El Gobierno de Melilla ha admitido que la ciudad tiene “un problema muy grave de salud pública” por la proliferación de colonias felinas, algunas de ellas ubicadas en centros sanitarios y educativos, como colegios y guarderías, además de en lugares donde habitan otras especies animales protegidas. Según ha informado la consejera de Políticas Sociales y Salud Pública, Randa Mohamed, también hay colonias felinas en otras zonas donde los gatos corren peligro, como el antiguo edificio de Correos, que próximamente será sometido a una importante rehabilitación, y también en el histórico Parque Lobera, que lleva años cerrado por obras y el mal estado en el que se encuentra. Mohamed ha lamentado que su antecesora en el cargo, la socialista Francisca García Maeso, “no supo dar respuesta” a este problema, ante el cual se han propuesto varias actuaciones, entre ellas la construcción de un centro de acogida de animales para cubrir las necesidades, ya que el actual está “absolutamente masificado”. En este punto, ha anunciado el traslado de algunos de los perros acogidos a otras instalaciones “para que al final esos animales sean adoptables, que es lo que interesa”. Asimismo, ha mencionado el método CES, basado en capturar, esterilizar y soltar gatos callejeros, un proyecto “necesario y fundamental” que surge de la “petición ciudadana” y las asociaciones animalistas, al que se ha destinado “la mayor partida presupuestaria de la historia de Melilla”, concretamente 100.000 euros. La cuantía es más del triple que en 2022, cuando fueron 29.000 euros, y en 2023, en el que se destinaron 40.000 euros para la castración de 300 gatos, una cifra “totalmente insuficiente”, que tampoco se hizo “de manera correcta y ordenada”, teniendo en cuenta que “una gata entra en celo cuatro veces al año y tiene una media de seis crías por parto”. La previsión es que en seis meses se puedan castrar unos 800 gatos callejeros en Melilla gracias a este programa, según la consejera, que también ha anunciado la salida a contratación de un servicio de recogida de animales callejeros que funcione durante las 24 horas y todos los días de la semana. Randa Mohamed ha confirmado que Melilla continúa en nivel 1 de alerta por rabia por la entrada hace tiempo de un perro a través de la frontera con Marruecos, que fue detectado por la Guardia Civil y que, posteriormente, dio positivo en las pruebas de esta enfermedad, aunque sin incidentes. Tras aquel caso no se ha vuelto a dar ninguno, por lo que la consejera prevé que la alerta “acabará pronto”, una vez que finalice el periodo de seis meses desde su activación.