El nuevo jugador del Melilla Baloncesto ha sido un referente en cada uno de los equipos en los que militó. Suka fue quien le hizo la propuesta de volver a Melilla.
A principios de verano, Pedro Rivero recibió una llamada telefónica de su antiguo compañero, Marcos Suka, mientras disfrutaba de las vacaciones en su tierra, Segovia. Su viejo amigo, con el que ya compartió equipo hace un tiempo, le propuso una gran idea: reencontrarse una vez más en las instalaciones del Melilla Baloncesto. Rivero no contestó nada en el momento, fue a los días cuando dio su confirmación de volver a formar parte de la plantilla azulina.
La próxima temporada nuestra ciudad tendrá el placer de tener a este gran fenómeno del baloncesto, un base que muchos entrenadores quisieran tener en sus filas.
Alejandro Alcoba sabía que después de diez años Pedro Rivero volvería a Andre Turner con sus cerca de 40 años y una gran experiencia y sabiduría a sus espaldas.
El base compartirá el sueño de formar parte de la Liga Endesa de nuevo junto a sus nuevos compañeros azulinos del equipo en el que jugará esta temporada.
“Melilla supone un reto”
Acaba de cumplir los 37 pero cualquiera lo diría escuchando estos días a un Pedro Rivero que prepara ya en su Segovia natal las maletas para su desembarco en Melilla a finales de mes. Allí se vestirá con la decimoquinta camiseta de su carrera deportiva y lo hará, como no podía ser de otro modo, acompañado de su mujer y sus dos hijos quienes nunca dejan sólo al base más veterano de la competición.
Pero nadie diría viéndole jugar que Pedro Rivero será este año -tras la retirada de Jaka Lakovic-el base más veterano de una LEB Oro en la que ha encontrado una nueva motivación para la próxima temporada: “Todo es tan sencillo como que me lo sigo pasando muy bien con el baloncesto. Me levanto aún cada mañana con el deseo de poder ir a entrenar y con la idea en mi cabeza de intentar ver en qué puedo ayudar al equipo. Tengo la suerte de poder hacer cada día lo que más me gusta y esa es sin duda la mejor motivación en el día a día”.
De este modo, Rivero ha encontrado este verano una nueva ilusión a cientos de kilómetros de casa con la oferta deportiva de un Melilla Baloncesto al que llegará tras tres años en un Ourense del que ejerció como icono deportivo y con el que cosechó un ascenso que sueña emular ahora en la Ciudad Autónoma: “En Melilla conocían mi situación y me llamaron para presentarme un proyecto ambicioso, fue tan sencillo como eso. Todo se hizo realmente rápido porque ellos tenían realmente claro el qué ofrecerme y yo sabía que lo que había sobre la mesa era sumamente atractivo para mí tanto en el plano deportivo como en el familiar por lo que no necesitaba escuchar nada más”.
Un proyecto en el que será una pieza sumamente importante desde una dirección que compartirá con el joven y talentoso Jorge Sanz y en el que tiene muy claro cuál será su rol: “Este va a ser un año ilusionante en Melilla y ahí puedo aportar mi granito de arena con lo que he venido haciendo durante los últimos años. Creo que puedo serle útil al equipo con mi veteranía y esa experiencia tan importante cuando llegan los momentos calientes o los partidos importantes de la temporada y con eso”.
De este modo, Pedro contribuirá activamente al desarrollo de una temporada en la que en Melilla se plantean el siempre complicado reto de luchar para igualar la excelencia: “A nivel deportivo tenía muy claro que quería un proyecto así en el que hubiera la ambición de poder ganar cada partido para poder estar arriba. Sabemos que el lograr un nuevo ascenso es algo muy complicado pero a su vez supone un reto muy ilusionante y por ello vamos a luchar cada día”, concluyó.