Presentación del cartel de la Novena en honor de Nuestra Señora de la Victoria

¡Paz y Bien!

Como cada año la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria tiene previsto realizar la Novena en honor de su Sagrada Titular, siempre que las circunstancias sanitarias lo permitan.

En esta ocasión y por primera vez habrá dos presentadores para el cartel creado por Rocío Ronda Legido.

El sábado 13 de agosto a las 21:15 horas tendrá lugar dicho acto en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.

Dos jóvenes melillenses, que profesan una gran devoción a Nuestra Madre del Cielo, especialmente a la Patrona ya que ambos son miembros de la Junta de Gobierno. Se trata de Adrián Aguilar Verdugo y María Milagrosa Reyes Pérez.

Adrián nació en 2003 y al poco tiempo fue hecho congregante de la Virgen de la Victoria y cofrade de la Real Cofradía y Hermandad Franciscana de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Él se siente “Cofrade del Pueblo”, de Melilla la Vieja. Su devoción mariana ha ido creciendo con el tiempo. Una figura importante en su vida ha sido su abuelo Francisco Verdugo, que ya goza de la presencia de su querida Virgen de la Victoria, de cuya Congregación fue Hermano Mayor.

María es la más joven de los miembros de la Junta de Gobierno, nace en 2004, Su sentir mariano y cofrade están unidos a la figura de su abuelo José Emilio. Le recuerda participando en todas las salidas procesionales de la ciudad desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección.

Desde muy pequeña le inculcaron que, ante cada imagen, hay que orar y pedir porque siempre hay alguien necesitado de esas plegarias.

Confiesa que la novena a la Patrona de 2020, cuando aún estábamos asumiendo la llegada a nuestro devenir diario del Covid, supuso para ella un afianzamiento en su devoción por la Virgen de la Victoria.

Dos jóvenes estudiantes que viven de manera especial y con gran convicción su fe y sus sentimientos marianos. De todo ello seremos partícipes en la presentación que hagan este año del cartel.

A Nuestra Madre del Cielo, bajo la advocación de la Virgen de la Victoria, seguimos implorando su ayuda e intercesión para que cesen todos los males que hacen sufrir a la humanidad.