El individuo no ocasionó ningún incidente y se le ha propuesto una sanción gubernativa
La Policía Nacional tuvo que intervenir esta tarde en el servicio de Urgencias del Hospital Comarcal tras haber sido alertada por los vigilantes de seguridad de que un joven llevaba un bulto sospechoso. Los agentes han comprobado que se trataba de un arma simulada, la cual interceptaron, trasladando posteriormente al individuo, un marroquí de 22 años, a comisaría, donde se le abrió una propuesta de sanción gubernativa, dejándole posteriormente libre. No obstante, no llegó a agredir ni a amenazar, según confirmaron a El Faro fuentes del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa).
Los hechos ocurrieron sobre las 18:30 horas. Tal y como se explicó a este diario desde la Policía Nacional, tras recibir la llamada de alerta, dos indicativos policiales se desplazaron hasta el lugar, donde pudieron comprobar que un joven portaba un arma que no era real.
Tras trasladarlo a dependencias policiales, se le levantó acta de propuesta de sanción gubernativa, que tendrá que ser resuelta por la Delegación del Gobierno.
Según detallaron fuentes policiales, la sanción podría llegar a alcanzar los 600 euros, dependiendo de la gravedad con la que finalmente se decida calificar el hecho.
Desde el Ingesa hicieron hincapié en que el caso no estaba relacionado con la asistencia sanitaria y que no se registró ningún incidente, funcionando de forma correctamente el protocolo de seguridad.