Un individuo se enfrenta a una posible condena de ocho meses de prisión como presunto autor de un delito de violencia de género, además de a una orden de alejamiento y una multa de 540 euros por vejaciones. La Fiscalía de Melilla mantiene en su escrito que el hombre agarró a su mujer de los hombros y luego le propinó un puñetazo en el brazo derecho. De acuerdo con la descripción de los hechos, la insultó y luego le recriminó: “Has dejado solo a mi hijo para irte a fregar suelos”.
Estos hechos supuestamente tuvieron lugar el pasado día 29, sobre las 9:00 horas, en las inmediaciones de la carretera de Farhana. Ayer se celebró el juicio en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla, donde el procesado aseguró que ni siquiera llegó a acercarse a la víctima. “Rotundamente lo niego”, respondió tras ser preguntado si llegó a agredir físicamente a su mujer.
Según la versión del acusado, se encontró casualmente con su mujer cuando él iba en su vehículo. Explicó que, cerca de ella, bajó la ventanilla del coche y le pidió que hablase con él “por el bien del niño” que tienen en común, a lo que ella se negó. Entonces, fue a estacionar el automóvil y, cuando pretendía dirigirse hacia ella, una patrulla de policías locales le impidieron acercarse a la mujer.
La víctima, por su parte, contó que se separó de su marido por sufrir malos tratos habitualmente. Según relató, el día de los hechos cruzó la frontera desde Farhana para trabajar en Melilla y el hombre, al verla, le insistió para que subiera al vehículo con él. “Se bajó del coche, me cogió de la chilaba y me dijo que nos fuésemos a Marruecos para hablar”, sostuvo.
La mujer afirmó en la vista que el procesado no quería dejarla ir a trabajar y le dio un golpe en el brazo, además de insultarla. Según dijo, mucha gente que estaba por la zona se alertó al verlos gritar y alguien debió llamar a la Policía.
Dos testigos de los hechos declararon detrás de un biombo para preservar su identidad. Según contaron, presenciaron cómo el individuo instaba a la víctima a que entrase con él en el vehículo y ella se negaba, pero no vieron ninguna agresión física.
Apuntaron que la discusión entre ambos se estaba manteniendo en chelja, lengua que no entienden, por lo que desconocen si la insultó o no. “Me llamó la atención la cantidad de mirones que había allí, por eso pregunté a una mujer si le había pegado, ella me dijo que sí y que llamase a la policía”, señaló una de las declarantes.
La Fiscalía pide para el hombre, además de prisión y multa, una orden de prohibición de aproximación y comunicación por un plazo de dos años. El titular del Penal número 1 tendrá que decidir.
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