Este lunes 4 de noviembre arranca por fin el transporte escolar para los niños del Colegio de Educación Especial Reina Sofía. Para multitud de familias del centro es una alegría porque era algo que esperaban ya con mucho anhelo poder disponer de una forma que sus hijos puedan ir a clase. Sin embargo, el transporte adaptado no estará en funcionamiento porque aún tienen que terminar de acondicionarlo, y los padres creen que no cumplirá con las expectativas requeridas para el servicio.
El pasado sábado Joan Casares, el presidente de la AMPA del Reina Sofía, visitó junto a una comisión de padres afectados del centro el autobús que se ha enviado desde la Península para que realice el servicio. Según Casares, el vehículo tiene sin adaptar, por lo que se está acondicionando estos días en la cochera de la COA en la ciudad. A los afectados se comunicó desde la empresa que desean realizar una prueba con los niños esta semana para saber cómo funciona y las rutas que podrían hacerse.
Por lo que los padres de los alumnos del Reina Sofía, solicitan una reunión con la UTE (Unión Temporal de Empresa) de la COA y Vectalia y la Dirección Provincial de Educación para que se realice una evaluación de las condiciones del vehículo y ver la posibilidad de que el transporte funcione sin la posibilidad de hacer la prueba.
“Nosotros consideramos que llevar a los niños para hacer una prueba, no nos parece lógico, ya tenemos una experiencia del año pasado en la que la empresa adjudicataria anterior recogía a los niños sobre las dos y los dejaban a las tres de la tarde, sin comer ni nada”, explicó el presidente de la AMPA. Aunque añadió que los padres creen que no hacen falta pruebas “porque no sirve para el servicio. Entienden también, que la empresa que lo ha proporcionado deberá pronunciarse en algún término y por lo que creen que es necesaria una reunión entre las partes implicadas.
Sin pliego de condiciones
La licitación debería venir acompañada con un pliego de condiciones técnicas donde se indique el tamaño de los autobuses, cuantas unidades, qué cantidad de niños tiene que llevar, que horarios tiene que cumplir o paradas que tiene que hacer. Los padres creen que dicho pliego técnico no existe y que las empresas adjudicatarias del transporte para este año harán lo mismo que sus predecesoras: improvisar sobre la marcha.
Por ello, desde la AMPA tachan de falta grave por parte de la Administración que se saque una licitación sin un pliegue de condiciones técnicas y específicas, es decir, sin una normas y unos requisitos mínimos con los que se deba cumplir el servicio.
Al parecer el autobús que ha traído la empresa alicantina no cumple realmente con las expectativas para el transporte de movilidad reducida. Lo particular que tiene es que pueden quitarse algunos asientos de la parte delantera y en teoría tiene una autorización por parte de Industria para llevar cinco plazas de sillas de ruedas. Se está trabajando en dicho espacio estos días, para conseguir ese espacio adaptado, que ampliarán para que quepan ocho más como se había prometido.
“Nos encontramos que el autobús adaptado es un autocar de línea normal con accesos normales, solo tiene una plataforma en el lateral del autobús”, dijo. Señaló también que es un vehículo muy grande, y que tendría dificultades de accesos a algunos barrios de la ciudad como podría ser Melilla la Vieja o la parte alta de Cabrerizas, cerca de los pinares de Rostrogordo.
El vehículo es antiguo, tiene 15 años, por lo que los padres creen que es un deshecho de la empresa que no utiliza en la península y quiere usar aquí. Además, Casares indicó que tiene fallos técnicos, como escalones demasiado altos para los niños que no llevan sillas de ruedas pero que tienen movilidad reducida. Que estos niños asciendan en la plataforma con la que suben los de silla de ruedas tampoco lo ve una opción, porque es algo también peligroso para estos niños por su amplitud e inestabilidad.