Propuestas para la ‘Carpeta azul’ (I)

A finales de febrero pasado escribí un artículo titulado ‘La carpeta «Melilla y Ceuta» de Juan Bravo’ tras anunciar su creación en la visita que hizo a nuestra ciudad y le propuse que tuviese el color azul, no por ser los colores del PP, sino por el azul de nuestro cielo, nuestro mar y nuestra bandera.

Conociendo la capacidad de trabajo del actual vicesecretario de Economía del Partido Popular y el cariño e interés que ha demostrado siempre por ambas ciudades estoy convencido que esa carpeta está llena de los temas a los que se deben poner soluciones desde el Gobierno local y nacional. Esta misma carpeta la pueden hacer suya cualquier otro partido que quiera sacar a esta ciudad del pozo en que se encuentra.

El Gobierno local ya lo ha conseguido el PP -esta vez con mayoría absoluta- por lo que no deben tener problemas en activarlas dentro de las competencias que les otorga el actual Estatuto de Autonomía si es que le parecen acertadas. Y en cuanto al futuro Gobierno nacional que decidamos entre todos los españoles espero que adopten las soluciones que el actual Gobierno social-comunista no ha puesto en marcha en estos cuatro años y que no todo se quede en propaganda electoral.

Voy a ir haciendo un repaso de los problemas que, desde el punto de vista empresarial, requieren una solución urgente por parte del Estado en unos casos o de la Ciudad en otros. Y empiezo, por lo que corresponde al nacional:

1.- Mejora de la conectividad con el resto de la España peninsular y abaratamiento de los transportes de personas y mercancías.

Está claro que el sistema actual de bonificación del 75% a los residentes ha sido un fracaso pues no ha conseguido el objetivo de abaratar los precios de los billetes aéreos al no poner un tope al importe de la subvención que cobra la compañía aérea que disfruta de un monopolio “de facto”. Los precios para residentes y no residentes se han disparado a las nubes.

La misma compañía que opera en Melilla (Iberia Regional/AirNostrum) tiene establecido para el trayecto Andorra-La Seu de Urgel a Madrid, con un trayecto solo 15 millas más que el de Melilla-Madrid y el mismo aparato, un precio por salto de 59 euros. Si allí es rentable, imagínense los beneficios que le reportan los vuelos a Melilla con precios que llegan a costar hasta los 600 euros por trayecto.

La solución debe pasar por establecer una OPS en las líneas con Málaga y Madrid y que el importe de lo que se gasta el Estado en la subvención a los residentes – o la que sea necesaria- se aplique como subvención directa a la compañía que se adjudique el contrato público para que el precio de un vuelo a/desde Málaga no supere los 50 euros y los vuelos a/desde Madrid se fijen en algo menos de 90 euros para todos los usuarios, residentes o no. Si queremos que vengan turistas a Melilla desde el norte, es la única opción.

Por supuesto, se debe solucionar cuanto antes el problema que ocasionan las “nubes bajas” mediante la inversión en los sistemas de aproximación que sean necesarios para evitar las restricciones en las operaciones, así como la falta de dimensiones de la pista actual para que operen aviones autorizados en la categoría 3C en las condiciones óptimas para no tener que elegir entre el peso de los pasajeros y el del equipaje y el combustible a la hora del despegue. La opción de crear una compañía aérea local, aunque fuera posible jurídicamente, necesitaría la misma inyección de fondos públicos para su viabilidad.

Respecto al transporte marítimo de pasajeros creo que todos seguimos esperando el mejor contrato marítimo de la historia con mejores barcos, mejores precios y horarios. La apuesta de Balearia con el “Rusadir” demuestra que se pueden y deben exigir mejores barcos. Preferimos viajar de noche en ambos sentidos -al menos, en el trayecto con Málaga- para evitarnos una noche de hotel y llegar a primera hora al destino y aprovechar la jornada. Y si es en trayecto diurno que sea inferior a cuatro horas que es posible, sobre todo, en época veraniega. El buque Cecilia Payne (Fast Ferry de Baleària), por ejemplo, es capaz de alcanzar los 38 nudos de velocidad y no tardaría ni tres horas en hacerlo. Respecto a los precios se puede aplicar lo mismo que he dicho para los aéreos. Dediquen la subvención por residente a dotar a la naviera con esos fondos añadidos a los que ya se fijan en el actual contrato marítimo y los que fueran necesarios para que los ciudadanos nacionales de cualquier país de la Unión Europea puedan venir a Melilla a un precio no superior a 35 euros en camarote o 20 en butaca. Y el coche en unos 50 euros.

Y ahora toca hablar del transporte de mercancías. Llevábamos cinco años esperando la aprobación del RD que desarrollase la bonificación establecida en los PGE del 2017. Pues bien, el RD 332/2023 que se aprobó en el Consejo de ministros del pasado 3 de mayo no satisface ni de lejos las necesidades de Melilla. Para no repetirme, remito al lector a mi artículo publicado en el Faro de Melilla el día 20 de mayo pasado. En dicho RD, por cierto, discriminatorio y muy cicatero con Melilla y Ceuta en comparación con Baleares o Canarias, no se ha incluido la bonificación solicitada desde la CEME-CEOE en marzo de 2021 de incluir la bonificación al transporte de los productos alimentarios de primera necesidad. La cesta de la compra en Melilla ha subido espectacularmente. Eso sí que hubiera beneficiado a todos los melillenses y estaría de acuerdo con la compensación a nuestra “insularidad” reconocida por el Gobierno y la propia UE.

2.- Reactivación de la aduana comercial y aplicación del mismo régimen de viajeros establecido por Marruecos para todo su territorio a los procedentes de Melilla de forma recíproca al que se aplica por España a los procedentes del vecino país.

Ya hemos visto el resultado de la inacción del Gobierno de Sánchez ante el bloqueo de la aduana comercial por parte de Marruecos desde agosto del 2018. Y desde el 7 abril del 2022 con la famosa Declaración de Rabat no hemos escuchado más que milongas o mentiras sobre la inmediata reapertura de la aduana y la vuelta a la normalidad del tráfico de mercancías de forma ordenada y gradual.

Solo hemos tenido conocimiento de una hoja de ruta “invisible” y el “éxito” de unas absurdas pruebas del funcionamiento de una aduana que llevaba operativa desde 1959 sin ningún problema ni físico ni técnico que mejorar y, por otro lado, el empecinamiento de Marruecos de seguir insultando y despreciando la españolidad de nuestras ciudades norteafricanas como “ciudades ocupadas” o, directamente, “ciudades marroquíes”. Ya es hora que el futuro Gobierno de España cambie de estrategia diplomática respecto a las relaciones con Marruecos.

No es que la reapertura de la aduana comercial solucione la crisis de muchos empresarios afectados por el cierre, pero algo aliviará. No hay cifras oficiales del perjuicio que se ha derivado de este bloqueo, pero es innegable el daño hecho a la propia Administración Pública (Ciudad Autónoma y Autoridad Portuaria de Melilla) y a cientos de pequeños y medianos empresarios y sus trabajadores. Pero como dije a mediados del mes de agosto del 2018: “Lo verdaderamente importante es el bofetón diplomático que Marruecos ha dado otra vez a España”. Y, lamentablemente, seguimos igual después de casi cinco años recibiendo un bofetón tras otro.

3 Bonificación en las cuotas de la seguridad social.

El actual Gobierno se ha ‘cargado de un plumazo’ las bonificaciones que llevaban establecidas desde 2.004 pues a partir del próximo 1º de septiembre quedarán anuladas ya que lo han sustituido por otro sistema de cálculo de la bonificación muy perjudicial. De no remediarlo mediante la oportuna modificación legislativa que el partido gobernante no ha sido capaz de hacer desde que en febrero los sindicatos y empresarios denunciamos las consecuencias de su eliminación para el futuro de muchos trabajadores y empresarios. Ya sabemos que “están trabajando” en ello, como en todo. Pero esto es muy urgente que se solucione.