El pasado martes se produjo un incidente a la entrada del concierto de India Martínez que ha traspasado las fronteras melillenses para llegar incluso a una agencia nacional de noticias. Se trata del conflicto generado cuando los toreros y los miembros de sus cuadrillas trataron de acceder a la Caseta Oficial invitados por el productor del espectáculo y fueron retenidos por los vigilantes de seguridad, que les exigían las localidades para poder entrar en el recinto.
Después de la intervención de agentes de la Policía Local, que autorizaron el pase de estas personas al concierto por estar así pactado con el citado productor, hubo un enfrentamiento entre éste y el jefe del servicio de seguridad que terminó con palabras gruesas.
La cosa no tuvo trascendencia alguna hasta que en la mañana de ayer, el Comité de Empresa de Sureste a la que pertenecen estos vigilantes salió públicamente a denunciar lo sucedido y exigir tanto respeto a la labor que desempeñan estos trabajadores como la puesta en marcha de una investigación para depurar responsabilidades. Y es que la Consejería de Seguridad Ciudadana optó por suspender el servicio de Sureste para que fuera la propia productora del concierto la que se encargara de su seguridad.
El caso es que el consejero de este área del Gobierno, José Ronda, dio marcha atrás en esa medida, después de que la propia Policía Local le informara y se determinara que la Caseta Oficial es responsabilidad de la Ciudad Autónoma, que tiene contratada la seguridad privada con Sureste.
Pero la polémica estaba servida. Inmediatamente salió Somos Melilla para expresar su apoyo a los vigilantes de seguridad y en contra del Gobierno, al tiempo que exigía que se acabe con esa práctica tan común de colar a personas en los eventos públicos que requieren el pago de una entrada.
No le falta razón al partido que lidera Amín Azmani cuando recuerda que decenas de jóvenes estuvieron 24 horas a la intemperie esperando en cola para comprar sus entradas y la injusticia que supone que, sin embargo, haya personas privilegiadas que puedan seguir los conciertos sin siquiera pasar por taquilla.
Tampoco les falta razón a quienes opinan que un productor, que se supone que es el responsable de la contratación del artista y, en consecuencia, quien arriesga su dinero, autorice la entrada sin pagar a quienes considere conveniente. Hasta ahí todo correcto. Lo que ya traspasa la línea es el enfrentamiento y la posible falta de respeto que se produjo hacia el jefe del servicio de seguridad privada.
Fuentes cercanas al productor han señalado, no obstante, que el choque entre ambos venía de más lejos. De hecho, ese jefe de seguridad ya había tenido problemas con el promotor de los conciertos de la Feria porque "no paraba de colar gente por la zona de camerinos", según han manifestado esas fuentes a El Faro. Es más, se afirma que incluso permitió el acceso a la zona donde se encontraba el cantante Antonio José el pasado sábado.
Da la sensación de que la cosa se ha salido un poco de madre. Cierto es que los trabajadores, todos, sean vigilantes o no, merecen respeto y consideración en el ejercicio de su labor. Ahí que no quepa ninguna duda de que es obligatorio mantener una buena actitud con todos ellos. Pero de ahí a crear una polémica que incluso ha llegado a una agencia nacional de noticias hay un gran trecho.
Una cosilla Pedro...cuando nos has traído a personajes de la talla de Javito GH, Iñigo Sosa y sus pedorretas, Antoñito Orozco y ahora a los Nancys Rubias a precios "populares" ha sido arriesgando tu plata como dice el articulista?
Eso es lo que te da pie a "pactar" el "invitar a los toreros y gente vip"...si es así todo correcto...pero si estas "invitando" con dinerito de los melillenses como si fuera exclusivamente tuyo no sabríamos como calificar esta polémica.
¿Ha dimitido alguien ya, o seguimos como si tal cosa.? En el imbrodismo cuanto más se mete la pata más te premian. Una banda, son una banda.