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Así lo dijo ayer el capellán Luis Miguel Muñoz Ríos en una conferencia sobre el milagro de Empel
En 1585, la noche del 7 al 8 de diciembre, los tercios españoles están siendo asediados en Flandes. Se encuentran rodeados por los diques reventados y están a punto de ahogarse. La situación es desesperada. Pero encuentran una tabla con una imagen de la virgen que identifican con la Concepción. Se encomiendan a ella y esa noche, sorprendentemente, se hielan las aguas y pueden salir y sorprender a los holandeses, venciendo en esa batalla. Este el conocido como ‘el milagro de Empel’, que dio origen al patronazgo de la Inmaculada sobre la Infantería Española, una historia que el capellán castrense Luis Miguel Muñoz Ríos repasó ayer en una conferencia celebrada en el Casino Militar. Apuntó que España ha estado estrechamente ligada a esta festividad, por lo que ha recibido algunos privilegios de los papas y cuenta como anécdota que “el sacerdote solo se puede vestir de azul en España y el día de la Inmaculada”.
“El Papa en Roma no puede decir misa vestido de azul”, aseguró el capellán castrense, aunque reconoció que hay parroquias en las que no se respeta.
125 años de patronazgo
Además de la ponencia pronunciada ayer bajo el título ‘El milagro de Empel. 125 años de patronazgo de María Inmaculada como patrona del Arma de Infantería’, el Casino Militar también acoge una exposición con esta temática. Podrá visitarse hasta el 29 de este mes, de 18:00 a 21:00 horas los días laborales, y de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas, los sábados y festivos.
Precisamente en ella puede verse la citada vestimenta de color azul que solo puede utilizarse tal día como hoy y en nuestro país. Y es que Muñoz Ríos apuntó que la devoción por la Inmaculada en España viene de antes. Detalla así que desde el siglo VII ya estaba celebrándose esta festividad, aunque el dogma sea del siglo pasado.
En la ponencia se explicó que cuando las Cortes Españolas juran fidelidad en la proclamación de Carlos III, inmediatamente le piden al Rey que la declare patrona de España. Y así se nombró y también de la Monarquía, aunque luego eso posteriormente cambió.
No obstante, el capellán indicó que también hay que mirar al futuro para que las tradiciones no solamente sirvan para “oler a naftalina”. Por ello, animó a las nuevas generaciones de la Infantería a preguntarse qué somos.
Muñoz Ríos recordó que san Ildefonso, en el siglo VII en Toledo, ya mandó que hubiera fiesta el día de la Inmaculada. Y el rey visigodo que había entonces, que era Ervigio, les señaló a los judíos que esa jornada tenían que descansar porque era festivo.
“Eso ya lo hizo España antes del siglo XIX, que fue cuando ya afecta a la Iglesia universal. Por eso el privilegio”, apuntó el capellán castrense.