La Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía en Melilla ya tiene unas primeras normas sobre el funcionamiento de las fronteras, una vez estén de nuevo abiertas.
Según han comentado a El Faro fuentes sindicales, la idea inicial es que Beni-Enzar permanezca como paso de vehículos mientras que las personas serán derivadas hacia Farhana. Esta nueva norma se aplicará a modo de experiencia piloto y con el fin de analizar su efectividad.
Aunque todavía se desconoce la fecha exacta en que los puestos fronterizos volverán a su actividad habitual, los preparativos se han puesto en marcha con el diseño de cómo van a funcionar las fronteras.
Mientras, continúa pendiente la puesta en marcha de la llamada "frontera inteligente", dotada de los medios técnicos necesarios para la detección, mediante imagen del rostro, de personas en situación de irregularidad. Sería un método de control de entrada eficaz, cuya implantación exigen partidos políticos como Vox.
El PP, por su parte, apuesta por una ordenación y un control más exhaustivo a través de la plena entrada de la ciudad en el espacio Schengen. Ello conllevaría la obligatoriedad de presentar visado para poder acceder a Melilla.
Orden y control es también lo que piden los empresarios, tal y como ha comentado en diversas ocasiones el presidente de la CEME, Enrique Alcoba. La patronal pide una frontera abierta cuyo fucionamiento permita un tránsito de personas y mercancías (nunca más el tráfico del comercio atípico) que apoye la recuperación económica de los melillenses.
Y los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía requieren más personal, entre 50 y 100 efectivos de refuerzo para atender convenientemente tanto la frontera como el resto de los servicios en Melilla. Piden que sea personal cualificado y que el trabajo fronterizo sea reconocido como tal en la Catalogación de Puestos de Trabajo.
Sindicatos como la UFP han recalcado siempre que "con la frontera antigua había abusos, largas esperas en dichas colas y no se garantizaban los derechos fundamentales. Recordad cómo estaba antes, donde la anarquía y el caos y la ley del más fuerte se imponía en detrimento de las personas más vulnerables. Esperemos que ahora cambie".
Por su parte, continúan desarrollándose las obras para completar la protección más integral de la valla de Melilla, tal y como anunció el Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante su visita a la ciudad hace un mes, a raíz del último salto masivo de migrantes.
Grande-Marlaska añadió que la situación del vallado no parte de cero porque "ya hemos hecho en años anteriores una inversión importante en todo lo que es el perímetro fronterizo de Melilla y de Ceuta, no solo en el ámbito físico, sino también en el tecnológico".
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