El Banco de Alimentos de Melilla pudo distribuir entre diciembre y principios de enero 14.000 kilos de comida a entidades benéficas para atender a familias en situación de vulnerabilidad en la ciudad.
El responsable del Banco de Alimentos de Melilla, Pedro Paredes, explica en declaraciones a El Faro que el reparto se produce a mediados del mes de diciembre, antes de las fiestas de Navidad, y a principios de enero.
“El compromiso más importante es recoger alimentos y prepararlos para repartir en las fiestas señaladas lo más antes posible”, asevera Paredes.
Explica que ya se hizo un reparto de aproximadamente 8.000 kilos a mediados de diciembre, con vistas a que las entidades benéficas que colaboran con el Banco de Alimentos pudieran repartirlas entre las familias que atienden. Después a principios de año, se ha hecho otro gran reparto, que ha sido de unos 6.000 kilos, para las mismas entidades benéficas.
Paredes indica que se trata de una acción rutinaria para la entidad sin ánimo de lucro ya que el reparto de alimentos se hace “prácticamente semanalmente”. Son diez las entidades colaboradoras entre las que están las Religiosas María Inmaculada, el Albergue San Vicente de Paúl, la Conferencia Virgen de la Luz, El Techo es un Derecho, el Centro Asistencial, Asdiga Al Hurria y Mujeres en Igualdad. Todas ellas reparten los alimentos entre las familias que atienden.
A finales del mes de noviembre se llevó a cabo La Gran Recogida, una evento anual que se hace en todo el país, y con el que los Bancos de Alimentos colaboran con los supermercados. Se mantuvo una semana, hasta principios de diciembre, unos diez días.
Pero el responsable de la entidad recuerda que el reparto de alimentos se realiza durante todo el año y que todos los excedentes industriales y el resto de productos que llegan de donaciones el Banco de Alimentos lo distribuye a las entidades benéficas colaboradoras.
Los voluntarios del Banco de Alimentos han estado trabajando todas estas fiestas también, explica Paredes, un trabajo que también han desarrollado desde finales y principios de año.
Cabe recordar que recogen sobre todo los 14 alimentos básicos que son no perecederos, entre los que están la leche, el aceite, galletas, conservas de pescado y de fruta etc. Además, cuando hay donaciones de productos perecederos, el Banco de Alimentos trata de complementar sus entregas con los mismos para hacerlas “más completas y nutritivas” con fruta, verdura o derivados cárnicos.
El reparto a entidades benéficas es el trabajo diario y semanal del Banco de Alimentos, pero también hay otra salida de entregas que hace la entidad de forma más atípica porque empezó a hacerlas con el inicio de la pandemia de la covid-19.
Para evitar las colas del hambre el Banco de Alimentos, en coordinación con los centros educativos, Servicios Sociales o el área de Atención a la Mujer, empezó a llevar lotes de comida a domicilio a las familias en riesgo de exclusión social durante el confinamiento.
Esta actuación la llaman lotes de emergencia y la siguen manteniendo. Todas las semanas se atienden a más de una decena de familias que son derivadas al Banco de Alimentos desde los Servicios Sociales.
Pedro Paredes expresa que el trabajo del voluntariado tiene una gran importancia y con su labor fue posible repartir el pasado año 350.000 kilos de alimentos para atender a aproximadamente a 4.500 personas. “No solamente de forma puntual, sino de manera periódica semana tras semana”, apunta. Los voluntarios ayudan a la clasificación de alimentos y preparación de los lotes.
Asimismo, cuentan con voluntarios de distintas asociaciones e instituciones que acuden al Banco de Alimentos para colaborar periódicamente como Aspanies o Feafes. También les han llamado del Centro de Menores Infractores y el Centro de Protección de Menores de La Purísima para aportar voluntariado con internos y usuarios.
Esta es un trabajo que no solo se hacer para el trabajo propio del Banco de Alimentos, sino también una labor de inclusión social en la que también hay charlas y atención a familias necesitadas.
Semanalmente esta entidad sin ánimo de lucro puede contar con 15 o 20 personas voluntarias. En La Gran Recogida, que en fechas previas a las fiestas de Navidad, pueden contar con unas 250 personas que colaboran en distintos turnos y días a fin de cubrir todos los supermercados.
“Podemos decir que el Banco de Alimentos goza de un amplio apoyo del voluntariado y nos sentimos enormemente orgullosos y honrados”, expresa.
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