Marisol Galán es la candidata a presidir la Ciudad de Unión, Progreso y Democracia (UPYD). Además de profesora de Música en la ESO en el instituto Miguel Fernández es vocal en el consejo de la dirección nacional de su partido. Cree que la política no es una profesión, sino una vocación. Afirma que hay que apostar por el turismo cultural porque se trata de un turismo de calidad y subraya la necesidad de favorecer espacios de encuentro para los jóvenes, de manera que puedan formar sus grupos y fomentar la vida cultural propia de Melilla.
Galán asevera que su partido sigue siendo muy necesario porque otros que han dicho que les parece luego han sido “el partido de la abstención” en nuestra ciudad.
–¿Quería ser maestra de pequeña?
–De pequeña sí que al principio quería ser maestra. Quizás porque también en casa te dicen eso de “mi niña va a ser maestra” y de muy pequeñita lo asumes. Luego durante el Bachillerato me gustaban muchos las ciencias y estudié esta rama en dicho curso. Pero después, las circunstancias hicieron que me quedara en Melilla. No obstante, estoy muy contenta. Al final vi que efectivamente la vocación de maestra era lo mio. Mi carrera como maestra, y más tarde como profesora en Secundaria, me ha llenado. Me gusta estar con contacto con los alumnos y estoy contenta de haber encontrado mi sitio.
–¿Cómo es la sensación de entrar en un aula a enseñar?
–Pues es una sensación que te despierta mucho. Estamos trabajando con personas y hay una interacción constante en el aula. Te da mucha energía. El entrar en una clase cambia cada día. Cada día es distinto porque no sabes cómo van a estar los alumnos o yo o si les voy a aportar algo. Todo esto hace que cada día sea diferente, pues cuando tienes una clase buena, porque sabes que vas a sacar el máximo de la experiencia educativa; y cuando tienes una clase más revoltosa o donde son más dispersos, porque también supone un reto el llevarlos a tu terreno. Yo lo vivo así.
–¿Ha cambiado mucho la educación y los alumnos con el paso de los años?
–En unas cosas sí y en otras no. Lo que más ha cambiado ha sido la metodología. Las nuevas tecnologías antes no estaban tan a la orden del día. Llevo ya 30 años en la enseñanza. Cuando comencé, como mucho tenías al lado un radiocasette. Y hoy en día no se entiende una clase sin una pizarra digital o tener acceso a Internet.
En mi especialidad de Música accedo de forma continua a audiciones, vídeos, películas y material que te da también la editorial. Esto es, la metodología ha cambiado mucho.
Lo que no ha cambiado es la interacción a nivel de profesor alumno. Sigue existiendo la necesidad de llegar a la entencia del ser humano y eso no te lo quitan ni las nuevas tecnologías y los cambios en el tiempo. Aunque otra cosa que cambia también es que una es cada día más vieja y ellos son igual de jóvenes siempre. Pero esto también te da energía.
–No ha parado de formarse en todos estos años.
–Sí. Pero en eso no soy una persona excepcional. Por lo general, en profesiones como la mía tienes que estar formándote todo el tiempo. Ahora estoy más metida en idiomas y en nuevas tecnologías porque veo que es lo que hace falta. Entonces, conforme vas avanzando en tu carrera profesional te vas dando cuenta de las carencias que tienes que ir llenando. Pero es fundamental, sino te estancas, te aburres y te decepcionas. Es mejor ir formándose. La formación continua es lo que también te hace avanzar en tu profesión como persona.
–¿Recuerda cuándo y por qué se afilió a UPYD?
–Me afilié en la época en la que el PSOE tuvo una política bastante errática con respecto al problema de ETA. En aquella época eran ya los últimos momentos de los terroristas. Yo soy hija del cuerpo de la Guardia Civil. Mi padre era guardia civil, mis abuelos fueron guardias civiles y mis primos son guardias civiles. Entonces, con el tema del terrorismo siempre he estado muy sensibilizada. En aquella yo estaba buscando una opción que fuera progresista y que no le diera tregua a la actuación para terminar con ETA. Encontré en UPYD esa respuesta. Luego seguí investigando sobre el partido y vi que tenían propuestas muy interesantes, progresistas, de regeneración democrática, que en aquella época nadie hablaba de ellas porque fue la época de entrada de Zapatero al Gobierno central. Y todo eso me hizo acercarme a UPYD.
Además, conocía aquí a Emilio Guerra, que es marido de una compañera, Rosa Montero, y ya empezamos a entrar un poco en el grupo de gente de UPYD. Me recibieron fabulosamente. Es que la gente de UPYD es maravillosa y desde entonces estoy ahí.
–¿Había tenido antes contacto con la política? ¿Le había interesado?
–Me interesaba como ciudadana de a pie. He tenido amigos que han estado en política de forma activa. Pero yo no hasta ese momento. En política me he ido metiendo porque he visto que hacen falta cosas y si yo he podido echar una mano, lo he hecho. La verdad es que la política siempre me ha interesado.
–¿Trasmite a sus alumnos la importancia de la política?
–A los más mayores, cuando salen estos temas en la clase sí. Es que en la aula se habla también de lo divino y de lo humano. Sea la asignatura que sea los chavales te cuentan sus cosas, sobre todo, si les das un poco de cancha. Ellos se abren, te cuentan y preguntan mucho. Siempre le digo a mis alumnos que es importante implicarse en política porque es el gobierno y es el ser ciudadanos. Es pasar de la idiocia a la ciudadanía. Intento hacerles ver que es importante la implicación política, en los niveles que ellos quieran, pero que hay que interesarse por los temas del gobierno de la ciudad.
–¿Cómo sentó en su familia que quisiera entrar en la primera línea de la política?
–Lo aceptaron muy bien. Tengo que agradecer a mi familia que siempre me ha apoyado y ha entendido cuál es mi motivación. Al final, tu familia te conoce y sabe quién eres y cuáles son tus valores. Tengo que agradecer que siempre mi familia ha estado ahí.
–Ha escogido dos profesiones que no tienen buena valoración social.
–Es cierto y, sin embargo, son dos tan fundamentales. Bueno, a la política no la llamaría profesión es más bien una vocación de servicio, pero insisto en que son fundamentales. El acompañamiento de las generaciones nuevas hacia ese ser ciudadanos llenos es, tanto en educación como en política, una labor apasionante. Creo que no soy la única que lo ve así. Pero es cierto que hay un deterioro de la consideración social de los dos ámbitos. Pero soy optimista. De una manera o de otra se pasan las épocas de crisis, pero en el fondo la estimación social de tanto de una como de otra va a resurgir.
–Es miembro de la Asociación de Estudios Melillenses. Ha hecho teatro y musicales. También canta en el Coro y en la Coral Polifónica. ¿Por qué esa vinculación con el mundo cultural?
–Pues bueno, quizás por mi especialidad. Tengo la especialidad de Magisterio de Filosofía y Francés, pero saqué la oposición en Secundaria por Música. Mis estudios de Música me han llevado a hacer música. Y encontrado cómo hacerla en la ciudad.
En Melilla tenemos una suerte impresionante. Tenemos una vida cultural que ya quisieran muchas ciudades de por ahí. He podido hacer musicales con Bombalurina y Arrabal. He podido cantar en coros maravillosos, como el Coro Ciudad de Melilla o la Coral Polifónica. He podido tener experiencias a nivel artístico maravillosas y en ello seguimos. Además, la Asociación de Estudios Melillenses me permite conocer la historia y la riqueza cultural de la ciudad. Era una forma de integrarme en la vida cultura.
–¿Qué se propone desde UPYD para temas culturales?
–Pues valoramos mucho el mundo cultural por varias razones. La primera es el valor intrínseco del hecho cultural porque es fundamental que la cultura no sea una materia de lujo, sino que sea asequible a la gente. Pero también porque fomentar el espacio y la cultura en la ciudad va a traer turismo de calidad. Tanto que vamos y venimos con este tema, tenemos una oportunidad única en Melilla para lograr eso. Apostamos porque Melilla La Vieja sea Patrimonio de la Humanidad. Soy muy viajera y otras ciudades con esta calificación no tienen nada que envidiar a nuestra ciudad. Ese compromiso con el fomento de la cultura lo llevamos en UPYD como parte fundamental del programa. Además, atraer con paquetes un turismo cultural porque es de calidad. Hay que explotar esa relación de turismo y cultura.
También hay otras propuestas interesantes. En Melilla hay una gran actividad cultural a nivel de teatro y de música y creemos que es necesaria la creación de una Escuela de Artes Escénicas. Es algo que necesitamos. Es una salida cultural. Desde la Ciudad se puede crear y fomentar.
Asimismo, el fomento de la cultura entre los jóvenes es otro objetivo de nuestro programa. Los jóvenes necesitan también esa promoción de la cultura. Estoy pensando en tantos grupos de gente joven que tocan y cantan con sus bandas de pop o rock. La idea sería favorecer a esos grupos y que desde la Ciudad simplemente valdría con poner a su disposición un local para reunirse. Eso lo digo porque lo comentan mis alumnos e incluso mis hijos pasaron por ahí. Es necesario que la Ciudad apoye más a los grupos locales y que, sobre todo, a los que empiezan les echen una mano porque los grandes ya van andando.
–¿Qué haría UPYD para mejorar la educación, según su experiencia y teniendo en cuenta que la Ciudad no tiene todas las competencias transferidas?
–Bueno la Ciudad tiene unas competencias y el Ministerio de Educación, otras. Ahí tenemos un problema serio. El tema de la igualdad, que es uno de los pilares de nuestro discurso de partido, nos vemos claramente afectados en la ciudad. No tenemos la misma igualdad que con otros territorios ni a nivel de sanidad ni a nivel de educación. ¿Por qué? Porque no tenemos las competencias. Desde UPYD, tradicionalmente, llevamos pidiendo en todas las comunidades una devolución de las competencias al Estado para fomentar la igualdad. Pero si esto no va a poder ser así, vamos a hacerlo al revés. Vamos a pedir la competencia. Lo que no puede ser es que haya incluso lagunas de legislación que impidan a la ciudad de Melilla desarrollar la educación como debería. Y lo mismo para sanidad. Entonces se puede pedir una encomienda de gestión al Ministerio y que prácticamente pasen determinadas competencias a la gestión de la Ciudad. Eso se podría hacer pero para ello se necesita mucha comunicación entre administraciones, mucha voluntad política y mucho diálogo. Desde luego, si entramos en la Asamblea vamos a favorecerlo, fomentarlo y conseguirlo. Es una de nuestras bazas principales.
–Si entra en la Asamblea, ¿qué proyecto defenderá con uñas y dientes?
–Pues hay varios. Uno de ellos es mejorar la educación. También tenemos que mejorar la sanidad y desde luego otras cuestiones, como mejorar la participación ciudadana. La Ciudad debe tener un documento que regule la participación ciudadana. Me parece fundamental para llegar a una democracia participativa y no meramente representativa. Hay varias ciudades grandes que lo tienen. Ese proyecto es fundamental y que hay lograrlo en esta legislatura.
Otras cuestiones son abordar la actividad económica y el problema tan grande que tenemos en frontera y en comunicaciones. Son también prioridades, casi son emergencias.
–¿Cómo ha sido la experiencia de ir con CpM a las elecciones nacionales?¿Se entendió en su partido?
–Pues mira, estamos aprendiendo en el partido a eso. Nuestro partido siempre ha sido muy celoso de su identidad. Pero, soy miembro del consejo de dirección nacional y cuando los propusimos fue en una corriente dentro del partido y es la de apertura al diálogo con otras fuerzas políticas de carácter parecido al nuestro, de centro, centro-izquierda y fuerzas progresistas que busquen realmente las últimas finalidades que también buscamos nosotros. En este sentido, nos hemos encontrado cómodos con el acuerdo al que llegamos con CpM. Quiero agradecer a Emilio Guerra (coordinador de UPYD en Melilla) su generosidad a la hora d ponerse a disposición de mucha gente que se lo pidió y que andaba con esa inquietud de intentar llevar a nivel nacional, al Senado, propuestas de tipo económico de empresarios de aquí. Y también quiero agradecer a CpM que fueron generosos y nos admitieron en su candidatura. El trabajo con ellos ha sido muy cómodo y me ha gustado la forma de trabajar que tienen porque cuentan con un voluntariado muy amplio, son serios a la hora de sus planteamientos y coherentes, por lo tanto la experiencia ha sido positiva. Y luego con el acuerdo desde la Dirección Nacional, donde ya se mantienen relaciones con otros partidos.
–Con un mes de diferencia entre las elecciones nacionales y las locales, ¿no tuvieron miedo de perder sus siglas?
–Bueno se pierden siglas pero por otra parte, nosotros desde la territorial de Melilla tenemos claro nuestro compromiso con el partido. La gente sabe, y hemos tratado de comunicarlo, que el hecho de establecer acuerdos puntuales electorales no implicaba ni la desaparición del partido ni la pérdida de su esencia. Sí tienes el miedo de no saber comunicarlo, pero creo que lo hemos hecho lo mejor posible.
–¿Cómo ve la situación de su partido? No tienen representación en las cámaras y surgen nuevos partidos no sólo a nivel nacional, sino también a nivel local.
–Ahora mismo estamos en una situación de cruces de camino y de replanteamiento de muchas cosas. En este sentido, a mí me parece muy positivo el establecer diálogo con otros partidos que puedan tener una posible relación o con la que tener mayor influencia en la vida política. Pero, sobre todo, veo que hace falta partidos como el nuestro. Hacen falta partidos progresistas de centro-izquierda, llámalo como quieras. Nosotros tradicionalmente nos veníamos definiendo como trasversales pero parece que la gente no termina de entenderlo. ¿Por qué trasversales? Pues porque intentamos llevar el sentido común a la política.Y de aquellas ideas del progresismo o de aquellas ideas que vengan del liberalismo, político más que económico, hemos ido tomando aquello que considerábamos positivo. Y todo siempre en beneficio de la ciudadanía, de la igualdad o de la regeneración democrática. Por ello, creo que partidos como el nuestro siguen siendo necesarios. Desgraciadamente nos hemos quedado sin representación pero también hemos visto que esos otros partidos que han intentado ocupar ese lugar, en realidad han decepcionado a la ciudadanía. No han sido tan progresistas como decían ser y no han tenido esa valentía a la hora de defender determinadas propuestas. Estoy pensando aquí en algún partido que decían que eran como nosotros y que al final ha sido el partido de la abstención, y solo hay que seguir los plenos locales. Entonces, hay que ver los partidos y ver lo que proponen y lo que han hecho. Nosotros allí donde hemos tenido representación hemos demostrado nuestra coherencia y nuestra seriedad a la hora de que lo que planteamos, lo llevamos a cabo. Y ahí lo dejo. En campaña estamos y tratamos de trasmitir eso.
–Por último, si quiere mandar un mensaje a los melillenses para animarles a votar este domingo.
–Le pido a los melillenses un voto. Este es un voto de confianza y también es un voto en libertad porque determinados partidos muy grandes que han tenido mucho en Melilla están intentado asustarnos. Están intentando hacer que votemos con miedo. Ni desde un lado ni de otros voten con miedo, sino en libertad. Voten a formaciones que realmente están demostrando que son serias, coherentes y que están dispuestas a gobernar y entrar en un gobierno que queremos que sea para todos los melillenses. Por lo tanto, desde aquí pido que voten y que voten a UPYD. Desde aquí, humildemente, me pongo a disposición de toda la ciudad y de toda mi gente y, de vedad, que no les vamos a decepcionar. Voten a UPYD.
Eres como tu nombre dice ... un Sol !!!!
Lucha por esa tierra tan bonita, para que mejore y se dé a conocer, como se merece.
Muchísima suerte, un besazo !!!!