Un total de 116 agentes marroquíes de diferentes cuerpos de seguridad resultaron heridos hoy en enfrentamientos con unos 500 emigrantes subsaharianos que se congregaban en una zona montañosa marroquí cercana a la ciudad española de Melilla como primer paso para cruzar a España.
Es la segunda vez en menos de una semana que se producen en este lugar choques violentos entre emigrantes subsaharianos y las fuerzas marroquíes, ya que la madrugada del pasado sábado otros cien agentes resultaron heridos en sucesos similares.
Fuentes de seguridad informaron a Efe que los 116 agentes que resultaron heridos en los choques de hoy fueron trasladados a hospitales de la ciudad cercana de Nador, en el noreste de Marruecos, y que por lo menos uno de ellos fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos por la gravedad de sus heridas.
Los enfrentamientos, que se saldaron también con daños materiales en los vehículos de las fuerzas marroquíes, tuvieron lugar en el busque de Iznuden, situado a una veintena de kilómetros al oeste de Melilla, en la comarca de Bini Buiafrur, ubicada en la provincia marroquí de Nador.
Las fuentes explicaron que los enfrentamientos, que duraron casi todo el día de hoy, estallaron cuando las autoridades marroquíes se desplazaron al lugar donde se concentraron los emigrantes, y cuando llegaron allí los subsaharianos les atacaron con piedras.
El Faro ya publicó en estos días que las fuerzas de seguridad españolas estaban en estado de alerta ante los movimientos que los emigrantes estaban protagonizando en Marruecos el fin de semana último, cerca del vallado fronterizo de la ciudad. En aquellos primeros enfrentamientos, un centenar de policías marroquíes fueron heridos y tuvieron que ser trasladados al mismo hospital.
También hoy ha habido alerta entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en Melilla ante la posibilidad de que se produjera un nuevo salto a las vallas. De hecho, efectivos policiales y de la Guardia Civil se desplegaron por la zona de Barrio Chino durante horas mientras al otro lado de la frontera se producía la batalla campal entre agentes marroquíes y emigrantes.
Sin duda alguna, Marruecos y Europa deben de dictaminar soluciones más contundentes sobre cómo frenar estas emigraciones africanas, y la primera de ella es la de no aceptar a ninguna persona que no solicite la entrada en la CE de una forma oficial desde el exterior de la misma. Mientras que Europa siga siendo la madre de Calcuta, estas masas migratorias lucharán por pisar suelo comunitario y sentirse amparados por las leyes de refugiados y de solicitud de residencia. La vida es dura, muy dura pero dónde comen 100 , no comen 1000 personas. Por tanto donde debe de empezar la lucha europea es castigando a los líderes políticos de esos países tiranos y corruptos que hacen de su política un infierno para sus habitantes. Así como a muchas instituciones de refugiados que en su hambre por sobrevivir y recibir subvenciones, alientan y conducen a estas masas hambrientas de vivir el sueño americano. Y respecto a Marruecos, una vez más se gana el sueldo por ser fuerza de contención, aunque muy a pesar de los heridos que sufren la ira de quienes desesperados ,se ven entre la espada y la pared. No me agrada en absoluto la postura del gobierno marroquí sobre España, la veo cobarde y traidora, pero ante estas noticias, debo de darles un voto positivo en sus actuaciones de freno migratorio hacia Europa.