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Hasta hace 3 años, el lugar era una asociación de vecinos. La CIM denunció el cierre y la juez dicta la reapertura
Un Juzgado de Melilla ordenó el jueves reabrir un local del Monte María Cristina que se utilizaba como mezquita y fue cerrado con cadenas y candados el pasado sábado por la persona que disponía de las llaves. En la tarde del jueves, la Policía acudió al lugar por orden judicial y retiró las cadenas que impedían la entrada.
El Faro informó del cierre de este inmueble en su edición del pasado martes. El local había funcionado como asociación de vecinos, pero llevaba tiempo sin operar como tal y se estaba utilizando como lugar de oración para fieles musulmanes. El sábado pasado, los feligreses se lo encontraron cerrado con cadenas y candados, por lo que dieron aviso a la Policía Local de lo ocurrido.
Denuncia en los juzgados
Tras ello, la Comisión Islámica de Melilla (CIM) tomó cartas en el asunto e interpuso una denuncia contra A. T., el hombre que cerró el local. Así lo reconoció él mismo ante la Policía, como consta en la denuncia, a la que ha tenido acceso El Faro.
A. T. era el presidente de la Asociación de Vecinos Mar del Norte. Según la viceconsejera del Mayor y Relaciones Vecinales, Carmina San Martín, dicha asociación “llevaba dos años sin recibir subvenciones” porque no estaba funcionando. San Martín afirmó que la Ciudad no es propietaria del local y señaló que la propiedad del mismo es de alguien del entorno de A. T., aunque no precisó quién.
“Le he pedido a esta persona que retire el cartel de la asociación mientras no esté funcionando”, declaró la viceconsejera a este periódico.
Según otras fuentes consultadas por El Faro, la antigua asociación empezó a utilizarse como lugar de culto para los fieles musulmanes “en noviembre de 2013”, debido a “la nula operatividad de la asociación de vecinos como tal”. Así, funcionó como mezquita desde entonces hasta que A. T. la selló con cadenas y candados el pasado sábado.
“Derecho al culto”
En la denuncia presentada por la CIM, se afirmaba que “se está vulnerando un derecho fundamental en la Constitución, el derecho al culto”. Asimismo, añadían que el denunciado exigió “9.000 euros” a los miembros de la junta de la mezquita y que si no se los daban “la cerraría”.
El jueves prestaron declaración ante la juez testigos de la parte denunciante. Finalmente, la magistrada ordenó a la Policía que retirase las cadenas, lo que se llevó a cabo sobre las 19:30 horas.
El Faro acudió en la mañana de ayer al lugar y observó cómo los feligreses se encontraban adecentando ese espacio para el rezo del mediodía.
Dris Mohamed Amar, presidente de la CIM, agradeció “la celeridad con que la Justicia ha actuado para restituir un derecho fundamental”.