“Resolvemos alrededor del 80 por ciento de incidencias”

–¿Qué balance hace de la gestión de su Viceconsejería de Incidencia y Línea Verde en el tiempo que lleva en el cargo?

–Un balance positivo. Desde la Viceconsejería tratamos de dar una respuesta razonablemente rápida a las numerosas incidencias que nos comunican los ciudadanos, con un porcentaje de resolución en torno al 80%, lo que nos anima a seguir trabajando en esta línea como un elemento esencial de participación ciudadana para la mejora de la ciudad. Para ello, la App Línea Verde, para recibir feedback del ciudadano, se ha convertido en una herramienta útil y necesaria.

–¿Cuáles son las principales incidencias que se han presentado?

–Son muy variadas, pero habría que resaltar aquellas que afectan a la gestión ordinaria en el ámbito del alcantarillado, limpieza viaria, alumbrado público y reparación y mejoras de mobiliario urbano.

–¿Qué es lo que se percibe que es más necesario mejorar?

–La limpieza de nuestras calles, que pasa fundamentalmente por una mayor concienciación ciudadana y una respuesta rápida y eficaz frente a los vertidos ilegales. Además, una mejora de nuestras calzadas, aceras y espacios verdes.

–¿Cuál es la situación de la aplicación de la Línea Verde? ¿Se tiene pensado reactivarla?

–La semana próxima ya estará nuevamente a disposición de los ciudadanos la App Línea Verde.

–¿Cómo calificaría la situación de la vivienda en Melilla?

–Las necesidades sociales en materia de viviendas no se solucionan con trucos de magia, sino con inversión y tiempo. Prueba de ello es la firma del convenio en el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana para la construcción de 190 viviendas hasta 2025, de las cuales 66 ya están proyectadas. Paralelamente hay que poner suelo privado y público en el mercado, para lo que es esencial disponer de un nuevo PGOU. A más suelo, más promociones públicas y privadas, con un abaratamiento de uno de los costes de construcción como es el suelo y, por tanto, de las hipotecas.

–¿Qué medidas destacaría de entre las que se han tomado para fomentar el alquiler?

–Para esta convocatoria, tanto para el cupo general como para el cupo de jóvenes, del segundo semestre del 2021 y primero del 2022, se han introducido importantes modificaciones y flexibilización de criterios. Va a haber varias novedades. Se reduce el requisito de residencia. Se pasa de 42 meses a 24 meses. Se amplía el límite de ingresos ponderados para poder acceder a la ayuda, pasando de 1.200 euros a 1.300 euros, así como la definición del cupo general, donde estaba establecido el límite en 900 euros y pasa a 1.000 euros. Además, se amplía la renta que paga el inquilino para poder tener cobertura, pasando de un alquiler de 600 euros a 650 euros y, para el caso de familias numerosas, de 650 euros a 700 euros. También se amplía el importe de la subvención. Estas medidas nos van a permitir agotar y alcanzar, según las previsiones, la cifra de 900.000 euros y doblar el número de personas beneficiadas.

–¿Cómo marcha el programa de ayudas de la Ciudad Autónoma?

–Son muchos los ciudadanos que están solicitando las mismas. Nuestras previsiones para que las ayudas lleguen a un mayor número de familias melillenses se están cumpliendo y destacaría que a esta convocatoria se le sumará las del Bono Alquiler Joven que durante el mes de junio, presumiblemente, estará convocada. Además la firma del convenio con el Estado que se sucederá en las próximas semanas permitirá el ingreso en las arcas de la Ciudad de un total de 200.000 euros adicionales para dicho bono.

–¿Podría adelantar alguna medida que estén barajando en materia de vivienda?

–En el ámbito de la Viceconsejería, estamos diseñando un plan con diferentes programas y líneas de ayudas destinados principalmente a los sectores más vulnerables. Por ejemplo, el relativo al realojo humanitario, donde ya hay doce familias beneficiadas, y serán otras tantas las que se beneficien del programa. Y emplear otra parte a la rehabilitación de viviendas y a la mejora de la accesibilidad, pero, como he dicho, existen otras actuaciones destinadas al mismo fin, como el nuevo PGOU, ayudas a los transportes de mercancías o ayudas a la rehabilitación de viviendas.

–¿Cómo se podrían bajar los precios?

–Son muchos los factores que afectan a los precios de la vivienda. En una economía de mercado los precios los marcan las relaciones entre la oferta y la demanda. En Melilla falta suelo y, por ello, el existente es caro. Por otra parte, los costes de construcción son muy elevados por la repercusión los transportes en los costes de los materiales. Las medidas que se pueden adoptar desde la Ciudad Autónoma son limitadas y se centran en poner más suelo en el mercado y en exigir al Gobierno de la nación que se bonifique el trasporte de mercancías en el ámbito de la construcción. Además de hacer viviendas públicas para los sectores más desfavorecidos, hay espacios para la iniciativa privada de nuevas viviendas y espacios para obtener más viviendas públicas. Se trata, en definitiva, de ajustar la oferta y la demanda con medidas estatales y autonómicas. Además, hay factores fiscales, de desempleo e incertidumbre del mercado laboral o ayudas públicas a la rehabilitación.

–Por otro lado, ¿podría explicar qué aspectos positivos cabe destacar de la Red Natura 2000, que cumple ahora su XXX aniversario?

–La protección de dos espacios: el barranco del Nano y la zona marítimo-terrestre de los acantilados de Aguadú, con mejoras y actuaciones para que los ciudadanos conozcan, respeten y disfruten estos espacios.