El 14 de febrero celebramos el Día de San Valentín o Día de los Enamorados, una jornada dedicada al amor romántico, una oportunidad para celebrar el amor. El Faro entrevista a Jennifer Ruíz-Morgan, profesora de la Universidad de Extremadura y experta en el dramaturgo y poeta inglés Shakespeare, autor de una de las obras de amor más conocidas: “Romeo y Julieta”.
-”Romeo y Julieta” es la historia de amor más conocida, donde leemos frases como "Antes de tocar tus labios quiero tocar tu corazón, y antes de conquistar tu cuerpo quiero conquistar tu amor". ¿Qué tipo de amor representan los enamorados de esta obra teatral tan conocida?
-Sin duda, son el símbolo del amor por antonomasia. Para mí, representan el amor verdadero, ese que es tan difícil de encontrar. Y ellos lo encuentran a una edad muy temprana; Julieta apenas tiene trece años. Sin embargo, viven una historia de amor muy intensa. En menos de 4 días, se conocen, surge el flechazo, se comprometen, se casan, Romeo se mata al creerla muerta y luego Julieta se suicida porque no concibe la idea de un mundo sin él. Ahora bien, nadie debería actuar así por amor.
-Es un drama, los amantes se quieren hasta la desesperación pero mueren, no llegan a vivir la historia de amor en plenitud. Pero el amor perdura, más allá de la muerte.
-Exacto, al morir los dos al final de la obra, simbolizan la idea de que el amor es inmortal y perdura en el tiempo más allá de la vida. De hecho, la historia de los trágicos amantes de Verona estuvo circulando en la Europa del Renacimiento, sobre todo en Italia, antes de que Shakespeare recogiera la historia y la convirtiera en una obra de teatro. En Italia, durante los siglos XV y XVI, incluso hubo gente que llegó a pensar que Romeo y Julieta habían existido. Obviamente, son personajes de ficción.
-Amantes desventurados, star-crossed lovers… y, sin embargo, nos atraen mucho estas historias. Sentimos una atracción muy fuerte hacia las historias de amor imposibles.
-Sí, dice mucho de la condición humana, ¿verdad? ¿Por qué vamos al teatro o al cine a ver una historia con final trágico, sabiendo que lo vamos a pasar mal? Y, sin embargo, irónicamente, la tragedia tiene un efecto catártico. Libera emociones muy intensas, sentimientos muy profundos, que podemos exteriorizar con la comodidad de saber que, una vez que cae el telón, acaba la función, y volvemos a la realidad. Desde luego, nos atrae lo trágico. Romeo y Julieta no se habría convertido en una de las obras más importantes de la literatura universal, si Shakespeare le hubiera dado un final feliz.
-El tema del amor nunca pasa de moda, ¿por qué?
-Porque es un sentimiento muy humano, muy universal. Cada uno lo vive de una manera diferente. Por supuesto, ha evolucionado a lo largo del tiempo, y no existe una única concepción del amor, pero todos lo experimentamos. Por ello, nunca nos cansamos de ver representada en la ficción una buena historia de amor.
-Shakespeare nunca pasará de moda. ¿Usted cree que Romeo y Julieta hoy día es actual o, por el contrario el amor ya no se vive así?
-En cierto modo, en la actualidad, creo que el amor que sienten Romeo y Julieta se consideraría muy tóxico. No dejan de ser dos adolescentes que se matan porque no pueden estar el uno sin el otro. Realmente, no son un ejemplo a seguir. Por desgracia, no ha desaparecido esa concepción tan extrema del amor en la sociedad española actual. Prueba de ello son la gran cantidad de mujeres que cada año mueren asesinadas a manos de sus parejas, víctimas de la violencia de género.
-Montescos y Capuletos, enfrentados. El amor supera obstáculos, las familias se reconcilian después de que los dos hijos hayan muerto.
-Efectivamente, la reconciliación final de las dos familias, cuya enemistad nunca llega a explicarse, precisamente para mostrar la irracionalidad del odio que se tienen, contribuye a transmitir ese mensaje tan poderoso de que el amor todo lo vence. O, como dijo Virgilio, Omnia vincit amor.
-En el drama hay duelos, ¿ha cambiado mucho el sentido del honor?
-A diferencia de otras obras, como pueden ser las comedias de capa y espada del teatro áureo español, en Romeo y Julieta no diría que los duelos se producen tanto por una cuestión de honor, sino más bien por una cuestión de odio puramente irracional y pasional. Directamente, es que los Montescos y Capuletos no pueden ni verse por la calle. En la actualidad, al menos en Occidente, afortunadamente, no mantenemos la costumbre de desafiar a un duelo a todo aquel que nos ofende o atenta contra nuestro honor.
-Shakespeare es poeta, ¿tiene algunos poemas de amor?
-Muchos, la mayoría. Sí, Shakespeare también fue poeta, aunque esta faceta suya quizás sea algo más desconocida. Uno de sus primeros éxitos como escritor fue el poema de amor narrativo Venus and Adonis. Luego están sus famosos 154 sonetos, los primeros 126 están dirigidos a un joven hombre (young youth), y los 28 restantes a una mujer más madura (conocida como dark lady). El tema principal de la mayoría de estos sonetos es el amor, como el icónico “Soneto 18”. La identidad real de los destinatarios de dichos sonetos sigue siendo un misterio con el que los estudiosos de Shakespeare continúan especulando. No obstante, que escribiera poemas de amor tanto a hombres como a mujeres, indica que es muy probable que Shakespeare fuera bisexual.
-¿Cuándo nació su pasión por Shakespeare?
-No sé si usaría la palabra “pasión” para referirme a Shakespeare. Conocía los argumentos de sus obras principales desde el instituto, pero la primera vez que leía una obra suya en inglés fue con 18 años durante el verano, tras finalizar mi primer año como estudiante del Grado en Estudios Ingleses. Confieso que, en aquella época, el desenlace trágico de Romeo y Julieta no me cautivaba nada. Por el contrario, me impactaron positivamente dos de sus otras tragedias: Hamlet y Macbeth. El destino me llevó a Shakespeare un poco por casualidad. Estaba acabando un máster en Literatura Comparada Europea, y me ofrecieron la gran oportunidad de firmar un contrato predoctoral FPI para realizar una tesis doctoral con el proyecto “La recepción de las obras de Shakespeare en la cultura española y europea” (https://www.um.es/web/shakespeare/inicio). Es un proyecto que lleva más de 20 años en activo, desde su fundación por el catedrático emérito honorífico y traductor de Shakespeare, Ángel-Luis Pujante.
-Lleva entonces muchos años investigando...
-Llevo casi 10 años (desde 2015) investigando sobre la recepción de Shakespeare en España, principalmente en el siglo XIX. Por supuesto, disfruto mucho leyendo, analizando e investigando sobre Shakespeare, y lo admiro como dramaturgo. Sin embargo, la palabra “pasión” me la reservo para la época victoriana, ese es mi verdadero amor.