Era alrededor de las 18:00 horas del miércoles cuando los bomberos de Melilla reciben una llamada por la caída de un techo en el barrio de Ataque Seco. Tres familias vieron como dos techos del edifico en el que viene se les caía encima y tuvieron que ser desalojados del inmueble, que sigue precintado dada la inestabilidad de la infraestructura. Las familias se han quedado sin ninguna solución habitacional por parte de la Administración y piden apoyo para encontrar un alquiler asequible como el que estaban pagando en el edificio, de estilo modernista, donde estaban viviendo. Ahora, junto con sus hijos, señalan que no tienen a dónde ir, ya que solo les ofrecieron una noche de hotel, el cual tuvieron que dejar a primera hora de la mañana de este jueves. Afortunadamente, nadie salió herido del suceso.
Nadia, con tres hijos y un marido, relató que estaban viendo la tele, cuando de pronto escucharon un ruido y vieron como se cayó el techo. "Desde las nueve de la mañana estamos en la calle", dijo. Las tres madres acudieron a Bienestar Social y les dijeron que ellos "no podían hacer nada y que no tienen casa". Les mandaron a que acudiera a Bomberos para que les diesen un informe y de ahí acudir a Emvismesa "para ver qué pueden hacer". Por el momento, solo tienen el informe de la Consejería de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte. De momento tampoco pueden entrar a recuperar sus pertenecías. "Estamos con la ropa del miércoles, mi niño lleva el pijama puesto", dijo. "Sabemos que hay casas que están cerradas ¿Por qué no las abren para la gente que lo necesita? Es una emergencia, estamos en la calle y me dicen que me vaya a una casa de alquiler, pero yo no puedo pagar 600 o 700 euros".
Samira, con seis hijos y un marido, señaló que el miércoles se llevaron un susto y da gracias a Dios porque nadie haya resultado herido. A ella también se le cayó la escayola de la habitación donde duermen sus pequeños y además hay grietas. "No tengo donde ir", dijo, ya que sus allegados no tienen espacio para las ocho personas que conforman esta unidad familiar. Reiteró que acudieron a Bienestar Social, pero que no les dieron ninguna solución. "Yo tengo seis niños, la vecina tres y la otra dos, ¿A dónde vamos a ir?", además, aseguró que pasaron muchas casi todo el día sin comer.
Una de las sugerencias que les han hecho desde Bienestar Social es que entreguen sus hijos al centro asistencial 'Gota de Leche'. "Ni los niños quieren ni nosotros tampoco, donde vayan su padre y su madre tienen que estar los niños", recalcó. El albergue tampoco es una solución para ellas, pues explicaron que al entrar en este hay un horario en el que tiene que estar fuera del recinto, en la calle. "Estamos preocupados, no sabemos qué va a pasar" e insistió en que necesitan que les encuentren un alquiler más barato. "Emvismesa tiene casa de emergencia, a ver si nos dan una y la alquilamos", añadió. Actualmente están pagan 430 euros al mes y el salario de su marido es el único que entra al hogar. El casero de sus viviendas habita en el mismo inmueble. Explican que este se ha ido a casa de su hija, y que, a pesar de tener firmado un contrato, no les quiere devolver la fianza y apuntaron a que este no tenía contratado un seguro. Este jueves, los hijos mayores de Samira acudieron al colegio con la misma ropa del día anterior y pudieron llevar la mochila con los libros y los materiales porque cuando ocurrió el suceso, ellos estaban estudiando en la ludoteca de la zona. "¿Nos vamos a quedar a dormir en la calle?", se preguntó.
Nihad vive en el bajo del edificio y en su salón es donde cayeron los dos techos y le dijeron que no podía ni abrir la puerta de su casa. Relató que en la noche del miércoles, los bomberos y la Policía Local estuvieron allí y acordonaron la zona. Ella también contó que se negaron a llevar a sus hijos a la Gota de Leche. En Bienestar Social, teniendo ella la residencia, le preguntaron si trabajaba y dónde se encuentra su marido. Ella explicó que él está trabajando en Marruecos y la responsable de área que las estaba atendiendo le respondió "vete a vivir con tu marido a Marruecos", según explicó Nihad. No entiende por qué le respondieron eso, reitera que solo busca una solución y que ella puede pagar un alquiler asequible. "Los niños están sin ropa, sin calcetines y desde las ocho de la mañana estoy fuera. A mi hijo pequeño le dieron el desayuno en la escuela, pero el mayor no quiso porque le daba vergüenza", afirmó.
Así pues, las pertenencias de las tres familias siguen dentro y por el momento tienen prohibido el paso. Desde Bomberos indicaron que incluso la facha está en un muy mal estado. Las tres mujeres reiteran que solo piden que les ayuden a encontrar un alquiler asequible para que no tengan que pasar ninguna noche a la intemperie con sus hijos.
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