En primer lugar, permítanme felicitar al diario El Faro por la brillante idea de publicar un suplemento especial dedicado al sagrado mes de Ramadán. Con sus páginas contribuye a difundir una religión que tiene entre sus principios básicos la paz y la tolerancia, nos permite conocerla mejor a quienes no la profesamos y hace que todos los melillenses nos sintamos orgullosos de esos valores.
Porque transcurridos el Pesaj judío y la Semana Santa cristiana, el Ramadán musulmán ocupa este periodo religioso en la ciudad y, al igual que en cualquier sociedad moderna e integradora, lo hace en un ambiente de normalidad y comprensión. Melilla es una ciudad adulta porque desde hace muchos años ha sabido respetar la creencia del otro y la ha convertido en un emblema de su civilidad. Un comportamiento que se desborda por calles y templos y que demuestra que todos los ciudadanos construimos día a día una entidad propia y específica de esta tierra a la que califico de ‘cultura melillense’.
Entiendo y defiendo que la religión debe ser un punto de encuentro, manifestada en la intimidad de cada uno y protegida por las instituciones públicas, porque es un elemento social vertebrador. Aquí en Melilla hemos aprendido a entender al otro, a convertir su festividad en la nuestra, a rechazar a aquellos que quieren verla como un factor de enfrentamiento y a extraer un mensaje común de fraternidad.
Por eso quiero mandar un cariñoso y entrañable saludo para todos los musulmanes de Melilla con motivo de la celebración de este sagrado mes.
Feliz Ramadán.