La presidenta de Pymes-Melilla, Francis Serón, ha dicho este martes que su organización “no ve muy claros todavía” los requisitos que impone la Administración española para la contratación de transfronterizos. Sí ha trascendido, sin embargo, que deberán tener un contrato de 8 horas y cobrar el Salario Mínimo Interprofesional, es decir, 1000 euros brutos.
En su opinión, estas normas están pensadas básicamente para las empleadas de hogar porque en las empresas lo normal es que “los contratos sean así” y, efectivamente, se cobre lo establecido en la ley.
El problema, según comentó, es que los puestos que se quedaron vacantes cuando se cerró la frontera se han cubierto con trabajadores nacionales. “Ahora qué hacemos”, se preguntó para recordar también que otro de los requisitos es que se contraten transfronterizos solo si no hay demandantes de empleo en esas funciones inscritos en el SEPE. “Solo pueden ocupar un puesto de trabajo si no hay demandantes de ese empleo”.
Francis Serón cree que “hay matices que perfilar aún” con respecto a las nuevas normas de contratación de transfronterizos. “Parece que los requisitos se hacen para las empleadas de hogar pero también es verdad que hay empresas de limpieza con trabajadoras de Melilla”.
Para la presidenta de Pymes-Melilla, esta cuestión de los transfronterizos conjuga una serie de “sentimientos/normas/leyes que hay que ver”. En definitiva, lo que pide es que “se aclare todo bien por escrito para no tener luego problemas en los tribunales”.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios (CEME), Enrique Alcoba, dejó claro que la contratación de transfronterizos es cosa de cada empresa, que debe determinar lo que va a hacer de acuerdo a sus propios intereses. “Es algo a título particular de cada empresa”, comentó.
Según dijo, los requisitos de las contrataciones de los transfronterizos ya les fueron expuestos por la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, en una de sus reuniones.
Además, calificó como “razonable” que España ponga su régimen de viajeros encima de la mesa y limite la entrada de productos procedentes de Marruecos. “No se puede pasar lo que se quiera hacia Melilla pero nada de nada a Marruecos”, indicó. Según dijo a El Faro, lo normal es que cada país imponga lo que estime conveniente en un mínimo régimen de viajeros, sea tanto en cantidades de productos o en dinero.
Finalmente, Alcoba expresó su deseo de que la aduana comercial abra lo antes posible y se mostró confiado en la reunión que este martes mantienen representantes de ambos países para seguir hablando del tema fronterizo.
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