Este miércoles se presentó en el campus de la Universidad de Granada en Melilla un libro que supone una actualización de los estudios que se están haciendo sobre este gasterópodo que habita en el Mar de Alborán y que tiene la condición de especie protegida debido a la situación en la que se encuentra, aunque, como apuntan los autores del escrito, se ha visto una mejoría en las poblaciones.
Juan Antonio González, uno de estos autores que, además, pertenece al departamento de zoología de la universidad cuyas investigaciones siempre han estado enfocadas a la biología marina y, en concreto, a las especies protegidas, apuntó que “esta lapa (patella ferrugínea) es la joya por ser el único invertebrado que tiene la condición de especie estrictamente protegida por encontrarse en peligro de extinción”.
Tal y como señaló González, los estudios sobre este ser vivo marino se remontan al año 2004 “en el que llevaron a un congreso sobre biología marina en Barcelona los primeros datos sobre Melilla y que constituían uno de los primeros sobre el norte de África también”.
Debido a la situación de la patella ferrugínea, el autor dijo que “la ciudad debe enviar informes periódicamente a Europa” y que, para realizar estos trabajos, han firmado ya “el cuarto convenio, además de los que tienen con autoridades portuarias e incluso con el ejército”.
En cuanto a la protección de esta especie, González destacó que eso “no se debe tanto a la concienciación de la gente” y que “el aumento de las poblaciones no se debe a las protecciones”.
“El pueblo en general toma partido por una cosa u otra, pero se dedica más a ver los pros y los contras como, por ejemplo, la ampliación del puerto y no tanto a evitar la destrucción de los acantilados marinos que tenemos”, añadió Juan Antonio González.
Por su parte, Pedro Paredes, otro de los autores del estudio, apuntó que “desde el departamento de zoología es su deber seguir el comportamiento que tiene la vida marina y también ver cómo le afectó el periodo de Covid”.
Uno de los puntos más importantes para Paredes es, a fin de proteger “la población más grande de patella ferrugínea del mundo”, saber qué hay que hacer para que las poblaciones sigan creciendo y ahí intervien de manera decisiva las infraestructuras humanas.