La precariedad laboral, lo que más preocupa a los melillenses

La precariedad del mercado laboral es el tema que más inquieta a los melillenses, según una encuesta realizada por este diario. La sanidad y la vivienda se unen a esta lista de preocupaciones. A nivel nacional, lo que más quita el sueño a los españoles, tal y como refleja el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es la crisis económica seguido de la sanidad y el empleo, dos ámbitos en los que coinciden ambos estudios.

"A mi lo que más me preocupa es la precariedad laboral, la falta de oportunidades y de estabilidad que hay en la mayoría de los sectores del mercado laboral español y sobre todo de Melilla", comentó a El Faro María del Carmen, una melillense de 42 años que da por perdidas las buenas condiciones de trabajo de las que sí disfrutaba en otras épocas de su vida.

Cuando empezó a trabajar con 20 años, asegura que los trabajos eran mucho más estables que en la actualidad. Ahora mismo, a su edad considera que lleva una vida poco estable en cuanto a trabajo se refiere. María del Carmen estuvo trabajando muchos años en una misma empresa en la que pensaba que se iba a jubilar, pero la crisis acabó con ella y su con su estabilidad laboral. A partir de ahí tuvo que buscarse la vida en otras ciudades y hasta en otros países, por lo que su percepción cambió completamente.

No es optimista, es realista, dice. Fruto de sus malas experiencias con el trabajo es su inquietud hacia las pensiones. María del Carmen se pregunta hoy día si cobrará una prestación cuando se jubile. Algo que no le quitaba el sueño cuando comenzó su carrera. Incluso asegura que estuvo trabajando más de tres años sin contrato en una compañía y que no le preocupaba no cotizar. Ahora lo piensa y no entiende cómo no le dio importancia en su tiempo.

Y junto a la precariedad laboral y las pensiones, María del Carmen no puede dejar de pensar en el estado de la economía en general. Esta melillense ve cómo los precios no hacen más que subir y su sueldo está congelado desde hace tiempo. “Antes con el mismo sueldo podía hacer mil cosas y ahora hago dos”, destacó. Ante esta situación, muchas veces echa la vista atrás y piensa que sus padres han vivido mucho mejor de lo que lo está haciendo ella.

Por otro lado, explica que también le preocupa qué va a ser de ella cuando sea mayor. La soledad y cómo podrá valerse por sí misma al no tener pareja ni hijos también entran en su lista de desasosiegos.

La precariedad laboral no solo es un tema que preocupe a las generaciones que han vivido buenas épocas en cuanto al trabajo sino que es algo generalizado. Es el caso también de Javier de 32 años. Después de estudiar una carrera universitaria y un máster, de hablar idiomas y de haber realizado numerosos cursos de formación de su sector, Javier se pregunta si le hubiera ido mejor invirtiendo ese tiempo en estudiar una oposiciones para poder tener así un trabajo más estable y poder hacer planes de futuro.

Elegir entre la vocación y la calidad de vida es uno de los dilemas que más tienen los jóvenes como él. “Por mucho que piense que estoy avanzando y que tengo un trabajo que por lo menos algo tiene que ver con lo que estudié, siempre me veo en el mismo sitio. Tengo 32 años y pensar en tener una casa propia lo veo como un sueño muy lejano. Ya no te voy a hablar de tener hijos o formar una familia porque ni me lo planteo ya”, comentó este melillense.

Es por eso por lo que la vivienda es su tercera preocupación. Ya no le quita el sueño, reconoce. En parte, se ha resignado a tener que vivir de alquiler porque no le queda más remedio. Ganando algo más de mil euros no se puede permitir un alquiler de 600 euros más gastos a lo que tiene que sumar la comida, el transporte y demás facturas.

En definitiva, todas estas cuestiones tienen que ver de algún modo con la crisis económica. Preocupación en la que se podían englobar todas las demás. No se quiso olvidar de una de las cuestiones que también es compartida por otros encuestados como es la clase política o como él prefiere llamarlo, la desilusión con la política.

“Se preocupan más por estar en un sillón que por solucionar los problemas de la población, que son muchos. Ahora mismo hay muchos más partidos políticos que hace 20 años y ninguno ha logrado hacer nada. Son todos iguales”, subrayó.

La vivienda, un asunto pendiente

"Me preocupa el desarrollo de las máquinas y que la digitalización cambie el mercado de trabajo y pueda repercutir en menos puestos de trabajo. Si una máquina puede hacer mis labores, yo ya no seré necesario", vaticinó otro de los encuestados por El Faro. Este es uno de los factores relativos al empleo que ha querido matizar.

Uno de los temas que más se ha sacado a relucir durante el tiempo que en el que se ha llevado a cabo este reportaje es el problema de la vivienda. Los altos precios que tiene el mercado inmobiliario en Melilla, tanto en viviendas de alquiler como en propiedad, asusta a muchos jóvenes y no tan jóvenes.

“Miro al futuro y nunca veo cuándo llegará el momento de vivir en una casa propia”, comenta a El Faro Pedro, un melillense que tiene 25 años, un trabajo estable y que sigue viviendo en casa de sus padres, ya que con su sueldo no puede mantenerse por si mismo.

"Cuando escucho a los tertulianos decir en la televisión que los jóvenes no queremos trabajar o que quien quiere independizarse, puede, es que me pongo malo. Me enfada y pienso en todos los jóvenes de mi edad que nos lo hemos currado desde hace años sacando buenas notas, estudiando y formándonos bajo la promesa de que si hacíamos eso, tendríamos un buen trabajo, y ahora no tenemos nada", remarcó.

Junto a la vivienda, la sanidad es otro de los sectores que más le crean desasosiego. Pedro espera que si alguna vez se pone malo, pueda ser atendido de la mejor manera y no tener que ser desplazado a la península. La falta de especialidades médicas en los centros sanitarios de la ciudad también le crean incertidumbre en una de las cuestiones más importantes como es la salud.

Tanto la sanidad como la vivienda y el empleo se podrían englobar en lo que él considera el bienestar social. “Me preocupa que el sistema acabe colapsando y no despeguemos la gente de una determinada franja de edad. En concreto, la juventud”, comentó. En resumen, le preocupa vivir peor que sus padres.

Otros melillenses van más allá y nombran algunos conflictos internacionales como su mayor preocupación. Es el caso de Raúl, encuestado por este diario, que destaca que la situación que se está viviendo en Oriente Medio y la crisis del Mar Rojo lo tienen en vilo.

"Al final nos afectan también, o sea, está demostrado que lo global impacta también en lo local. Vemos cómo conflictos como el de Israel o el de Ucrania tienen al final repercusión en ciudades más pequeñas porque la economía global mueve a las locales. Si ahora mismo se corta el Mar Rojo, que es por donde pasa un gran flujo de mercancía, al final también nos afecta aquí. Entonces yo creo que a lo mejor no nos preocupan tanto directamente, pero indirectamente sí que es una preocupación diaria", explicó el joven.

Cifras generales

¿Cuál es el problema que más afecta a los españoles personalmente? La respuesta a esta pregunta bien podría estar en los titulares que acaparan los principales medios de comunicación de nuestro país o que abren los informativos día a día como pueden ser los conflictos internacionales o la política en general, pero no.

El último barómetro del mes de enero del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado este mismo miércoles refleja que a los españoles lo que más les afecta personalmente es la crisis económica, seguido de la sanidad y el empleo. Parece que estos dos últimos ámbitos no solo inquietan a los habitantes de nuestra ciudad sino que se extiende al resto de la población española.

En cuanto a la vivienda, que ha sido protagonista de las respuestas de los encuestados de El Faro, se sitúa en el puesto número 7 de la clasificación. Además de estos ámbitos, los españoles han demostrado inquietud hacia los problemas políticos en general (6), la educación (8), el cambio climático (9) o la salud (10).

Las cuestiones que polarizan el panorama político nacional como la ley de amnistía a los condenados por el procés en Cataluña o la independencia, que son dos de los temas de actualidad que han levantado más ampollas en los últimos meses, se ubican en los puestos 37 y 39 de las preocupaciones personales.

Por otro lado, a la respuesta de cuál cree que es el principal problema de España, la crisis económica vuelve a coronar la tabla y en ella aparecen otras cuestiones como "la crisis de valores", "los extremismos", "lo que hacen los partidos políticos" o "la falta de acuerdos, unidad y capacidad de colaboración".

Si se profundiza algo más en los temas políticos, a la pregunta de qué líder político preferiría como presidente del Gobierno en estos momentos, el actual mandatario de nuestro país, Pedro Sánchez, aparece como ganador con un 30,4% de las respuestas, seguido de "ninguno de ellos" (24,5%). Por debajo, con un 16,5% de las respuestas se halla Alberto Núñez Feijóo o Yolanda Díaz (6%).