Como cada año, desde hace tres, los talleres solidarios de Ramadán han comenzado en el León Solá de la mano de la Asociación Rusadir 21 y el Instituto de las Culturas de Melilla, que financia esta actuación.
Concha García, miembro de la asociación, explica que se preparan unos paquetes de comidas que se destinan a personas con pocos recursos económicos y que no tienen cómo romper el ayuno en este mes sagrado. Destaca que hay jarera, agua, huevos, chubaquía, dátiles y yogures. En este sentido, la presidenta de Rusadir 21, Laila Mohamed, subraya que el objetivo de esta iniciativa no es otro que llegar al mayor número de familias para que a nadie le falte un plato de comida en estas fechas tan especiales para la comunidad musulmana.
Y, ¿qué se siente al estar en estos talleres solidarios? Pues una gran satisfacción. Así lo asegura García, que como miembro de esta asociación, subraya la alegría que da el poder colaborar para que los melillenses en riegos de exclusión que hacen Ramadán puedan disfrutar de los platos típicos de este mes sagrado. Además, los voluntarios que cocinan y preparan los paquetes de comida se lo pasan en grande. La mayoría ya se conoce de otros años y hacen bromas y ríen durante todo el tiempo que dura la actividad.
Los talleres se van a alargar hasta el jueves de esta semana y la que viene, de nuevo de lunes a jueves para los adultos, aunque hay monitoras que cuidan y entretienen a los hijos de los voluntarios que no tienen dónde dejarles para ir a esta iniciativa. Además, los viernes, el taller de cocina, será para los niños.