Los representantes de los sindicatos policiales se reunieron el pasado martes con el líder de CpM. Tras la reunión en la que supuestamente se había alcanzado un acuerdo, surgió un desacuerdo.
Enrique Travieso (1 de noviembre de 1957) es de León y antes de llegar a Melilla, hace tres años, estuvo destinado durante una década en Bilbao. Desde hace unos meses es portavoz de la coordinadora que aúna a los sindicatos policiales locales CEP, SUP y UFP y a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Con El Faro ha hablado, principalmente, sobre lo ocurrido el pasado jueves en la casa del presidente de CpM, Mustafa Aberchán, tras un nuevo salto a la valla, y sobre la reunión que los sindicatos policiales y AUGC mantuvieron con el líder cepemista este martes para intentar zanjar diferencias.
–El pasado martes la coordinadora sindical se reunió con el presidente de CpM, Mustafa Aberchán, para hablar del salto a la valla del jueves 25, la acogida que dio a los inmigrantes en su casa el líder cepemista, la acusación de “agresiones salvajes” de los agentes colgadas en Twitter y las dudas de los sindicatos policiales de Melilla sobre la reacción de Aberchán y de cómo llegaron los subsaharianos hasta su casa. Casi nada. ¿Cuándo y por qué acordaron tener este encuentro?
–Al día siguiente de que Aberchán acogiera a un grupo de inmigrantes en su casa, nos llamó un diputado de CpM para cerrar un contacto para el martes a las 10:30 horas. A ese encuentro fuimos el representante de AUGC, Yamal Al-Lal y yo, como portavoz de la coordinadora de sindicatos policiales.
–¿Por qué hizo falta más de un comunicado de prensa en el mismo día para explicar las conclusiones de la reunión?
–El martes tuvimos dos reuniones con Aberchán: Una a las 10:30 horas y otra por la tarde. En la primera le expusimos por qué, en el comunicado que enviamos a la prensa al día siguiente de que él acogiera a un grupo de subsaharianos en su casa, nos hacíamos preguntas del tipo, si el CETI estaba en el camino de los inmigrantes, por qué se desviaron hacia la casa de Aberchán, por qué pararon en su casa, cómo se enteró él de que estaban allí...
Él nos contestó que se había enterado cuando, poco antes de las diez de la noche, iba hacia a la mezquita a rezar y le llamó un médico amigo suyo para avisarle. También dijo que los subsaharianos habían llegado a su casa porque en esa calle sólo está su domicilio; que habían entrado por el túnel de La Purísima y que por eso pararon en la zona donde está su casa...
Le rebatimos el tema de la asistencia médica a los inmigrantes. Le dijimos que si hacía falta una ambulancia, siendo él médico, por qué no llamó pidiendo una o hizo un parte facultativo.
Después Aberchán nos dijo que estaba estudiando querellarse contra la coordinadora sindical y nos enseñó un vídeo, en el que se ve todo oscuro y se escucha un ruido que él dice que es un disparo, pero que nosotros le explicamos categóricamente que no es un tiro.
Probablemente es una cápsula de gas usada por la Guardia Civil para intentar que los inmigrantes, que estaban abrazados en el suelo, se soltaran unos de los otros.
En cuanto a la querella le dijimos que no es nuestro estilo meternos con los partidos políticos y él, a su vez, nos dijo que veía contra natura que nos querelláramos porque nos necesitamos unos a los otros. Así acabó la primera reunión y quedamos en mantener una buena relación. Sin embargo, él da una rueda de prensa y dice que va a denunciar a un guardia civil que se extralimitó en sus funciones.
Nosotros pensábamos que habíamos llegado a un acuerdo de caballeros con Aberchán, pero tras esas declaraciones, nos reunimos de nuevo y concluimos que no es posible llegar a un acuerdo de máximos. También que no tenemos ninguna animadversión hacia Aberchán ni hacia su partido y que no nos gusta que diga erre que erre que va a denunciar a un guardia civil porque tenemos que salir en defensa de ese agente.
Tras ese encuentro sacamos un comunicado que a él no le gustó. Por la tarde volvimos a reunirnos, sobre las siete o las ocho y se vuelve a sacar otro comunicado.
–Si la opinión de la coordinadora no se modificó, ¿qué cambia de un comunicado al otro?
–Cambia que en el primer comunicado nosotros decimos que no tenemos nada contra Aberchán y que no creemos que es un organizador de nada, que creemos que es una persona de bien. Pero parece que a él no le quedó claro. Por eso lo pusimos de manera explícita en el segundo comunicado.
–¿Cree que las reuniones mantenidas con Aberchán han servido para algo?
–Esperemos que estas reuniones contribuyan a mantener una relación de cordialidad entre CpM y las organizaciones sindicales de la ciudad y que quede saldada la cuestión. En el aire quedan preguntas sobre lo ocurrido, pero también queda disipada la duda de si Aberchán tiene relación con los hechos.
–¿Estuvo el jueves en el operativo que se desplegó tras la llegada de una treintena de inmigrantes a la casa de Aberchán?
–Sí, yo me puse en contacto con el capitán y el teniente de la Guardia Civil que estaban desplegados en la zona y me pidieron que llevara dos furgones para trasladar a los inmigrantes hacia el CETI. Allí estábamos unos 15 policías nacionales, de los cuales siete eran antidisturbios, y unos 20 guardias civiles.
–En Twitter se colgó un comentario que hablaba de la “salvaje agresión” de la Policía Nacional.
–La Policía Nacional no llegó a intervenir porque la Guardia Civil estaba a cargo de la operación. De hecho, los antidisturbios que venían de la frontera no llegaron ni a ponerse los cascos. Poco antes de la una de la madrugada del viernes (la operación empezó sobre las diez de la noche) me llamaron desde la Comisaría para comentarme que Aberchán hablaba en Twitter de “una agresión salvaje”, pero ese mensaje luego lo borró. Incluso, alguien del PP le contestó a Aberchán en Twitter: “Espero que no te estés equivocando”.
Lo cierto es que nosotros no habíamos llegado a actuar. En cuanto él hizo las declaraciones de que la Policía había actuado salvajemente, nosotros sacamos un comunicado. Teníamos muchas dudas. Por ejemplo, sobre la 1:16 horas del viernes, me llaman de nuevo desde Comisaría para decirme que Aberchán había llamado preguntando por mí. Yo le devuelvo la llamada y me dice que un inmigrante se había quedado en su casa y no se había ido con el resto del grupo de unos treinta subsaharianos, que se fueron al CETI escoltados por la Policía Nacional y por José Palazón, que por el camino se abrazó a dos de ellos. Yo le mandé un Zeta a su casa, que recogió al inmigrante y lo trasladó al CETI: Estaba duchado y vestido de blanco. Desconozco el motivo por el que se escondió. No incriminamos a nadie. Tenemos claro que Aberchán no tiene nada que ver con las mafias que trafican con seres humanos. Puede que los hechos ocurridos el pasado jueves sean fruto de diversas casualidades. Pueden ser muchas.
Aprovecho para agradecer al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, por el apoyo que siempre muestran hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Nosotros no hemos transgredido la ley. Actuamos en función de los hechos.
–¿Cómo se comportó Aberchán desde que llegaron los inmigrantes, las cámaras de televisión, Policía y Guardia Civil a su casa?
–Yo llegué a la casa de Aberchán sobre las diez de la noche y nada más llegar un policía nacional me comenta que los habían recibido a pedradas. También había dos guardias civiles que se quejaban de mordeduras. Estaban todos los inmigrantes en el suelo, con los brazos entrelazados, formando una piña humana. Aberchán se dirige al teniente de la Guardia Civil y éste le dice que respete el cinturón de seguridad. Aberchán no hace caso y le contesta que está en su casa y que no quiere violencia en su domicilio. El teniente le contesta que no habrá violencia. Pero Aberchán siguió traspasando el cinturón de seguridad y en un momento dado avisó de que iba a abrir la puerta de su garaje. Fue entonces cuando los inmigrantes entraron a su casa. Poco después llegaron el jefe superior de Policía y el jefe regional de Operativo y hablaron con Aberchán. Después el jefe me avisa de que los inmigrantes van a salir y que no quieren que los lleven al CETI en furgones, que se irán a pie.
Durante la estancia, Aberchán dijo que había habido grave peligro para la salud, pero siendo médico no pidió una ambulancia.
Entonces salieron todos los inmigrantes descamisados de la casa de Aberchán y se dirigieron andando, haciendo el símbolo de la victoria y pegando saltos de alegría hacia el CETI. Eran las once de la noche.
Por el camino, José Palazón se abrazó a dos de ellos. Llegamos al CETI por la carretera de Farhana y allí los inmigrantes lo celebraron como un logro extremo.
“No somos los únicos en notar que vienen agresivos”
–¿La Policía Nacional ha detectado agresividad entre los inmigrantes que llegan a Melilla?
–Claro que notamos que los inmigrantes vienen más agresivos y tenemos noticias que apuntan a que los agentes marroquíes también lo notan.
–¿Cómo responderán?
– Es necesario que haya refuerzos y una comisaría conjunta con Marruecos, con sede en Beni Enzar, y que trabaje en un radio de acción de un kilómetro cuadrado. Para eso es necesario un acuerdo bilateral hispano-marroquí y que Europa se lo pida a Marruecos.
–¿Qué refuerzos necesitan?
– Nosotros somos europeos y Europa es dueña de esta frontera que gestiona España. Europa puede mandar refuerzos y debería enviar todos los fondos necesarios para que su frontera sur sea ágil y segura y evite un continuo flujo de inmigración ilegal.
–La Operación Paso del Estrecho está a la vuelta de la esquina. ¿Este año habrá sorpresas?
– El año pasado fue un poco sorpresa porque los barcos marroquíes dejaron de funcionar. Aquí fallaron las colas y los controles tan exhaustivos. A eso hay que sumar el calor agobiante y que hubo riesgo para las personas, con situaciones de deshidratación porque se tardaba mucho tiempo en cruzar la frontera. Los inmigrantes marroquíes que regresan a casa no se merecen volver a pasar por eso.
–¿Ya le han comentado cuándo habrá obras en la frontera?
– Tengo mucha esperanza de que estas obras empiecen lo antes posible y que los trabajos que se hagan sea definitivos. Queremos una frontera mejor, ágil y segura. Si no hay un mantenimiento, todo se va deteriorando. Se hará más tarde de lo previsto, pero queremos que se haga siguiendo el modelo europeo y que no sea una frontera del séptimo mundo. La sociedad española y marroquí merecen una frontera de primera categoría.
–¿Cómo va la coordinadora de sindicatos policiales y AUGC?
– Es una manera de aglutinar posturas y esperamos continuar con la buena relación que tenemos hasta ahora. Si en alguna cuestión tenemos que matizar, matizaremos. Eso no quita para que cada organización (CEP, SUP, UFP y AUGC) tenga su propia opinión.
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