PSOE y PPL ponen la nota combativa frente a un CpM sosegado y más conciliador

El primer Pleno de Control del año dejó pocas novedades políticas después de más de cinco horas de debate · Los diputados debutantes del Grupo Popular, Francisco Javier González y Katty Muriel, intervinieron durante algunos minutos.

El primer Pleno de Control del 2012 no dejó nada nuevo en el horizonte, pues desarrolló de manera similar a como lo han hecho las sesiones celebradas desde que finalizaron las elecciones generales de noviembre: Sin la tensión política que las caracterizaron hasta dicha fecha. No obstante, hubo más polémica y enfrentamientos verbales que en las últimas ocasiones, aunque fueron instantes puntuales en un mar de aparente calma política.
Los momentos de debate más arduos los protagonizaron los portavoces del Grupo Socialista y Populares en Libertad, Dionisio Muñoz y Julio Liarte respectivamente, quienes provocaron con algunas de sus intervenciones que el Gobierno local mostrara su faceta más ofensiva.
Por su parte, Coalición por Melilla (CpM), principal grupo de la oposición, se mantuvo al margen de la mayor parte de las cuestiones que plantearon PSOE y PPL, y mostró un buen nivel de sintonía con el Grupo Popular, en consonancia con lo demostrado durante los últimos plenos. Ni siquiera en la recta final de la sesión, cuando el líder cepemista, Mustafa Aberchán, y el portavoz popular, Daniel Conesa, subieron el tono del debate a causa de cómo se estaba desarrollando el Pleno, se llegó a alcanzar, ni por asomo, los niveles de crispación que hubo entre ambos partidos meses antes de las elecciones locales de mayo.
Fue también una sesión algo más larga que las anteriores, de cinco horas de duración aproximadamente, y con un receso que no llegó hasta que se plantearon cinco interpelaciones, lo que se tradujo en desgaste y cansancio para los diputados que más activos se mostraron en la recta final del Pleno.
Entre las anécdotas más destacables de la jornada, hay que resaltar el frío imperante en el Salón de Plenos a primera hora de la mañana, hasta el punto de que varios diputados, como Sofía Acedo o María Antonia Garbín, optaron por no quitarse los abrigos durante los primeros compases de la sesión. Otros como Conesa, se frotaban las manos para entrar en calor. La solución llegó una hora después, cuando se conectó la calefacción.

El papel de la oposición

El grupo más combativo durante la sesión de ayer fue PPL. Sus diputados centraron las interpelaciones del partido en el desarrollo de los distritos IV y V y la promoción turística de la ciudad.
Desde la bancada del Grupo Popular, se les acusó en ambas respuestas de hablar sin conocimiento de causa y de defender cuestiones genéricas. Los dirigentes de PPL no se amilanaron ante las críticas y participaron en casi todos sus turnos de palabra, muchos de los cuales aprovecharon para recalcar, tanto al Gobierno como a la oposición, que la cuestión que se trataba ya había sido planteada por su partido en anteriores ocasiones, actitud que les valió algunos reproches.
La pregunta al presidente Juan José Imbroda sobre si había recibido una hipoteca en condiciones “especialmente favorables” por parte de Unicaja provocó que éste calificara a Liarte de “inmoral”.
Por su parte, los socialistas centraron sus interpelaciones en dos cuestiones bastantes novedosas: La contaminación acústica y la sentencia jurídica que señala que se produjo una irregularidad en el proceso de selección de agentes de Policía Local.
La primera cuestión, defendida por Gregorio Escobar, encontró una respuesta enriquecedora por parte del Grupo Popular, cuyo diputado y consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, señaló que se insonorizarán 24 viviendas afectadas por el sonido de los aviones, así como se estudiarán medidas similares para otras zonas.
En el caso de las oposiciones de la Policía Local, Muñoz mostró su espíritu más guerrero y criticó duramente al antiguo consejero de Administraciones Públicas, ahora responsable de Fomento, Miguel Marín.
No obstante, sus preguntas y acusaciones no obtuvieron respuesta clara por parte del Gobierno. Además, fue la actual consejera del área, Katty Muriel, la que respondió, en lugar de hacerlo Marín, a quien Muñoz acusó directamente. Éste sólo participó en el último turno de palabra y definió al socialista como el Leonardo Da Vinci de la oposición, no por su retórica, sino “por tocar todas las ramas artísticas existentes”.

El sosiego de los cepemistas

La connivencia entre Gobierno local y CpM se volvió repetir en la jornada de ayer. Pocas críticas se dedicaron los unos a los otros, salvo en el tramo final de preguntas, y la mayor parte de las cuestiones que plantearon fueron bien recibidas por la bancada del Grupo Popular. En definitiva, buena parte del debate entre ambos partidos fue totalmente sosegado.
No obstante, en los últimos compases de la sesión, cuando CpM ya había formulado sus dos interpelaciones y diez preguntas, Conesa le indicó a Aberchán, quien acababa de dirigir una cuestión al Gobierno, que casi todas versaban sobre medidas para paliar el paro y la pobreza en la ciudad autónoma, por lo que la respuesta estaba siendo muy similar en todos los casos.
Al líder cepemista no le sentó demasiado bien la réplica, y culpó del desarrollo del debate al actual formato, recogido en el Reglamento de la Asamblea. Su reproche abrió un debate entre ambos dirigentes que nada tenía que ver con la pregunta planteada, lo que hizo que la vicepresidenta de la Mesa de la Asamblea, Cristina Rivas, tuviera que intervenir para pedirle a las dos partes que se centraran.
No obstante, Aberchán reprochó lo ocurrido hasta el final de la sesión durante sus turnos de palabra. En la penúltima pregunta, cuando le tocó repreguntar, lo hizo planteando la siguiente cuestión recogida en la orden del día.
Al percatarse de lo ocurrido, Rivas advirtió Aberchán de su error, a lo que éste respondió admitiendo que se trataba de cuestiones muy parecidas. Sin embargo, el rifirrafe entre ambas partes no provocó en absoluto tensión política.
Tras cinco horas de sesión, se dio el Pleno por concluido. En definitiva, poca concreción, tanto en muchas de las preguntas, como en las respuestas, así como una casi total ausencia de anuncios novedosos por parte del Ejecutivo melillense.
En definitiva, el debate fue poco profundo. PPL sigue plantando batalla y el PSOE comienza a recuperar su espíritu reivindicativo tras la debacle de las dos citas electorales del 2011. Por su parte, CpM prosigue su camino en solitario, cada vez más próximo al Gobierno local.

Dos mujeres como protagonistas.

Antes de comenzar la sesión, dos mujeres de la Asamblea se convirtieron en protagonistas de la mañana por motivos muy diferentes.
En primer lugar, la popular Katty Muriel juró como diputada y se estrenó en su escaño sustituyendo a José Manuel Calzado, que ha cambiado la Asamblea de Melilla por la Dirección Provincial del Ministerio de Educación.
La dirigente del Grupo Popular tuvo además un par de participaciones a lo largo de la sesión.
Por otro lado, la diputada cepemista Dunia Al Mansouri no pudo acudir al Pleno por haber dado a luz recientemente.
El presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, pidió que se hiciera constar en el acta del día una felicitación oficial por parte de toda la Asamblea melillense a Al Mansouri, a la que, lógicamente, nadie se opuso.

Mañana de estreno para el PP.

Además de Muriel, el de ayer fue el primer Pleno de Control para el popular Francisco Javier González, que actualmente está a cargo del proyecto para revitalizar los distritos IV y V de la ciudad autónoma.
Ambos tuvieron su momento de protagonismo durante el Pleno, aunque dieron respuesta a cuestiones para los que no eran los más indicados.
En el caso de González, le tocó responder a la Interpelación de PPL sobre el proyecto que dirige. No obstante, también le preguntaron por la gestión desarrollada por su antecesor en dicho puesto, Rafael Marín, en los últimos meses, a lo que no acertó a dar respuesta.
En el caso de Muriel, se pronunció sobre las irregularidades en las oposiciones de Policía Local, cuestión que data de cuando Miguel Marín eran consejero de Administraciones Públicas.