Rajoy envía a González Pons en apoyo del PP a Melilla y a las fuerzas de seguridad

Pide a Zapatero que “apoye, escuche y defienda a los nuestros” y a Marruecos “que ponga orden en su parte de la frontera”. La visita del secretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons a Melilla, se convirtió ayer en un auténtico cierre de filas del Partido Popular en apoyo a ‘la ciudad de Melilla, a los españoles melillenses y a las fuerzas de seguridad que prestan su servicio en la frontera”, especialmente a las mujeres policías que son “vejadas y humilladas, no por ser policías ni por ser españolas sino por ser mujeres”.
González Pons, que inició su visita a la ciudad en la tarde del pasado lunes y que recorrió la frontera junto al presidente Imbroda, “de forma discreta para no provocar incidentes”, manifestó que atendía un encargo de Mariano Rajoy, que hoy presidirá en Madrid un Consejo de Dirección del Partido Popular y que le solicitó que viajara a nuestra ciudad para conocer in situ la situación en la frontera con Marruecos y en la ciudad de Melilla.
“Cuando el Gobierno no actúa y hace dejación de sus funciones, es legítimo que la oposición tome iniciativas”, dijo el alto dirigente popular para señalar que si no hay incidentes en la frontera, a pesar de la situación de “máxima tensión” en la misma, es por “la profesionalidad de los policías y guardias civiles que allí prestan servicios”.
No obstante, el líder del PP evitó pronunciar un discurso combativo contra el vecino alauita. Muy al contrario, señaló, de forma coincidente con el presidente Imbroda y en una rueda de prensa conjunta, que las relaciones con Marruecos “son buenas, son fraternales y queremos que sigan siendo así”, por lo que de forma “respetuosa” solicitó al reino alauí que “ponga orden en su parte de la frontera”.
Pons no quiso entrar tampoco en reflexiones sobre los motivos que han podido llevar a tensar la cuerda hasta tales extremos en los ataques contra las fuerzas de seguridad y en especial contra las mujeres policías, ni admitió comentario alguno sobre posibles trasfondos que pudieran explicar si se está escenificando en la frontera de Beni-Enzar un deterioro extremo de las relaciones hispano-marroquíes. Al contrario, reiteró que las relaciones con el vecino país son “buenas, que el PP quiere que sigan siéndolo”, pero que, no obstante, “no hay ninguna razón diplomática que permita que una mujer española, por ser mujer, sea vejada, insultada y últimamente fotografiada contra su voluntad para perjudicar su seguridad”.
La visita de Pons, con una serie de peticiones concretas al Gobierno Zapatero que recogemos en páginas subsiguientes, fue sobre todo un baño de apoyo a la españolidad de Melilla y a los melillenses. “El PP –dijo el alto dirigente popular- como todos los españoles está con los españoles de Melilla, con la ciudad de Melilla y con las fuerzas de Seguridad del Estado que prestan sus funciones en la frontera, especialmente con las mujeres del cuerpo de Policía”.
El vicesecretario de Comunicación del PP se reunió ayer también con los sindicatos policiales y la asociación de la Guardia Civil, giró una visita a la Mezquita de la Palma Santa y visitó además una garita de la Guardia Civil “de condiciones decimonónicas”, para terminar con una reunión con miembros del Consejo de Gobierno de Melilla, a la que también asistió el diputado nacional por nuestra ciudad, Antonio Gutiérrez, y el diputado por Cáceres, Carlos Floriano, que le acompañó durante toda la visita.

Sin incidentes

La estancia de González Pons coincidió por demás con la antesala de un nuevo período de bloqueo fronterizo, cuyo inicio estaba previsto para la noche de ayer respecto de los camiones que transportan áridos y materiales de construcción a Melilla, para continuar, desde esta pasada madrugada y hasta el sábado próximo, con un férreo bloqueo al paso de productos perecederos que como la fruta, las verduras, el pescado o el marisco a diario suelen llegar procedentes de Marruecos.
Asimismo, la confusión en torno al llamamiento a la huelga de las empleadas de hogar marroquíes con trabajo en Melilla, hizo que la convocatoria se aplazara hasta el próximo viernes, con la vocación de que se lleve a efecto durante 48 horas y de que alcance a todas las mujeres marroquíes, durante su primera jornada.
En tal sentido, a través de Efe, el presidente de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos, Chaouki Monaim, explicaba que se trata de presionar a través de un pulso “de mujeres contra mujeres”, "para defender la dignidad de los marroquíes contra las mujeres-policía que agreden a la gente".
Chaouki precisó que el sábado en cambio sólo se impedirá el paso a aquellas mujeres que trabajan en la ciudad como empleadas de hogar y no así al resto de las que intenten acceder a la ciudad. Ninguno de los dos días se impedirá, preciso Chaouki, el paso a ningún hombre.

Delegación del Gobierno

Por su parte, la Delegación del Gobierno aseguró también ayer a través de Efe que el abastecimiento de alimentos frescos a Melilla está "garantizado", pese a los bloqueos anunciados,  gracias a la mercancía que llega habitualmente desde la Península.
Además, negó que se vaya a diseñar algún dispositivo extraordinario de seguridad con ocasión del anunciado y nuevo boicot, porque la dotación de seguridad en la frontera "cuenta con los efectivos suficientes para hacer frente a cualquier contingencia". En el mismo contexto, el organismo gubernativo recordó que, además de los policías y guardias civiles que realizan las labores de control y vigilancia, la frontera cuenta con dos grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) preparados para casos de altercado.