Rachid Bussian: "Trabajamos en la liberación de terrenos y parcelas militares que nos permitirán dotar a la ciudad de nuevos barrios"

¿Qué balance hace de este año 2022? 

2022 es la confirmación de que el deporte de la ciudad ha llegado a cotas inimaginables y de que estamos ante una industria que hay que seguir consolidando por sus beneficios, cuantitativos y cualitativos.

Hemos albergado eventos nacionales e internacionales con la presencia de importantes selecciones y combinados que nos han hecho posicionarnos en el mapa gracias al deporte. Melilla Sport Capital se está consolidando, y ello está ayudando a reformar el binomio “deporte y turismo, turismo y deporte” pues estamos ante una posibilidad de futuro que impacta de forma positiva en las arcas públicas de la ciudad y que proyecta una imagen bondadosa y saludable de Melilla. Todo ello puede convertirnos en una ciudad con una gran proyección, pues ofrecemos eventos diferentes y generamos deportistas y combinados locales de éxito. Todo ello, por tanto, es uno de los objetivos que se ha conseguido en este 2022.

Otro objetivo importante ha sido impulsar las nuevas infraestructuras estratégicas de la ciudad, como por ejemplo, la Jefatura de la Policía Local o la nueva sede de la Sociedad Protectora de Animales.

Asimismo, también ha sido otro objetivo logrado el impulsar la aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Actualmente estamos resolviendo alegaciones para intentar que otro modelo de ciudad sea posible, mejorando la ordenación del territorio y convirtiendo a Melilla en una ciudad más amable, más verde, más sostenible  y poniendo especial interés en la conservación de nuestro patrimonio.

Y sin duda, el otro objetivo logrado serían las importantes ayudas al alquiler que se han convocado durante este año, el Plan Estatal de Vivienda o el acuerdo marco para la construcción de centenares de viviendas. En este sentido, también hemos trabajado, y estamos trabajando en la liberación de terrenos y parcelas militares que nos permitirán dotar a la ciudad de nuevos barrios y desarrollar nuevas zonas de la ciudad a través de espacios educativos, deportivos y sociales, conectando aún más si cabe a la ciudad. No queremos 8 distritos, queremos un distrito único.

Cabe recordar que ha sido un año en el que se ha recuperado la normalidad después de una crisis sanitaria sin precedentes, en el que hemos tenido que recobrar la capacidad administrativa para seguir dotando a la ciudad de servicios urbanísticos básicos, como la sustitución de miles de luminarias a LED, la mejora de la accesibilidad o la creación de plataforma única en determinados barrios.

El área de Deportes se ha llevado muchos halagos esta legislatura. ¿Se le ha quedado algo sin hacer? ¿Se puede superar lo que se ha hecho? 

Es cierto que ha sido una de las áreas con gran presencia y aceptación por los importantes logros del deporte local, tanto desde el punto de vista individual como colectivo.

Melilla ha sido designada sede de la Semana Europea del Deporte por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD), puesto que considera que estamos potenciado esta industria como nunca se había hecho aquí. Aunque en nuestro “debe” se encuentra la mejora de las infraestructuras municipales, las cuales tenemos incluidas dentro de un plan integral programado tanto para 2022 como para 2023.

Sobre este éxito deportivo se han puesto muchas lupas, como la de la UNED, que se ha convertido en lugar de encuentro, en nuestra ciudad y en la ciudad hermana, para ahondar en la idea de la industria del deporte como posibilidad de desarrollo de futuro. Y en estos encuentros, el área que dirijo y que está compuesta por grandes profesionales, ha recibido muchos halagos por su capacidad organizativa, albergando eventos nacionales e internacionales con un retorno de millones de euros por el impacto mediático que tienen.

Hay que recordar que la prestigiosa revista Men's Health designó a Melilla, meses atrás, como mejor destino turístico deportivo y nos dio a conocer más allá de nuestras fronteras.

Nuestra política deportiva siempre ha sido no dejar atrás ningún deporte y se está intentando llegar a todos los públicos, independientemente de cuál sea su práctica deportiva. Va a ser difícil superar a 2022, pero estamos marcando cotas más altas para 2023. Entre las piedras angulares para el nuevo año que está a punto de empezar, estará el deporte inclusivo y el femenino.

Asimismo, también queremos incidir en la construcción de nuevas infraestructuras deportivas pues supondrá expandirnos, no solo a nivel local sino nacional, ya que podemos convertirnos en sede de pretemporadas de deportistas y equipos que puedan desplazarse a Melilla para llevar a cabo esa preparación. Ya hemos dado un salto importante en cuanto a formación junto con la Real Federación Española de Fútbol con la nueva escuela técnica que está en construcción y también podemos darlo en la práctica.

¿Cómo llevamos la piscina municipal? ¿Qué ha pasado con este proyecto? 

Si hablamos de mala praxis del Gobierno anterior lo podemos identificar en la gestión de la  piscina pues, vendieron semanas antes de las elecciones una renovación de la instalación cuando solo mejoraron la eficiencia energética. Después de 30 años de vida útil de la misma, ésta necesitaba una reparación integral por su deterioro, algo que no ejecutaron y que llevó a situaciones tan nefastas como recepcionarla con una importante pérdida de agua, centenares de metros cúbicos, que no se remedió.

Una vez asumo las competencias a finales de 2019, solicitamos un informe pericial que identificara el estado en el que se encontraba la piscina, llevamos a cabo una modificación presupuestaria a través de Tragsa, valorado en 500.000€, y una vez iniciada la obra la empresa Cobra presenta un recurso ante el Contencioso Administrativo para pedir un nuevo informe pericial y el juez lo concede y paraliza la obra durante un año. A ello hay que sumarle el plazo previsto para la ejecución de la obra que ya se había avanzado de forma considerable.

En este proceso se han ido detectando pérdidas de agua pero también otras cuestiones que ponían en riesgo a los usuarios, como los pódium de salida que eran tercermundistas o los bordes de la piscina que producían heridas y cortes en las manos o el cambio de las placas solares que instaló el anterior ejecutivo pero que nunca se utilizaron y por tanto se deterioraron.

Por fin puedo decir que se ha solucionado el tema y se están haciendo las pruebas pertinentes para abrir de forma definitiva, aunque no me atrevo a dar una fecha exacta, sí que puedo afirmar que en las próximas semanas daremos una buena noticia.

Aun así no quiero olvidar el convenio que se ha mantenido con La Salle y que ha permitido que la actividad se haya podido realizar por parte de los amantes de la natación. Mi intención siempre ha sido ofrecer una solución a este tema por el que he estado señalado como responsable, cuando me encontré con una situación sobrevenida y de haber iniciado yo la obra, en ese 2017, habría optado por la construcción de una nueva piscina en lugar de reparar la actual por el estado en el que se encontraba. De todos modos prefiero ver el vaso medio lleno, en lugar de medio vacío, y la situación ya tiene una solución muy cercana.

¿Cómo vivió las acusaciones de Yusef Kaddur, siendo como fue un antiguo compañero de partido y de consejería?

Puedo afirmar que he sido el político y el compañero que más ha valorado, contribuido y defendido la valía, la capacidad, los logros y éxitos de Yusef Kaddur como deportista de élite. Ahí están las actas de las diferentes comisiones, la hemeroteca de los diversos medios de comunicación así como las intervenciones en los diferentes plenos que así lo atestiguan.

Cuando era miembro de la oposición y denunciaba las injusticias que recaían sobre Yusef Kaddur, lo hacía con la clara convicción de que no se estaban haciendo las cosas bien con un campeón, de todo, en su modalidad deportiva. Hasta en varias ocasiones le negaron el más mínimo reconocimiento.

Solo la insistencia y el apoyo a ultranza en diferentes foros, por parte de CpM, y en especial por mí, fue lo que le llevó a ser finalmente atendido y premiado por la Ciudad Autónoma. No solo eso, durante los primeros meses de la presente legislatura me consideraba un gran compañero suyo, y creo que no está de más asegurarlo, por determinadas y complejas situaciones que superó Kaddur con mi ayuda.

No hay mejor almohada que te ayude a conciliar el sueño que una conciencia tranquila, y yo la tengo. No solo por la labor en la oposición y luego compartiendo Gobierno, sino que tras su paso por la política se le siguió ayudando en su faceta deportiva.

No obstante, hablamos de leyes y normas que todos estamos obligados a cumplir y que chocan con sus pretensiones imposibles de atender, por cuestiones meramente administrativas, porque ya no competía bajo la bandera de Melilla o España o el paraguas de Melilla Sport Capital. A eso hay que añadir que no ha estado bien asesorado por otras personas con otro tipo de intereses que le llevaron a actuar de forma imprudente.

Una imprudencia que ciertamente me provocó un daño inmerecido y un escarnio público que tuve que soportar hasta que hace unas semanas, ante el juez correspondiente después de mi denuncia en la Jefatura Superior de la Policía Nacional, donde Yusef Kaddur reculó y se justificó con el vago pretexto de que no era la persona que estaba detrás de esas graves acusaciones hacia mií persona por mi condición de consejero. También llegó a decir que no recordaba haber escrito eso en redes sociales.

Unas acusaciones que por un lado no asume como autor y que por otro lado niega, pues dice que no me ha imputado ningún delito y que no pretendía injuriarme ni calumniarme. Recurrió a esa vaga justificación porque entre otras cosas no disponía, ni dispone, de ninguna prueba más que de las malas lenguas de personas que le han aconsejado de manera ruin y mezquina pensando que con ello les ayudaría a conseguir sus propósitos.

Y tuve que vivir esa situación, en primer lugar, con el juicio mediático y con aquellos  que con un simple comentario, lo compran, le dan cobertura y se lo creen. Luego el tiempo, la justicia, la seguridad y la confianza en uno mismo, pueden compensar y frenar ese halo de fea sospecha. Los acontecimientos, la verdad, su actitud, y los últimos hechos le han retratado ante sus propios defensores, que cada vez son menos.

Ante un juez es donde se demuestran las acusaciones y no tras un perfil de Facebook. Eso nos ha llevado a evaluar quién es quién. El tiempo ha puesto a cada uno en su lugar. Por eso finalmente me quedo con la satisfacción de que la verdad ha prevalecido ante la mentira.

¿Qué piensa cuando lo ve halagando a Marruecos y a su rey desde sus redes sociales?

Cada uno es libre de halagar a quien quiera o sentirse identificado con lo que quiera. Si bien es cierto que a las personas se nos conoce y valora por nuestros actos, pero no seré yo quien los juzgue en este caso.

¿Cree que hay que retirarle la Medalla de Oro de la Ciudad?

Creo que es una pregunta que debería responder el Gobierno que se la concedió.

¿Cómo va el proyecto del Cuartel de Santiago? ¿Lo veremos terminado antes de las elecciones?

 El desarrollo urbanístico del antiguo Gabriel de Morales, donde irá ubicado el nuevo centro escolar y la proyección de nuevas viviendas de protección oficial, va parejo al inicio de la demolición parcial del cuartel de Santiago y por ende a su desarrollo. Al mismo tiempo ya se ha trabajado en un Plan Especial en el que hemos definido el uso y destino de todo el suelo que comprende Santiago. Se ha optado por una nueva ordenación con zonas verdes, espacios libres y de esparcimiento, más viviendas, así como equipamiento deportivo, social y comercial.

Esperemos que en el primer trimestre del 2023 podamos finalizar las actuaciones de Gabriel de Morales y parte de Santiago, tal como está previsto. En el segundo trimestre del próximo año queremos empezar la demolición del resto de Santiago y así empezar a ejecutar el Plan Especial de Reforma Interior, que junto con Gabriel de Morales nos permitirá disponer de casi 120.000 m2.

Estamos antes un nuevo imponente espacio que va a conectar el centro de la ciudad con otras zonas y barrios. Es sin duda una de las obras y actuaciones de mayor impacto de las últimas décadas por la transformación que va a suponer para toda la zona y para miles de vecinos y melillenses.

Usted es joven y tiene una larga trayectoria política por delante. ¿Qué cree que es lo peor y lo mejor de la política?

Cierto es que me considero joven porque son 36 años los que acabo de cumplir hace unas semanas, sin embargo son ya 8 los años que llevo en la Asamblea de la Ciudad de Melilla, de ellos, 4 en áreas de responsabilidad  de Gobierno. Es importante el desgaste que supone la actividad política diaria por la propia autoexigencia que me marco al dedicar las 24 horas del día y  los 7 días a la semana por el compromiso y la confianza depositada por miles de melillenses que han volcado sus esperanzas en un proyecto político y de ciudad al que perteneces, así como por la responsabilidad y las obligaciones que se derivan de ello, supone que prácticamente hipoteques tu vida personal, laboral y profesional por el bien común.

Es más, la familia y las personas más cercanas no entienden tal sacrificio. Muchos me dicen aquello de que no merece la pena, que no hay necesidad de soportar, a veces, acusaciones veladas y sin fundamento con el único propósito de hacer daño. Aun así, te mantienes, te haces fuerte, porque crees en un modelo de ciudad, en un proyecto, en una idea que consideras que es la mejor para el bienestar de tus vecinos.

Muchos pueden ver la política como un medio más de vida. Si ese es el motivo para entrar en ella, no les auguro mucho éxito. La política sí puede ser ese espacio donde satisfacer determinadas inquietudes destinadas en la mejora de la vida de los ciudadanos, y te convences de que realmente puedes sumar.

Hay que reconocer que todo ello se infravalora por la percepción que tiene la opinión pública de una parte de la clase política que ha venido a ella a servirse, en lugar de servir a los demás.  Los sinsabores que ha provocado en el imaginario de los ciudadanos, hacen que se trabaje en una ambiente de continua sospecha y duda. Y no solo en esa vertiente de la gestión política como tal, sino en lo personal.

En la sociedad actual se tiende a ser marcado o señalado por pensar de una forma u otra. Existe mucha animadversión si no sacan de ti lo que pretenden o simplemente porque tomas decisiones que no siempre contentan a un grupo determinado.

Hace más ruido un descontento injustificado que 1.000 contentos justificados, y hoy día más sobredimensionado por las redes sociales que mediante haters, bots o troles pueden crear corrientes de opinión basadas en “fake news”, y ello produce inseguridad e indefensión. No todo vale en política y siento envidia sana por países con una mayor cultura del consenso y del respeto al que piensa diferente.

A pesar de todo ello, ayudar a mejorar la vida de las personas, intentar resolver sus problemas cotidianos, tender la mano al más necesitado, trabajar por el interés general y esforzarse por la tierra que te vio nacer, bien merece la pena estar en política ( aunque sea ingrato la mayor parte del tiempo jajaja ).

Soportar ingratitud de manera tan desmedida solo puede ser entendida y justificada por una sincera vocación por el servicio público y por la clara convicción de que tus principios y valores pueden contribuir, por idílico que parezca, a crear un mundo mejor.

Para encontrar sentido a la política, hay que pensar un 5% en el problema y un 95% a la solución. Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad (Winston S. Churchill).  Yo opto por ser optimista. Es esa actitud positiva la marca la diferencia y la que ayuda en el día a día. Para eso hay que confiar en uno mismo y rodearse de un buen equipo de trabajo, y si se es honesto en la consecución de los objetivos marcamos, se está más cerca de hacerlo bien y de que la gente valore la sinceridad de tus acciones.

En mayor próximo tenemos elecciones. ¿Le quitan el sueño? Si dependiera de usted, repetiría un Gobierno de coalición?

Soy de la opinión de que en política hay que estar de paso. La gestión política y diaria al frente de la Consejería es algo que me apasiona pero esa pasión lleva al desgaste. Dedico mi tiempo completo en pensar en el trabajo de las dos macroconsejerías que dirijo, y no pienso en las elecciones de mayo, aunque me preocupa que estamos ante los comicios más duros de los últimos 20 años.

Y es cierto que debemos aprender a compartir responsabilidad de gobierno con otros partidos políticos, aprendiendo a buscar espacios de diálogo en común porque Melilla se lo merece. Desde CpM se está trabajando, por su carácter localista, en liderar esa voz única ante las demandas y reivindicaciones que se hacen a Madrid, por eso trabajamos para lograr una mayoría absoluta pero sin dejar de lado el consenso.

Todos  tenemos cabida y la unión y el consenso de fuerzas políticas ofrecen prosperidad, empleo, herramientas para combatir las de tasas pobreza, fracaso escolar, entre otras. Pero ese consenso debe ser entre las formaciones con mayor experiencia y madurez para que Melilla siga mejorando en su día a día.

¿Qué mensaje de fin de año le gustaría enviar a los melillenses?

Pediría a los melillenses que se alejen y eviten los discursos derrotistas y pesimistas de aquellos que consideran que Melilla no tiene futuro y que está dividida.

Somos un gran pueblo. Donde los jóvenes tienen que ser protagonistas. Esas generaciones tienen que ser conscientes de que está en sus manos que Melilla sea un lugar próspero y de desarrollo. Tenemos una responsabilidad con ellos, por eso debemos estar unidos y desde los poderes públicos, todas las instituciones implicadas, hemos de asegurar y dotar de las herramientas y acciones necesarias para que eso sea posible.

Estamos saliendo de situaciones muy complejas: una pandemia, el cierre fronterizo, la transformación de nuestra economía, una nueva forma de vivir, etc., y aun así se ha demostrado que los melillenses somos fuertes y a partir de esa premisa hay que seguir creyendo en nuestras posibilidades. Melilla es presente y futuro.