LOS PROFESIONALES de la Sanidad en Melilla denuncian que se ha perdido un tiempo precioso para dotar al sistema sanitario de las herramientas necesarias para luchar contra la pandemia de coronavirus. En un relato descorazonador que publicamos hoy en la páginas de El Faro, los sanitarios se lamentan de la falta de recursos con los que cuentan a pesar de que llevamos más de un año peleando contra el virus. En los primeros meses de la pandemia, la covid-19 llegó inesperada y brutalmente. Nuestro sistema sanitario no se había enfrentado antes una situación de tal magnitud y se percibió la carencia para hacer frente a crisis de este calado. Se luchó con lo que había y se capeo el temporal. Ahora, cuando nos encontramos inmersos en la tercera ola y con la cuarta llamando a la puerta, es incomprensible que no se haya dotado aun de los recursos, humanos y materiales que reclaman los profesionales. Mientras la situación epidemiológica sigue complicándose en la ciudad, ya rozamos los 600 casos activos de coronavirus, nos encontramos con que aquellos que están en la primera línea de batalla pelean con una mano atada a la espalda. Mientras en otras regiones se ha invertido en dotar de infraestructuras adaptadas a la situación que vivimos, aquí seguimos estancados. Ni siquiera se ha conseguido que se levante el hospital modular. El goteo de contagios y fallecidos continua y el inmovilismo de las Administraciones, nacional y local, es exasperante, sin que se tome ninguna nueva medida ni se aplique algún cambio. Seguir haciendo lo mismo y pretender obtener resultados diferentes no solo es ridículo, si no que es peligroso cuando se trata de la salud. No podemos seguir perdiendo el tiempo, el coronavirus no va a desaparecer solo y el horizonte de la inmunidad comunitaria está muy lejano. Es necesario dotar de medios a los sanitarios, levantar de una vez por todas el hospital modular y tomar las medidas necesarias para que se reduzca la tas de contagios. No podemos seguir esperando. Perder el tiempo supone perder vidas.