“Es urgente que Fomento y la Ciudad Autónoma se pongan las pilas y se preocupen de una vez de todos los edificios abandonados que hay en nuestra ciudad”. Así se expresó ayer la secretaria general de Podemos Melilla, Gema Aguilar, que criticó que en la noche del martes se derrumbase parte de la fachada de un inmueble situado junto al puente de los Alemanes.
“Es inconcebible hasta qué punto llega la dejación de funciones”, afirmó.
“Discurso de la inseguridad”
En opinión de Aguilar, es “inconcebible” que se deje que haya “montones de edificios en un estado lamentable” porque, incidió, se está poniendo en riesgo la integridad física de la población melillense.
“Es una irresponsabilidad muy grave y que en Podemos no íbamos a permitir de ningún modo si llegásemos a gobernar”, dijo la secretaria general de la formación morada.
Según expuso, resulta “irónico que el Gobierno de Imbroda aproveche continuamente el discurso de la inseguridad ciudadana para criminalizar a determinados colectivos con el único propósito de recolectar votos cuando, con su inacción, se pone en peligro a la ciudadanía en cuanto hay alerta por rachas de vientos”.
“No es un hecho aislado”
“Por suerte, la otra noche solamente quedaron afectados los vehículos que estaban aparcados debajo del edificio que se derrumbó, porque podría haber ocurrido una desgracia mayor si alguna persona hubiera estado pasando cerca”, dijo Aguilar.
En esa línea, resaltó que “no se trata de un hecho aislado puesto que, cuando hay viento, son continuas las caídas de cascotes de los edificios”.
Lugares de cobijo
Asimismo, la secretaria general también señaló que en los solares y edificios abandonados suelen cobijarse personas que se encuentran en situación de calle, a las que podría afectar trágicamente hechos como el de la noche del martes.
“Para velar por la seguridad de todas las personas que estén en Melilla y por el patrimonio de nuestra ciudad, vemos urgente que todos los edificios abandonados o con mucha antigüedad sean inspeccionados de forma rigurosa”, añadió Aguilar, que exigió “que sean rehabilitados o derrumbados, pero que se haga algo para no tener que lamentar ninguna desgracia en el futuro”.