Esto es en lo que debemos fijarnos si vamos a viajar en coche este verano

La tranquilidad y la seguridad al volante son dos aspectos fundamentales a la hora en embarcarse en un viaje en coche. Con la llegada de las vacaciones son muchos los melillenses los que deciden irse de viaje a otros puntos de la península y llevarse su vehículo en lugar de elegir otros medios de transporte. En esta época del año más que nunca, hacerle una revisión antes de iniciar el camino y comprobar o cambiar ciertos aspectos del mismo, es crucial para llegar al destino sin ningún percance y sobre todo para evitar accidentes al volante.

Cabe destacar que durante el verano del año pasado (entre el 1 de julio y el 31 de agosto de 2023) se registraron un total de 223 siniestros mortales, 234 personas perdieron la vida en las carreteras y 946 resultaron heridas en las vías interurbanas, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Lo más preocupante es que esto supuso un incremento del 3% de personas fallecidas y un 4% de siniestros respecto al mismo periodo de 2022.

Por este motivo, El Faro se ha desplazado hasta uno de los muchos talleres mecánicos que hay en la ciudad para comprobar cuáles son las puntos en los que tenemos que fijarnos antes de coger el coche para hacer un viaje o qué piezas debemos reponer antes de salir de Melilla para proteger la seguridad de todos, más allá de las cuestiones básicas.

En este sentido, Omar Mimon Kaddur, gerente de Talleres Premium ha explicado a los lectores de este diario que las partes del coche a las que hay que prestar más atención en este caso son los neumáticos, la batería o los filtros, además del estado del aire acondicionado o del líquido refrigerante.

A todo ello se une que la particularidad de la configuración de las carreteras en Melilla. En la ciudad destaca la ausencia de autovías o autopistas, por lo que la velocidad máxima permitida a la que se puede circular es de 50 kilómetros la hora que en la mayoría de ocasiones se reduce hasta los 30 kilómetros por hora. Esta particularidad hace que algunos coches sufran más inconvenientes. Tal y como destaca Mimon, debido a esta situación los propietarios de los vehículos no se percatan de las posibles deficiencias que pueda presentar.

"En Melilla los coches se someten a un tipo de conducción muy pobre y cuando viajamos este va a estar con un mayor funcionamiento. Entonces aquí no nos percatamos de cómo está el vehículo hasta que lo no cogemos en carretera", explica.

Ante esta circunstancia, el gerente de Talleres Premium aclara que los que más sufren son los modelos de coches diésel debido a que al estar en funcionamiento cinco o diez minutos entre parada y parada al circular por ciudad, la carbonilla se va acumulando en el motor. Al no estar a pleno rendimiento, detalla, se van creando capas de hollín. 

"Esto se nota cuando lo cogemos en carretera y vemos que el coche se nos viene abajo. Hay vehículos que llegan a indicar una avería en el cuadro de mando", añade.

Para evitarlo, Mimon recomienda hacer un mantenimiento adecuado que incluya la regeneración del filtro de partículas y el control de verificación del aceite.

Asimismo, aunque no vayamos a viajar el verano es buena época para visitar el taller ya que las altas temperaturas afectan más a los coches. Aún así, el gerente advierte que hay que tener el coche siempre al día. Algunos de sus clientes suelen hacerlo una vez al año, cada seis meses o cada vez que salen de Melilla para irse de vacaciones.

Sobre esta cuestión, el gerente del taller apunta que los melillenses suelen acudir a revisión de sus vehículos para ponerlos a punto para las vacaciones, pero siempre tarde. Hoy precisamente tenía que revisar unos tres coches de clientes que se van mañana de vacaciones y lo habían dejado en el taller justo un día antes.

Para los que aún no han tomado la decisión de visitar cualquier mecánico y tienen pensado llevarse el coche para viajar pronto, el experto recomienda que lo hagan cuanto antes por seguridad. Subraya que un buena revisión en su taller puede costar entre los 95 y los 180 euros, según el tipo de vehículo, incluyendo además la pegatina de distintivo medioambiental. Un tema que hay que tener en cuenta cuando el destino es una gran capital en el que es obligatorio llevarla.

Signos para no coger el coche

Hay ocasiones en las que nuestro vehículo nos avisa de que no lo cojamos para hacer un viaje largo. El estado en el que se encuentra, la edad que tiene o averías que salen de pronto son algunos de los factores. Para ello la aseguradora Mapfre ha indicado los signos a los que tenemos que prestarle atención si vamos a circular con él para irnos de viaje.

• Kilometraje y antigüedad: Si tu coche supera los 8 años o los 150.000 kilómetros, aunque no haya presentado problemas hasta ahora, la probabilidad de averías aumenta considerablemente. Es crucial estar atento a cualquier señal de desgaste o mal funcionamiento.
• Pérdida de estabilidad: Si notas que el coche se balancea o no responde correctamente a la dirección, especialmente cuando va cargado, podría haber un problema de seguridad importante. No ignores esta señal y acude a un taller lo antes posible.
• Indicadores de advertencia: Presta atención a las luces del salpicadero. Cada indicador (batería, aceite, ABS, frenos, neumáticos...) te alerta sobre un problema específico que requiere atención inmediata.
• Desgaste de neumáticos: Si el coche se ladea más de un lado, los neumáticos pueden estar desgastados, mal alineados o con la presión incorrecta. Revisa su estado y acude a un especialista si detectas anomalías.
• Avería en los amortiguadores: Si el volante vibra durante la conducción o el coche se desvía al frenar, los amortiguadores podrían estar averiados. Esta situación compromete seriamente la seguridad vial, por lo que es esencial repararlos de inmediato.
• Problemas con las correas o los frenos: Ruidos inusuales durante la conducción, como chirridos o roces, pueden indicar fallos en las correas o los frenos. No dudes en consultar a un mecánico si percibes estos sonidos.
• Fugas de líquidos: Si observas manchas de líquido debajo del coche, es fundamental identificar su origen. Si bien el agua procedente del aire acondicionado no es grave, otras fugas, como las de aceite o refrigerante, requieren atención inmediata en un taller.
• Humo del tubo de escape: El color del humo que sale por el escape puede ser un indicador de problemas en el motor. Si notas un color diferente al habitual (azul, blanco o negro intenso), acude a un especialista para un diagnóstico preciso.