¿Se llenan las terrazas en Melilla? Hosteleros y clientes no se ponen de acuerdo

Hosteleros y clientes no se ponen de acuerdo en cuanto a la ocupación de los bares y terrazas en Melilla; los primeros dicen que la llegada del buen tiempo ha supuesto un incremento en la afluencia de público a sus negocios, mientras que los segundos declaran que la situación sigue igual que otros años o "incluso peor".

El Faro ha recorrido las calles de Melilla para constatar este hecho y preguntar tanto a unos como a otros cómo ven el ocio en la ciudad desde sus perspectivas.

En el centro, calles como O'Donnell presentan muchas de sus terrazas cerradas al comienzo de la tarde de domingo y, en las que hay abiertas, apenas se ven algunas mesas ocupadas por grupos de 3 o 4 personas.

Mientras más cerca se está de la plaza Héroes de España, más movimiento se ve y allí las terrazas sí están copadas de clientes y no se ve ninguna mesa vacía, como por ejemplo ocurre en la cafetería Brisamar, donde Laura y su amiga han decidido pasar un rato de la tarde tomando un refresco en la esquina en la que estaba dando el sol.

Entre ambas chicas tampoco había mucho consenso sobre si en estos últimos fines de semana se ha notado más movimiento en los establecimientos melillenses y, mientras Laura decía no haber visto nada distinto, su amiga sí que declaraba ver a más gente sentada en las terrazas.

"Es que encima nosotras venimos de las vacaciones de Semana Santa, que hemos estado fuera, y claro, las comparaciones son odiosas", comenta Laura.

A la pregunta de si creen que la cosa está mejor que otros años, ambas están de acuerdo en responder un rotundo "no".

"Yo creo que ha ido a peor. Lo veo peor que el año pasado, no hay ni punto de comparación", añaden.

En su apreciación dicen también que "hay muchos bares cerrados" y que "no se ve a casi nadie en la calle ni un viernes, ni un sábado, ni un domingo".

"Además, aunque estemos en Ramadán eso no tiene nada que ver, esto viene siendo así desde hace tiempo", insisten.

Por su parte, en el aledaño Parque Hernández, donde se encuentran otros dos bares con sus respectivas terrazas, las respuestas son similares y no se encuentra un punto común entre clientes y establecimientos ni entre los propios negocios.

En el kiosko 'Que te den candela', comentan que el recinto del parque "se podría explotar mucho más" y que "falta gente" mientras atienden las mesas de su terraza, que se encontraba con algo menos de la mitad de su aforo.

"El movimiento de clientes no se está viendo mucho, la verdad, con este tiempo deberían venir muchas más personas", añaden.

Elisa, una clienta que se estaba sentando en uno de los veladores del kiosko tiene la misma opinión que los trabajadores del establecimiento. "No, la cosa está igual o peor que antes", dice.

En su mesa, a la que se estaban sentando varios de sus amigos y amigas, la apreciación era la misma y comentaban que "no hace falta más que darse una vuelta por la avenida para ver que no hay nadie por el centro".

"Ayer (sábado) estuve yo paseando por el centro y daba pena, no se veía a ninguna persona, estaban todas las tiendas abiertas y los bares cerrados", añade.

Algunas de sus amigas incluso ironizaban con la situación y decían que "si vas al cementerio, sólo con ver a los gatos maullando allí, te entretienes más".

"Es que vas a Málaga o a cualquier otra provincia de España y se nota mucho la diferencia, no hay color, no sé como se ha podido hundir la oferta cómo se ha hundido", insisten.

En el bar 'Nuevo California' cercano a la salida del parque que da a la Plaza de España dicen todo lo contrario y afirman que se nota una mayor afluencia de público con el buen tiempo.

Fahrid, que ya sobre las 6 de la tarde se encontraba recogiendo y limpiando las mesas de su establecimiento dice que "ahora con el buen clima y ya que no hay restricciones la gente se anima más a salir".

"Esta Semana Santa ya se ha notado, quitando a la gente que se ha ido, que ha sido mucha, la que se ha quedado se han echado a la calle y han dado mucho movimiento", destaca.

Donde sí que se veían todas las terrazas llenas y ninguna mesa libre era en la Plaza de las Culturas que tal y como dicen desde la cafetería 'Navona', "se ha puesto de moda".

"Los fines de semana se nota mucho movimiento. Los viernes, sábados y domingos estamos llenos", comenta su propietario.

Desde el bar insisten en que la zona es ahora una de las más concurridas por los melillenses y que "gracias a Dios, tienen mucho trabajo".

"Ninguno de los bares que hay en la plaza para de trabajar durante los fines de semana, eso es muy bueno para nosotros", dicen.

En la cafetería destacan que la Semana Santa ha sido muy buena y que "con el tiempo que hace, la gente sale más y llena las terrazas".

"Después del coronavirus la gente se está echando a la calle y no para, así que, por nosotros, muy bien", añaden.

En la cafetería que se encuentra justo al lado de la 'Navona', la 'Dolce Vita', la apreciación es la misma; su terraza también se ve llena en la tarde de un domingo y dicen no saber por qué los bares de las calles del centro se encuentran cerrados durante las tardes de fin de semana.

"Muchos bares del centro cierran los domingos, pero nosotros nunca, me imagino que lo harán por descanso", dice una de las camareras.

Por su parte, desde la cafetería señalan que ellos "dan desayunos, almuerzos, meriendas y cenas" y que por eso "no paran en todo el día"; además, apuntan que a pesar de registrar una buena afluencia, se está notando el mes de Ramadán y la cosa "se ha relajado un poco".

De esta forma, no termina de haber consenso desde los dos prismas que conforman la visión de la hostelería en Melilla: restauradores y clientes. Lo que sí está más claro es que la afluencia de público va por zonas y que, aunque a los hosteleros las cifras les están suponiendo, en general, una mejoría respecto a meses anteriores, los clientes piden más ambiente en las calles de la ciudad.

Será cuestión de tiempo que el panorama cambie y habrá que esperar a la temporada de verano, que cada vez se ve más cerca, para ver cómo afecta el turismo que pueda venir a Melilla durante esos meses a los bares y terrazas de la ciudad tanto para los empresarios como para su clientela.