A un poco más de una semana para el comienzo del tránsito de vehículos entre España y Marruecos dentro de la Operación Paso del Estrecho (OPE), que será este 15 de junio, El Faro ha salido a la calle para comprobar si la señalización del puerto hacia la frontera es suficiente y clara.
A lo largo del recorrido desde el puerto de Melilla hasta la frontera de Beni Enzar, en poco más de 3,9 kilómetros de distancia, hay solo cinco señales indicando la dirección hasta que la frontera está próxima. A pocos metros de llegar sí que se encuentra alguna más.
Desde la Delegación del Gobierno han informado a El Faro de que todavía, a falta de nueve días, están con los preparativos en cuanto al itinerario y los carteles para su señalización.
"Menos mal que la ciudad es pequeña; si no, el turista se pierde". Es lo que piensa Karim, un taxista de Melilla para el que la señalización hasta la frontera no es suficiente. Las indicaciones sólo están colocadas cuando es necesario cambiar de dirección, algo que para las personas que vienen de fuera es muy confuso, dice el taxista.
En cambio, para los que son de Melilla, como Saida, hay suficientes carteles. "Vete recto y llegas allí". Ella cuenta a El Faro que no ve necesario que haya más carteles si no hay que seguir otra dirección, porque tiene el camino aprendido. Solo servirían, dice, para las personas que vienen de fuera.
Es lo mismo que piensa Asunta. Esta melillense dice que los que son de la ciudad se saben el camino de memoria. Ella recuerda que hace tiempo había códigos QR de información pero que ahora no se ven en la ciudad muchos carteles informativos.
Nada más salir del puerto, donde estaba la estatua de Franco, se encuentra la primera señal indicadora hasta la frontera con Marruecos.
La falta de señalización es algo que ocurre todos los años, comenta un agente de movilidad. Esto es algo que desespera a los conductores y que acaban pagando su frustración con los agentes. Pero no sólo hay pocas señales, sino que las que hay están en español, y el turista que viene de fuera de España no entiende nada y se pierde.
No parece que este año vaya a cambiar a estas alturas. El itinerario que hay hasta ahora ha sufrido modificaciones desde que se anunció que Melilla formaría parte del recorrido de la OPE, tal y como ha explicado este taxista.
El camino es casi igual. El único cambio, cuenta Karim, viene al llegar a la calle General Astilleros. Allí se obliga a los coches a desviarse por la circunvalación hasta llegar a la frontera. De esta manera, el tráfico pasa alejado de viviendas, dice el conductor. Él piensa que este cambio se ha hecho para molestar lo menos posible a los vecinos del antiguo camino por el ruido de los coches.
Hasta la calle General Astilleros no hay ninguna señalización. Este tramo es el más confuso, ya que hay pocos carteles explicativos en varios kilómetros.
Una vez pasada esta calle, a la altura de la Policía Local sigue sin haber letreros indicativos hasta la esquina con calle Legión, donde sí aparece otra señalización.
Un poco más adelante, está uno de los carteles que pueden causar más confusión. Indica que se debe seguir en sentido recto, pero, como explica Karim, habría que girar a la izquierda por el Camino de las Conchas, hacer la rotonda a la izquierda, llegar a las naves de El Real y coger la circunvalación. Toda una odisea para el que no conoce el camino.
Si se sigue recto, las personas se sorprenden, dice Karim, de que hay que dar toda la vuelta por el centro comercial, porque las señales llevan a la parte de la frontera por donde se entra a Melilla, no por donde se sale.
Por todo ello, Hafida, melillense, cree que sí hacen falta más carteles para guiarse, pero prefiere no escuchar más hablar de la frontera, ya que es un asunto que le "cansa", dice.
Otros problemas que ven en la OPE
La falta de preparativos en torno a los servicios especiales de la OPE es algo de lo que se queja este taxista, que ha explicado a El Faro que en puerto de Almería ya se han acondicionado la zonas por las que se desarrollará esta Operación Paso del Estrecho. Allí hay lugares de sombra para las personas que están esperando e incluso han colocado fuentes de agua para refrescarse en estos meses en los que las temperaturas son altas, según Karim. "Baños no hay, sombra no hay; que venga una familia de Madrid con sus hijos y vea esto..." "Podrían hacerlo un poquito mejor desde la Ciudad Autónoma", indica.
La falta de comodidades en el trayecto no es algo que le preocupe a Simo. Este melillense piensa que la Ciudad Autónoma debería ahorrarse el dinero que va a invertir en acondicionar el espacio de la OPE y hacer "que el paso sea más fluido para que no se formen colas", refiriéndose al tiempo que se tarda en pedir la documentación como el pasaporte covid. Él, por ahora, no piensa asomarse a la frontera, dice, tal y como están las circunstancias.
Más movimiento
Karim ha confesado que él nota mucho más transito de personas por Melilla desde que la frontera está abierta. Esta mañana, dice, ha visto muchos coches de diferentes países de Europa, como Países Bajos o Francia, bajar de un barco procedente de Almería.
Para atraer más turistas, este taxista piensa que hay que invertir más y poner más recursos para que el precio de los billetes, para los no residentes, no sean tan elevados.
Durante todo el recorrido desde el puerto de la ciudad autónoma hasta la frontera de Beni Enzar, hay únicamente cinco carteles, algo que les parece insuficiente a algunos melillenses, que piensan que las personas que vienen de fuera se pierden. A todo ello hay que sumar las modificaciones que se han ido haciendo por todo el trayecto que confunden a muchas personas. A menos de nueve días para el 15 de junio, fecha en la que el empezará el transito de vehículos dentro de la Operación Paso del Estrecho, todavía no están cerrados ni los itinerarios ni su señalización.