Rápido castigo

• Insultar la memoria de los muertos es una conducta delictiva que tiene consecuencias para quien la comete.

Así se demostró ayer en los Juzgados de Melilla, donde fue condenado en un juicio rápido el joven que anteayer profirió injurias en Facebook a Carlos Huelin, el hombre que pereció el pasado domingo tras ser arrollado por un vehículo cuyo ocupante conducía bajo los efectos del alcohol.

El individuo, que pasó la noche del martes en el calabozo tras ser identificado como el autor de los insultos a través de la red social, fue trasladado en la mañana de ayer a las Torres, donde, en unas diligencias de urgencia practicadas por el Juzgado de Instrucción número 1, el juez lo sentenció a una pena de ocho meses de prisión, así como al pago de una multa de 720 euros, como autor de un delito de odio.

Cuando un acusado tiene nulas posibilidades de probarse inocente, al haber sido cazado de forma flagrante (y este caso lo es, pues en Facebook quedaron sus mensajes como prueba del delito imputado), es habitual que su abogado defensor trate de alcanzar un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal. Ese pacto se basa en que el inculpado reconozca su responsabilidad en los hechos. En ese caso, no es necesario celebrar un largo juicio con declaraciones de testigos. De esta forma, la acusación solicita para el reo una pena menor que la que le hubiera correspondido si se hubiese declarado inocente cuando el mismo acusado es consciente de su culpabilidad.

Al no tener el condenado antecedentes penales y ser la pena inferior a los dos años de cárcel, la legislación permite que no ingrese en prisión. Esto está supeditado a que no vuelva a delinquir, pues, de hacerlo, sería encarcelado los ocho meses que ayer se le perdonaron, más la condena por el hipotético delito.

De lo que no se librará el sentenciado es de pagar una multa de cuatro meses a razón de seis euros por día, lo que suma 720 euros. Quizá no sea mucho dinero, dada la gravedad de la conducta, pero sí un rápido castigo y un aviso para quienes pretendan difundir mensajes de odio en las redes sociales: el delito no les va a salir barato.