Un cambio en los hábitos de vida permiten mantener a raya las enfermedades cardiacas.
El jefe de la Unidad de Cardiología del hospital Comarcal, Enrique Crespillo, destacó que el mejor tratamiento para las enfermedades cardiacas es la prevención, una acción que implica un cambio en los hábitos de vida para intentar retrasar este tipo de patologías.
Así, indicó que el cuerpo humano está preparado para vivir entre los 115 y 120 años, pero que el problema es que lo maltratamos. Por ejemplo, Crespillo explicó que nacemos con un colesterol de 50, y al año de vida ya contamos con 120 y con los 18 años asciende a 200 e incluso llega a subir en algunos jóvenes hasta 300. De esta forma, el colesterol es uno de los factores que acaban derivando una enfermedad cardiovascular, pues entra poco a poco en las arterias y van provocando obstrucciones que dan la cara con el paso del tiempo a través de una patología. “Es mucho más caro curar un infarto que prevenirlo”, apuntó.
Incidir en la gente joven
Bajo la máxima de que prevenir es más barato que sanar, el jefe de Cardiología del Comarcal destacó la importancia de incidir en la gente joven y concienciarles de que cuiden más su cuerpo.
Otro colectivo a los que deberían dirigirse las campañas informativas serían los colegios y las asociaciones de vecinos.
En este sentido, aseguró que no se puede dar marcha atrás pero que siendo muy rigurosos en la dieta y con la ayuda de fármacos, algunos estudios marcaban que las placas de colesterol se reducían entre un 5 ó un 10 por ciento, que aún no siendo mucho sí evita tener síntomas de estas enfermedades.
No sólo se habla de seguir una dieta y realizar ejercicio físico, sin que sea necesario apuntarse a un gimnasio, ya que bastaría con andar una hora al día, sino de modificar en lo posible los hábitos de vida.
Evitar una ingesta excesiva de alcohol, productos prefabricados, como los congelados y las grasas saturadas; y volver al plato de cuchara como las lentejas o los garbanzos y las verduras ayudarían en esta prevención. Aunque Crespillo incidió en que el problema está en el ritmo de vida que suele impedir que al llegar del trabajo nos pongamos a cocinar y finalmente, optemos por comidas prefabricadas.
Estrés y diabetes
“El estrés es consustancial al estilo de vida actual”, comentó ese especialista, de forma que antes era considerado un factor de riesgo pequeño, pero actualmente está teniendo más peso en los estudios. “Pero cómo lo quitamos si nuestro estilo de vida es estrés continuo”, afirmó.
También indicó que la diabetes es otro de los factores que intervienen en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.
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