El cartel de la Feria de Melilla de este año no ha pasado por alto a ningún melillense. La obra ‘Siluetas’, creada por Javier Pérez de Ureta, fue la ganadora del certamen por su singular diseño: una celebración colorida que captura la esencia de las fiestas patronales.
Javier Pérez de Ureta es un joven melillense que acaba de terminar sus estudios en Marketing en Málaga y en Madrid. Tras haber hecho las prácticas en empresa en el Museo Thyssen de Madrid, todavía no se encuentra trabajando. Aunque el diseño y la publicidad es un ámbito que le gusta, no se considera un artista.
Es autodidacta. Todo lo que ha aprendido sobre diseño gráfico ha sido gracias a su curiosidad y a todos los ratos libres que ha dedicado a aprender sobre ello.
Esta era la segunda vez que se presentaba al certamen del cartel de la Feria de Melilla. El año pasado disfrutó tanto durante el proceso de creación, que quiso repetir este año. Y en esta ocasión, para su sorpresa, fue proclamado ganador. “Me llamaron por teléfono para comunicármelo y, la verdad, me hizo mucha ilusión”, afirma. Una ilusión compartida también por el resto de su familia.
Desde comenzó a hacer los bocetos hasta que terminó el arte final, Pérez de Ureta estuvo trabajando en el cartel de la feria alrededor de un mes.
Aunque hizo una brainstorming para tener claro qué elementos quería y cómo tenía que ser el diseño, siempre tuvo claro que fuese un cartel “vivo, muy colorido e, incluso, veraniego”.
El elemento principal del cartel es la portada de la feria, una reinterpretación del emblemático Palacio de la Asamblea de Melilla, uno de los icónicos edificios modernistas de la ciudad autónoma.
Sobre el ayuntamiento se encuentran las siluetas de dos gitanas bailando sevillanas (inspiradas en su hermana Rocío), que aportan movimiento y alegría al cartel. Las figuras, abanico en mano, son un símbolo de la música y danza que animan las casetas durante la Feria de Melilla.
En cambio, en la parte baja, se encuentra la silueta de la Virgen de la Victoria, Patrona de Melilla y por quien se celebran estas fiestas.
Sin embargo, lo que más llama la atención del diseño es la paleta de colores, juega un papel muy importante en la intención del autor de conseguir que fuese un diseño vibrante. El rosa, que es el color que más destaca, evoca el ambiente festivo del Real. “Me parece un color súper alegre y que es muy de feria. Sí que es cierto que fui probando diferentes colores y fondos, pero finalmente me decanté por él porque es el color predominante”, explica.
Durante el proceso, uno de los primeros colores que probó fue un amarillo similar al albero, que, aunque no acabó siendo el color principal, acabó integrado en el diseño.
Este era el segundo certamen de diseño al que se ha presentado en toda su vida. Pero, a partir de ahora, no dudará en seguir presentando sus trabajos a otros concursos.
La Feria de Melilla es un gran evento esperado por gran parte de la ciudadanía melillense. También lo es para Pérez de Ureta, que espera con ansias el inicio de las fiestas patronales de este año.
“La feria para mí es una semana de alegría, de recordar esa cultura y esos valores españoles en la ciudad. Es una fiesta que me encanta”, señala.
Destaca, sobre todo, los conciertos por la noche que tienen lugar en el Real y el ambiente que reina en la ciudad autónoma durante estos días. “Es una semana muy divertida y muy viva”.
Pues chaval a quien San Pedro se las dé que el mismo se las bendiga