es solamente la frontera”. Y añadió que “lo que necesitamos en la ciudad es un turismo que venga con un buena posición económica, potenciar la hostelería, los servicios, y la formación, pero sobre todo debería concretarse la ampliación del puerto”. Y finalizó diciendo que “no podemos estar constantemente mirando hacia la frontera”.