Panaderías melillenses sufren la subvención marroquí a la harina

El Gobierno marroquí anunció ayer que mantendrá la ayuda estatal al trigo blando importado y destinado a la producción de harina. En Melilla alertan de que el pan de Marruecos es más barato, pero menos higiénico.

Las panaderías de Melilla están notando la crisis. En el centro de la ciudad el sector acusa, sobre todo, la bajada del consumo de pan en los bares y restaurantes, que “ya no compran como antes”. En la carretera de Hidum, por ejemplo, se suma el problema de la competencia marroquí. Muchos melillenses prefieren acercarse a los puestos de Barrio Chino para comprar pan ‘moruno’, sobre todo, por su precio (1,50 dirhams o lo que es lo mismo, 0,15 euros).
El viernes el Gobierno del país vecino anunció que este año no subirá el precio del pan, como tenía previsto, ya que mantendrá la subvención al trigo blando importado y destinado a la producción de la harina. Se trata de una decisión tomada de forma conjunta por los ministerios de Economía y Finanzas y el de Agricultura y Pesca Marítima. Ambos formarán un comité ministerial conjunto para establecer, dos veces al mes, la subvención neta fija por quintal (100 kg) importado, según informó ayer la agencia MAP.
Consultado por El Faro sobre el mantenimiento de la subvención al precio del pan en Marruecos, el empresario del sector en Melilla Hissan Mohamed Mimún señaló ayer que aunque la ayuda al precio de la harina en el país vecino afecta a Melilla, él particularmente se alegra de que ésta se mantenga. “Si la quitan, beneficiaría a muy poca gente (empresarios locales) y perjudicaría a muchísimos marroquíes”, comentó.

El producto de Melilla, seguro
En opinión de Mohamed, la subvención a la harina marroquí no es determinante. “Tenemos el tópico de que Marruecos está al lado y de que todo allí es más barato: Las verduras, las frutas, el pan... Pero no nos engañemos. La gente prefiere la comodidad. Aunque todo eso cueste más aquí, los clientes sigue comprando en Melilla porque nos tienen más cerca de sus casas. El pan de Melilla y el de Marruecos son dos tipos diferentes, pero el de aquí es más seguro y más higiénico”, señaló.
Mohamed no entiende que muchos melillenses opten por ahorrarse algo de dinero comprando el pan en Barrio Chino y luego se compren todoterrenos y se gasten un dineral en gasóleo.
Por eso, a él sí le parece bien que el Gobierno marroquí retire este año la subvención al precio del combustible. “Me alegro de que se encarezca el gasoil en Marruecos, pero no de que suba el pan. La gente de Melilla se ahorra dinero en pan y luego lo despilfarra en un cochazo”, señaló a El Faro.
Hay que destacar que el Gobierno marroquí, dirigido por el islamista Abdelilah Benkirán, es el primero que se atreve a reformar la Caja de Compensación (el sistema de subvención pública al gas butano, al pan y al gasoil). De hecho, se ha comprometido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a no destinar a ese mecanismo más de 35.000 millones de dirhams (3.200 millones de euros). Esta decisión se notará en Melilla a lo largo de este año.

El pan, a 1,50 dirhams hasta el 15 de febrero

El pasado viernes el comité  ministerial marroquí encargado de fijar el precio del quintal (100 kg) de harina importado decidió fijar la cantidad en 4,82 dirhams (unos 0,40 euros) por quintal importado durante el período comprendido entre el 1 y el 15 febrero de 2014.
Esta medida tiene como objetivo mantener el precio de la harina por debajo de los 350 dirhams (unos 35 euros) el quintal a la salida del molino, sin contar el precio de transporte y empaquetado para lograr así mantener el precio del pan a 1,50 dirhams (0,15 euros) la unidad.
La llamada Caja de Compensación, como se denomina a la subvención a los hidrocarburos y gas butano más la harina de trigo y el azúcar, casi duplicó las previsiones del Gobierno marroquí hasta situarse en los 55.600 millones de dirhams (4.976 millones de euros) en 2012.
El Ejecutivo del país vecino empezó desde el año pasado un proceso de reforma gradual de este sistema de ayudas públicas, comenzando por dejar de subvencionar el precio de combustibles de automoción, pero manteniendo la subvención del gas butano y el pan, dos productos muy consumidos por los marroquíes y garantes de la paz social.
La factura petrolera ha sido siempre la parte más voluminosa de la Caja de Compensación, ya que Marruecos no produce petróleo y depende por completo del mercado internacional para abastecerse.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió en 2013 mantener por segundo año consecutivo la línea crediticia de 6.200 millones de dólares a Marruecos, pero instó a este país a acelerar la reforma del dispositivo de la Caja de Compensación para garantizar un equilibrio de sus indicadores macroeconómicos.

Gasolineras de Melilla aspiran a alcanzar igual o mejores precios que en Marruecos

La Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Melilla contempla la posibilidad de que las gasolineras de la ciudad alcancen a partir de octubre de este año igual o mejores precios del combustible que los ofertados en la cercana provincia de Nador.
Estos vaticinios se basan en que el Gobierno marroquí retirará paulatinamente a lo largo de este ejercicio la subvención al combustible. Así, la gasolina y el gasoil dejarán de contar con ayudas públicas en el mes de octubre próximo.
Según explicó ayer a El Faro, Pedro Martínez, presidente del gremio de las estaciones de servicio en la ciudad, esta medida, anunciada a mediados del pasado mes de enero por el Ejecutivo marroquí, beneficiará a Melilla ya que encarecerá entre 18 y 20 céntimos el litro de gasóleo en Marruecos.
Eso hará, insiste Martínez, que el precio del gasoil sea más o menos el mismo a uno y otro lado de la frontera, aunque la calidad siempre será mejor en la ciudad. “Los precios han bajado mucho en Melilla y a finales de año quedarán igual que en Marruecos, un céntimo arriba, un céntimo abajo. Incluso puede ser que esté más barato en Melilla”.
Desde el gremio de las gasolineras de la ciudad esperan que con la subida de precios del combustible en el país vecino “la población local ya no vaya a repostar a Marruecos” porque todavía la gente que tiene coches antiguos sigue llenando el tanque del otro lado de la frontera, comentó a El Faro.

La subvención marroquí bajará a 0,8 dirhams

El pasado 17 de enero el Gobierno de Marruecos anunció que dejará de subvencionar los combustibles de automoción (gasolina y gasóleo) a lo largo de este 2014, una de las medidas potencialmente más impopulares de los últimos tiempos.
El Ministerio de Asuntos Generales y Gobernanza explicó en su momento que la gasolina y el gasóleo de automoción “ya no entran dentro de los productos subvencionados por la Caja de Compensación”, un mecanismo que consiste en que el Estado asume una gran parte del precio final que el consumidor paga por ciertos productos de base.
Sin embargo, el final de la subvención del gasóleo (combustible con el que se mueve el 60 % del parque automovilístico marroquí) será gradual: Ahora cada litro está subvencionado con 2,15 dirhams (0,2 euros), una cantidad que se irá reduciendo cada trimestre hasta los 0,80 dirhams (0,07 euros) a partir del 15 de octubre, hasta supuestamente desaparecer.La medida provocará con certeza alzas en los precios al consumidor de los combustibles y, de rebote, en el transporte público y en el transporte de mercancías, aunque su impacto dependerá de la evolución internacional del barril de petróleo.

Pérdidas del 15% en el mes de enero: “Ha sido horroroso”

El gremio de las gasolineras de la ciudad ha vivido una cuesta de enero “horrorosa”. Y se ha notado más porque la venta de combustible se había animado bastante en los últimos meses del año. De hecho el sector local cerró 2013 con una leve recuperación económica que ronda el 5%. Pero con la llegada del primer mes del año, la situación ha dado un vuelco y la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicios de la ciudad ha registrado pérdidas de hasta el 15%. “Enero ha sido horroroso. Esperemos que cuando la gente cobre ahora a principio de mes, vuelva a repostar”, explicó ayer a El Faro el presidente de los empresarios del sector, Pedro Martínez.
Hay que recordar que la feroz competencia que vive el gremio de las gasolineras de la ciudad ha llevado a borrar del mapa local el concepto de gasolinera de guardia.
Como publicó recientemete este periódico, un empresario del sector decidió salir de la asociación y abrir por su cuenta por la noche, todos los festivos y domingos, lo que empujó al resto a hacer lo mismo para no dejarle sin competencia en esas fechas.
La medida no gusta ni a empresarios ni a trabajadores de gasolineras de la ciudad porque, según explicó Martínez, en Melilla no hay mercado para mantener abiertas entre cuatro y seis estaciones de servicio cada noche y los domingos y festivos. Ahora se trabaja más para repartirse el mismo trozo de pastel.

 

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