Salvamento Marítimo no tuvo tiempo de esperar a que llegaran la Guardia Civil o las patrulleras marroquíes. La patera, que se encontraba a poca distancia de la costa de Marruecos, se hundía ayer muy cerca del Cabo Tres Forcas. Cuando los profesionales de la embarcación Salvamar Alcor rescataron a los 49 migrantes, a estas personas les llegaba el agua a la altura de la cintura. Estaba semihundida y no había tiempo nada más que para subirlos al barco. Fue a primera hora de la mañana cuando los recogieron. A las 8:40 horas llegaron al puerto de Melilla. Todos son varones y mayores de edad. No obstante, fuentes de la Delegación del Gobierno indicaron que eran 48 las personas rescatadas.
Otras fuentes consultadas por El Faro explicaron que la embarcación en la que viajaban los migrantes estaba en muy malas condiciones. No comprenden cómo pretendían llegar hasta las costas de la península en una zodiac que zozobraba a poco más de una milla de las playas marroquíes.
Las personas rescatadas llevaban un chaleco naranja. Estas mismas fuentes indicaron a El Faro que ese tipo de salvavidas no están homologados en España y nadie los llevaría para salir al mar en nuestra ciudad. Indicaron que pueden ayudar a flotar, pero si la persona está inconsciente o no sabe nadar, de poco le iba a servir llevar esa prenda de color naranja encima. Las mafias les dan los chalecos a los migrantes para que se sientan más seguros cuando no es la realidad, añadieron.
Dos heridos
La Cruz Roja acudió a la zona del puerto deportivo sobre las 9:00 horas. Allí atendieron a los 49 hombres. Dos de ellos no se encontraban bien. Tenían síntomas de hipotermia y heridas en las piernas. Uno de ellos permanecía en el interior de la embarcación de Salvamento Marítimo. Los voluntarios de Cruz Roja tuvieron que echarle una mano para salir y sentarlo en un banco, donde le ayudaron a cambiarse ropa y ponerse una camiseta y un pantalón seco. Fue en ese momento cuando vieron que tenía una herida muy fea cerca del tobillo. Estaba infectada.
Otro de los hombres rescatados presentaba una quemadura grande en la pierna. Los voluntarios de Cruz Roja creen que fue provocada por ir sentado en la zona del motor. Tanto este migrante como el anterior fueron trasladados en ambulancia hasta el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) para que fueran atendidos por el médico de la institución.
El resto fueron al CETI en furgonetas de la Policía Nacional, que tuvo que hacer tres viajes para trasladarlos a todos.
Cuando la Salvamar Alcor llegó al puerto, los voluntarios de Cruz Roja repartieron las mantas térmicas entre todos. Luego, comenzaron a tomar nota del nombre, apellidos, edad y nacionalidad de cada uno de ellos. Cuando recogían esos datos, les daban una pulsera verde que les identificaba. Eran de Etiopía y de Mali, entre otras nacionalidades.
Mientras estas 49 personas esperaban la llegada de la Policía Nacional para salir del barco, llegaban hasta la zona melillenses corriendo y en bici. También en el paseo de enfrente había ciudadanos haciendo ejercicio.
Antes del último traslado, sacaron a todos los migrantes del barco de Salvamento Marítimo y les ayudaron a sentarse en las escaleras de la gasolinera del puerto.
“¡Amigo, por aquí!”, dijo uno de los policías nacionales que estaba con ellos. El migrante no le entendía, pero sí comprendió el gesto que le hizo con la mano y la sonrisa con la que el agente le indicaba que se podía sentar de frente al sol, para que los pocos rayos que escapaban de entre las nubes le ayudaran a entrar en calor.
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