El auto del Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla los envía a la cárcel “sin fianza” Entre los cargos imputados está el acceso a pornografía infantil y la elaboración de material pornográfico.
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Melilla, Emilio Lamo de Espinosa, dictó ayer un auto mediante el cual ordena el ingreso en prisión de los dos policías nacionales acusados de haber mantenido relaciones sexuales con un menor extranjero no acompañado (mena) a cambio de dinero y regalos.
Los agentes estaban siendo investigados desde el pasado 11 de octubre. Tras la vista celebrada ayer, que se extendió aproximadamente por espacio de tres horas, el juez instructor decidió enviarlos a prisión provisional a la espera de que se celebre un juicio cuya fecha aún se desconoce.
Fuentes judiciales consultadas por El Faro indicaron que la imputación es diferente para cada uno de los detenidos. A uno de ellos se le atribuyen cuatro delitos: abuso sexual a un menor de 16 años, exhibición de material pornográfico, prostitución de menores y tenencia y acceso a pornografía infantil.
El otro agente está acusado de los delitos de “favorecimiento a la prostitución de menores y elaboración de material pornográfico”.
Los dos supuestos autores de las citadas conductas delictivas se encuentran en prisión “comunicada” y “sin fianza”, según explicaron las mismas fuentes. Estar en la cárcel de forma comunicada les permite, entre otras situaciones, mantener correspondencia y recibir visitas.
Causas del arresto
El pasado 12 de octubre, atentes de la Policía Local de Melilla detuvieron a un menor que portaba un teléfono móvil de alta gama, lo que despertó sus sospechas. El chico, de origen marroquí, declaró durante su interrogatorio que el aparato le había sido proporcionado por un policía nacional que junto con otro agente lo protegía y regalaba dinero a cambio de mantener relaciones sexuales. La Policía Local inició entonces una investigación que derivó en la investigación de los dos implicados.
Tras ello, la Jefatura Superior de Policía de Melilla solicitó que ambos agentes fueran suspendidos de sus funciones hasta que concluyeran las investigaciones.
Según el auto judicial, el menor inmigrante declaró ante el juez que había tenido sexo con al menos uno de los policías y que el agente sabía que era “menor de edad” y “ejercía la prostitución”.
El menor se presentó ayer ante la puerta de los juzgados y afirmó ante los medios que los acusados le mantuvieron retenido “una semana” en el piso de uno de ellos.
La abogada defensora de uno de los agentes indicó a El Faro que el adolescente “tiene 17 años” y se le han practicado “tres pruebas forenses que lo demuestran”. Asimismo, recordó que en su declaración el menor señaló que “nadie le había obligado a mantener relaciones sexuales”, lo que en su opinión significa que no es un caso de “abuso sexual”.
La prisión preventiva puede prolongarse hasta dos años en caso de que no haya juicio. Llegados a este punto, se prorrogaría o se les aplicaría la libertad condicional.